Esta concepción se utiliza mucho en derecho, pues en cualquier procedimiento cuando no hay respuesta ante una evidencia lo mejor es callar. En la vida misma esto no es así y este refrán muchas veces no tiene sentido.
Cuantas veces callamos pues no queremos discutir, dialogar o rebatir algo de lo que estamos convencidos, simplemente por educación, por serenidad o por no perder el tiempo con algo de los que estamos convencidos.
En este sentido, el que calla otorga hace referencia a aquellas personas que prefieren callar que hablar a su favor y argumentar en un tema o asunto que le compete, con lo cual acaban por dar su aprobación o consentimiento tácito ante lo dicho por los demás.
Este refrán es muy utilizado en la actualidad y se aplica en aquellas situaciones donde una persona es acusada o responsabilizada por alguna situación, pero ella no se manifiesta de palabra para defenderse. El silencio es aceptado social y culturalmente como un signo inequívoco de que se está aceptando lo que el otro está diciendo, pero realmente esto en ocasiones no es muy cierto.
Lo opuesto a esta frase sería el proverbio latino “excusatio non petita, accusatio manifesta”, que podríamos traducir como “excusas no pedidas, acusación manifiesta”.
Muchas veces por aquello de que el pez por la boca muere, se ofrecen explicaciones sobre algo de lo cual nadie te está culpando, lo cual te está evidenciando de tu implicación o culpa en el tema del que hablas innecesariamente.
También existen expresiones sinónimas, como quien calla consiente, o quien calla ni otorga ni niega, que significa que aquella persona que no hace ninguna objeción sobre lo dicho por otra persona y guarda silencio, le concede la razón.
El refrán, concretamente, hace referencia a todas aquellas personas que prefieren callar que hablar a su favor en algún tema o asunto de su interés, con esta postura y de esta manera terminan por dar su aprobación o su consentimiento tácito a lo dicho por los demás.
La expresión también suele insinuarse apenas, sin terminar de decirla y de todas formas es comprendida. También se emplean algunos sinónimos para este refrán: “el que calla, otorga” y también “quien no calla, ni otorga ni niega”.
Al final, con el paso de los años vamos perdiendo la efervescencia de la pasión y vamos aprehendiendo a callar sin otorgar, por aquello del arte de la prudencia.
Ferrán Aparicio
25 de noviembre de 2020
