Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta EL SUDOKU DE LA VIDA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta EL SUDOKU DE LA VIDA. Mostrar todas las entradas

jueves, 30 de enero de 2014

EL SUDOKU DE LA VIDA

EL SUDOKU DE LA VIDA

Recuerdo con gran nostalgia un artículo que leí, escrito por Fernando Pascual en el que se decía que la vida se parecen gran parte al juego de pasatiempos llamado “Sudoku”.

La comparación me hizo pensar como parece fácil tener que rellenar 9 grupos de 9 casillas, que en vertical y en horizontal se van desarrollando sin que se repita ningún número ni en filas ni en columnas. Sin embargo si pensamos hacia atrás nos damos cuenta como en la vida repetimos números erróneos continuamente ya que nuestro estímulo pregunta-respuesta, acción-reacción, y tantos otros antónimos nos hacen redireccionar a la hora de solucionar los distintos problemas y se descubren dificultades no contempladas y sin querer repetimos el mismo numero en la misma fila y más de una vez hay que tachar casillas para encontrar la solución de poder encuadrar un número perfecto, lo que nos hace en cualquier caso volver a empezar casi de cero sin más solución.

El artículo resaltaba la trascendencia del nacimiento en un ámbito cultural, que determinaba de alguna manera la paradoja de tener algunas casilla rellenas, impuestas e incluso desde teorías más avanzadas, la determinación de una tipología de padres, hermanos, una villa, una ciudad, un año , una década, un idioma,.., en definitiva una cultura y educación propia, determinaban una solución distinta a este juego, pero coincidía comúnmente que en el centro del crucigrama siempre existían un montón de casillas vacías donde supuestamente dispondríamos de libertad para poder rellenarlas una vez habíamos transcendido los conceptos y valores de esa supuesta cultura adquirida y que podríamos transpolar a una identidad cultural propia que nos hace que nuestro Sudoku sea nuestro, único y exclusivo.

Y dando un paso en la reflexión , el problema de este particular Sudoku, se planteaba en el hecho de que no existe una vuelta al pasado y una vez rellenada la casilla elegida por el número o concepto o simplemente por el valor elegido consciente o inconscientemente, voluntaria o automáticamente, no podremos borrarlo asimilando el dato equivocado, quedando enmarcada la proyección del presente al futuro creando una sensación de angustia y cierto miedo, en cuanto una vez cometida una equivocación, no podemos volver a rellenar en ocasiones una casilla vacía para llegar a la siguiente sin repetir el mismo dato ni en la fila ni en la columna.

Sin embargo y normalmente es un proceso común el que las casillas se van rellenando y no podemos parar el proceso, como no se puede parar el tiempo y la existencia y si se para; se acabó el juego, por lo que el planteamiento ante una casilla vacía es como pensar la identidad de esta casilla sin referentes al futuro y sin posibilidad de encontrar las tradiciones del lugar desde donde proyectarse o como hacerlo si la voluntad parece aletargada, cuando no lastimada, ante una decisión precipitada, lo que lo convierte en un acto consciente.

Os invito a entrar en el juego , simplemente planteándoos nueve valores , conceptos o elementos o una mezcla de ellos y que intentéis cuadricularlos por etapas y en función de vuestra experiencia, vuestra propia identidad reflexiva y consciente , para cuadrar el Sudoku de la vida , aunque sólo sea por un reto personal.

Ferran Aparicio
30 de enero de 2014