Existe una línea muy
delgada entre la curiosidad y el husmeo. Curiosidad es cuando preguntas a alguien nuevo sobre algo y en especial si
te relaciona o compete. Husmeo es cuando te adentras en la vida de alguien a
escondidas para revisar los archivos, actos y acciones de otras personas.
Es
bien cierto que todas las persona no tenemos los mismos intereses, las mismas intenciones,
ni la misma forma de ser, por suerte o por la gracia de Dios, pero también es
cierto que mucha gente tiene una curiosidad desmedida que le hace llegar al
husmeo continuo.
Estamos
en una era donde todos y digo todos, sin excepción hemos luchado por la
libertad. Libertad en cualquier campo de expresión, de actuación, de
pensamiento, de escribir, de leer y de
todo en general lo que se pueda definir con palabras, pero siempre dentro de un
concepto llamado respeto.
La
curiosidad es cualquier comportamiento inquisitivo natural, evidente por la
observación en muchas especies animales, y es el aspecto emocional en seres
vivos que engendra la exploración, la investigación, y el aprendizaje, así lo
define la Wikipedia , con gran respeto y exactitud, mientras que el husmeo le resulta de aplicación, conceptos y hechos
que son buenas razones como: averiguar,
buscar, descubrir husmeando, descubrir husmeando/olfateando, escudriñar,
fisgar, fisgonear, oler, oler la pista de, olerse algo, olfatear, sospechar.
Sin embargo y ante una curiosidad medida o desmedida,
esencialmente, se describe un número
desconocido de mecanismos del comportamiento psicológico que tienen el efecto
de impulsar a los individuos, humanos y no humanos, a buscar la información y
la interacción con su ambiente natural y con otros seres a su alrededor.
Al
final la curiosidad es, sobre todo, un instinto natural, como lo es el hambre.
Confiere una ventaja de supervivencia a ciertas especies y se puede encontrar
en sus genomas. Es algo natural que les sucede a la humanidad y a los animales,
especialmente a los individuos más jóvenes.
Con el paso del tiempo es bien
cierto que las personas nos hacemos menos curiosas, bien porque no necesitamos
mayor información de investigación, bien porque simplificamos nuestras vidas resumidas
en un acto reflejo de experiencia adquirida y a lo mejor en “sesum contrario”
husmeamos o intentamos husmear más en la vida de los demás más por curiosidad
que por necesidad de información ajena, para matar el tiempo
Lo
que parece diferenciar la curiosidad humana de la de los animales es que
aquella suele combinarse con la capacidad de pensamiento abstracto y, de ese
modo, conducir a la mimesis, a la fantasía, a la imaginación y eventualmente a
una manera especial del ser humano de pensar , como acto reflejo de la razón
humana, que es abstracta y consciente.
El
husmeo es una forma más suave y se puede
entender como una forma catártica de
comportamiento o como algo instintivo dentro de los seres humanos.
La
verdad es que como siempre solo se trata de hablar reflexionando desde la
curiosidad y escribiendo como acto reflejo del husmeo, como siempre,…, sin más.
Ferrán
Aparicio
20 de abril de 2017