Un año más, han
pasado los cinco minutos más, para la cuenta atrás y nos encontramos con un año
nuevo lleno de propósitos y también de despropósitos. La verdad es que
propósitos tenemos siempre todos; unos
se consiguen y otros se intentan, yo al menos ya no fumo, lo cual ha sido una
batalla difícil, pero estoy contento,
pero hablar de despropósitos es hablar de palabras mayores y es que como
concepto no tiene desperdicio.
El
significado de propósito lo racionalizamos todos, pero la palabra
despropósito tiene su enjundia y en
función de las circunstancias y ámbito donde
se trate o inserte, puede variar su significado.
Despropósito
se puede entender como: “Dicho o hecho
sin sentido o que se realiza en un momento, lugar o situación inadecuados” o en su caso “Dicho o hecho fuera de sazón, de
sentido o de conveniencia”; incluso como
:”Dicho o hecho que no viene a cuento, falto de sentido”, pero lo que está de
alguna forma clara es que es despropósito es un desatino, dislate, disparate,
inconveniencia, incongruencia, incoherencia, equivocación, incluso un error.
Por
estos días se escucha mucho hablar de los propósitos para este año nuevo versificados
en frases muy conocidas y textos de
grandes pensadores a través de internet, reflexiones muy profundas que
describen y marcan una pausa que lleva al detenimiento y a una evaluación…...,pero
al final nuestra vida es nuestra y somos nosotros, los que tenemos que elegir y
actuar, en su caso, y determinar si es un propósito o despropósito, lo que da
sentido a nuestra vida.
Con
ánimo de cultivar la originalidad y el pensamiento propio, quizás y sólo quizás
en el despropósito esté el secreto como algo innovador pues las decisiones que
se toma con convicción y planificación, viviendo experiencias propias y no
ajenas, ayudan a tener un rumbo, una dirección que marca un propósito
verdadero, o un despropósito genuino.
Esto
no quiere decir que estar de acuerdo y coincidir con la visión que nuestros
semejantes tienen sobre algunas cosas y la óptica de ciertos ángulos en temas
importantes de la vida, nos desenfoca de aquello para lo cual hemos sido
creados, sino por el contrario son las herramientas para reflexionar y encausar
nuestro tan soñado propósito o despropósito.
Una
persona con propósito disfruta lo que hace, su motivación es genuina, sabe muy
bien hacia dónde se dirige, y genera inspiración en otros. Pero el propósito con
despropósito puede implicar una equivocación o pérdida de rumbo. Al final
llegados a éste punto, sólo cabe recalcar que aunque hay cosas que parecen no
tener un propósito lógico o más bien sin propósito alguno con nuestra vida, son
cosas o situaciones diferentes.
En
la vida, algunas veces pasamos por situaciones difíciles a las que no les
hallas sentido en el momento y eso hace que pasar por esas situaciones que
parecen un despropósito con la perspectiva tenga su lógica y entraña, recuerda
que eres único, así que tu propósito también lo ha de ser. Así que te animo a
buscar ese propósito o despropósito único y exclusivo para este año, yo sólo pido
fuerza,…,el trabajo, la sonrisa y la alegría ya los pongo yo. Mis mejores
deseos para este año que ya ha empezado.
Ferrán Aparicio
1
de Enero de 2016