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jueves, 15 de julio de 2021

SIMPLEMENTE UN JUEGO

Si lo analizamos fríamente y de una forma  asimilable te das cuenta que  la vida es como un parchis, en el que entrabamos a jugar al nacer, elegíamos un color y hasta que no sacábamos un cinco no salíamos de casa.

El parchís es un juego de mesa derivado del “pachisi” y similar al “ludo”, al “parqués” y al “parcheesi”, tal cual lo define la Wikipedia y  es muy popular en España. Se juega con 1 dado y 4 fichas para cada uno de los jugadores.

El objeto del juego  como presuntamente es en la vida, es que cada jugador lleve sus fichas desde la salida hasta la meta intentando, en el camino, comerse a las demás bien de una manera consciente o bien de una manera inconsciente, pero el avance individual esta superditado como al cangregismo desmesurado, en el que salir de la casa no es fácil.

Al final del juego, el primero en conseguirlo será el ganador y todo volverá  a empezar. Cuando tienes barreras del mismo color en distinto apartado que no sea el de color, sí se pueden saltar, aunque cuando vas cumpliendo años  aprendes a saltar con facilidad pues las barreras son relativas y ya no dependen tanto del color sino de las fuerzas que tengas para hacerlo.

El parchís como la vida misma requiere una terminología que permita entenderse a los jugadores, de hecho nos relacionamos por afinidad o pseudo afinidad con fecha de caducidad pues como personas salvo error u excepción,  vamos cambiando presuntamente evolucionando y todos los conceptos, hechos, incluso personas tienen fecha de caducidad y si no piense cuanto y cuantas personas afines le quedan, de todo lo que tenía cuando empezó a jugar al parchis de su vida , independientemente de la edad que usted tenga , aunque la edad sea un rango.

La terminología típica del parchis tienen una analogía metafórica con la vida en cuanto que las casillas cuadradas coloreadas de las esquinas se denominan casas o cárceles, y es donde nosotros iniciamos nuestra vida, en nuestra casa ó núcleo familiar.

Las casillas rectangulares, coloreadas y numeradas que hay junto a cada casa se denominan salidas, y se suponen que son el lanzamiento a la independencia para iniciar ese largo  camino que lleva a darle una gran vuelta hasta llegar al nicho final.

Las casillas rectangulares grises o marcadas de otro color se denominan seguros, y son las zonas de confort que nos vamos buscando a lo largo de nuestra vida; mientras que las casillas triangulares coloreadas del centro del tablero se denominan metas, y como metas  que son implican los objetivos que nos hacen movernos , como elemento estructurador de nuestra motivación.

Al final las reglas, son las reglas  y como las leyes están para cumplirlas, porque aunque sabemos que dos fichas de igual o distinto color en la misma casilla forman una barrera o puente, al final sabes que pueden comerte o capturarte cuando una ficha ocupa la posición de una ficha contraria y esta última se mueve a su casa.

Ferrán Aparicio
15 de julio de 2021

sábado, 1 de abril de 2017

PARCHIS VITAL

La otra noche estaba a punto de acostarme cuando me vino la idea de  que la vida era como un parchis, en el que entrabamos a jugar al nacer, elegíamos un color y hasta que no sacábamos un cinco no salíamos de casa.

El parchís es un juego de mesa derivado del “pachisi” y similar al “ludo”, al “parqués” y al “parcheesi”, tal cual lo define la Wikipedia y  es muy popular en España. Se juega con 1 dado y 4 fichas para cada uno de los jugadores.

El objeto del juego  como presuntamente es en la vida, es que cada jugador lleve sus fichas desde la salida hasta la meta intentando, en el camino, comerse a las demás bien de una manera consciente o bien de una manera inconsciente, pero el avance individual esta superditado como al cangregismo desmesurado, en el que salir de la casa no es fácil.

Al final del juego, el primero en conseguirlo será el ganador y todo volverá  a empezar. Cuando tienes barreras del mismo color en distinto apartado que no sea el de color, sí se pueden saltar, aunque cuando vas cumpliendo años  aprendes a saltar con facilidad pues las barreras son relativas y ya no dependen tanto del color sino de las fuerzas que tengas para hacerlo.

El parchís como la vida misma requiere una terminología que permita entenderse a los jugadores, de hecho nos relacionamos por afinidad o pseudoafinidad con fecha de caducidad pues como personas salvo error u excepción,  vamos cambiando presuntamente evolucionando y todos los conceptos, hechos, incluso personas tienen fecha de caducidad y si no piense cuanto y cuantas personas afines le quedan, de todo lo que tenía cuando empezó a jugar al parchis de su vida , independientemente de la edad que usted tenga , aunque la edad sea un rango.

La terminología típica del parchis tienen una analogía metafórica con la vida en cuanto que las casillas cuadradas coloreadas de las esquinas se denominan casas o cárceles, y es donde nosotros iniciamos nuestra vida, en nuestra casa ó núcleo familiar.

Las casillas rectangulares, coloreadas y numeradas que hay junto a cada casa se denominan salidas, y se suponen que son el lanzamiento a la independencia para iniciar ese largo  camino que lleva a darle una gran vuelta hasta llegar al nicho final.

Las casillas rectangulares grises o marcadas de otro color se denominan seguros, y son las zonas de confort que nos vamos buscando a lo largo de nuestra vida; mientras que las casillas triangulares coloreadas del centro del tablero se denominan metas, y como metas  que son implican los objetivos que nos hacen movernos , como elemento estructurador de nuestra motivación.

Al final las reglas, son las reglas  y como las leyes están para cumplirlas, porque aunque sabemos que dos fichas de igual o distinto color en la misma casilla forman una barrera o puente, al final sabes que pueden comerte o capturarte cuando una ficha ocupa la posición de una ficha contraria y esta última se mueve a su casa.

                                                         Ferrán Aparicio

                                                      1 de abril de 2016