Últimamente
llevo una temporada en que me llama la
atención, como determinadas personas controlan sus sentimientos.
La pura verdad es
que no sé si es una estrategia o una manera de manifestar una emoción controlada,
que de alguna manera maquiavélica,
manifiesta que el fin justifica los
medios.
La postura ante la vida es la de ser un líder, en la que las emociones son
la forma de dirigir la atención, desde hablar de una manera muy suave , lenta ,
rítmica y concisa , sin una palabra más alta que la otra , y muy bien expresada
tanto en su contenido como en su expresión semántica exquisita y escueta.
Es bien cierto que el cerebro al trabajar la atención, es capaz de gestionar
de manera óptima las emociones.
El desarrollo de la inteligencia emocional
intrapersonal es la gestión de uno mismo, y tiene mucha relación con la
manera que prestamos atención a nuestro interior.
Para entenderlo claramente, lo mismo ocurre cuando cuidamos nuestro exterior, desde nuestro look
personal hasta la imagen que queremos reflejar de nosotros mismos en el teatro
de la vida.
Poner el foco hacia uno mismo nos ayuda a conocernos mejor y a manejar correctamente
nuestro control y nuestra disciplina, el que la tenga, yo de momento sigo siendo
un rebelde espontáneo con momentos de cierta
lucidez. De la misma manera, dirigir nuestra atención hacia otros es en lo que
consiste la empatía, ya sea cognitiva, emocional o preocupación empática. En
este sentido aparte de que emocionalmente casi todo nos entra por la vista , me
he dado cuenta desde la observancia ,del mundo personal de cada persona tiene a
través de sus signos exteriores , desde los colores que utilizan , su estereotipo
de moda incluso el corte de pelo, caracterizan una emoción controlada.
Desde el punto de vista teórico la empatía cognitiva nos permite comprender
los modelos mentales que utiliza cada persona y a través de los cuales ven el mundo, sin embargo la empatía
emocional tiene más que ver con la química con la que sentimos y conectamos con
los demás.
Queda muy claro que las emociones controladas funcionan interior y exteriormente y que son
muchos los factores que determinan nuestro comportamiento y nuestra
relación interior y lo que reflejamos
pues la preocupación empática nos permite sentir las necesidades de aquellos
que nos rodean y responde de manera a estas necesidades o simplemente aseverar
o repudiar algo con lo que estamos o no de acuerdo.
Al final y desde la observancia como
emoción controlada desarrollamos de una forma natural una atención social que
tiene que ver con la curiosidad , actitud
imprescindible y la
inteligencia emocional es mucho más que gestionar emociones, tiene que ver con
la manera en la que prestamos atención: a nosotros mismos, a los demás y a la
sociedad en la que vivimos.
Ferrán
Aparicio
1 de marzo de 2017