Si atendemos al estricto significado conceptual de las palabras, un conjuro es una fórmula mágica con la que se pretende realizar diversos actos mágicos, principalmente el de hacer un hechizo, invocar una divinidad o una fuerza sobrenatural para pedir su intervención, o el de exorcizar o ahuyentar el mal.
El hechizo es un acto mágico que pretende producir efectos sobre la realidad mediante procedimientos sobrenaturales, como el uso de conjuros, lo cual determina su relación con este y tiene un carácter litúrgico o ritual.
Normalmente se encuentran las situaciones que se provocan entre el bien y el mal, y donde hay que empezar a poner remedio cuando el camino no se ve y las dificultades es la atalaya más elevada donde recomponer el mapa de la vida, sin embargo el sinsentido del azar, que amenaza los eventos claves de la vida, puede estar controlado por un sencillo ritual y simplemente es una forma de concentrar la atención y esta simple acción natural ya supone un beneficio medible objetivamente.
La naturaleza guarda sus secretos en cada una de sus partes, pues lo que está claro es que hay tesoros ocultos, todo está en todo y la sincronicidad existe y por ello se puede recurrir al conjuro, el hechizo como rituales de reacción, pues lo que está claro en sus contenidos y formas es que las palabras sueltas no significan lo mismo que examinadas en su conjunto, y en cada palabra está la potencia transformadora de que le da el significado profundo del conjuro completo.
Los deseos, las fuerzas naturales involucradas, la personalidad del solicitante y los aspectos astrológicos son los ejes sobre los que giran las expresiones lingüísticas dotadas de un simbolismo que trasciende el significado habitual de las palabras.
Es por ello que existe una forma de afrontar la vida que descubre en todos los detalles cotidianos como una conexión con la totalidad del universo y por ello les animo a investigar sobre el tema, pues problemas , necesidades y cambios , queremos y deseamos todos.
Ferrán Aparicio
20
de noviembre de 2021