Entre las múltiples reflexiones
que hemos hecho en estos últimos meses que hemos pasado encerrados, muchos
solos como yo, o en compañía, nos hemos dado cuenta sin exteriorizarlo demasiado
que la vida es corta y que cuando menos lo esperes los años habrán pasado y
solo te quedará la satisfacción o el remordimiento de no haber vivido según tus
propias condiciones.
De
entrada este año nos faltan tres meses de vida, que recordaremos mientras
vivamos. Para los que ya peinamos canas, ha sido un sufrimiento y una terapia,
pues tenemos más recuerdos y vivencias que procesar. Para los que ya están en
la tercera edad un cierto pánico se
aloja en sus venas, pues sienten que la amenaza tiene nombres y apellidos y que
son candidatos a ser nominados, si bien en el caso de las pandemias, no hay
edad para contraer el dichoso virus.
En
esta etapa nos ha dado tiempo a recordad nuestra niñez, nuestra pubertad,
nuestra adolescencia, nuestra madurez y hacer una balance de nuestro estado
actual. A los que nos hemos dedicado a ordenar y ver álbumes de fotos, ya ni os
digo la cantidad de grandes recuerdos, de fiestas , celebraciones y paisajes
que ya ni recordamos , pues nuestra memoria se centra en el recuerdo visual de
los vemos y sentimos acorto plazo.
Bien
es cierto que realmente, aunque en ocasiones pueda parecernos lo contrario, la
vida es corta, pues cuanto más sabes, cuanto más experiencias y vivencias
tienes , es cuando se acerca el momento natural de despedirte .En un abrir y
cerrar de ojos los años pasaron, y solo te queda la satisfacción o la
frustración de haber no haber aprovechado al máximo cada uno de esos instantes.
Mientras
permanecemos inmersos en la carrera de la vida, perder de vista lo
realmente importante, es un handicap, pues vivimos en un mundo apresurado, competitivo y exigente., en el que siempre nos sentimos insuficientes, poco preparados y escasamente
experimentados.
Al
final llegas a la conclusión, con cierta ironía pero con gran
convencimiento que tenemos que aprender
más, saber más, conocer más, que tenemos que disfrutar de la literatura, cine y
ciencia, y que nuestra única obligación es ser felices.La otra cara de la luna
que también reluce es el hacer balance
de si todos nuestros esfuerzos han valido la pena , cuando de repente el
barco de la vida puede hundirse de repente
y te das cuenta que nuestras vidas están
llenas de situaciones en las que no deberíamos emplear ni un segundo.
Lo
que es bien cierto es que la vida es eso que pasa mientras nos preparamos para
vivir, sin ser conscientes de que estamos malgastando lo más valioso que
tenemos y eso es nuestro tiempo.
Les
animo a tomar conciencia antes de que sea tarde y elijas en cada momento
aquello que te hace feliz , pues la vida es demasiado corta para ser el
equipaje de nadie, para transitar por senderos egoístas o para ser el personaje
secundario en esa historia de otros, de situaciones que no quieres verte envuelto, de lo que
piensen de ti, de lo que no disfrutas ,
pues el tiempo, tu tiempo es limitado y
no puedes desperdiciarlo.
Ferrán Aparicio
20
de junio de 2020