Dicen que tras el periodo vacacional y tras una inactividad laboral temporal vienen
las consecuencias de la integración y entre ellas la necesidad de recuperar la
ilusión.
La ausencia de consciencia de la problemática
diaria hace que nos relajemos con demasía, sin embargo cuando nos integramos en
un ritmo de vida distinto en el que los problemas y las dificultades nos
asedian es cuando manifestamos que necesitamos recuperar la ilusión, la luz,…,
la luz de luces, y como para todo en esta vida hay que estar ciertamente
preparado.
Dicen los psicólogos que el término ilusión se
utiliza para referirse a una esperanza infundada, sin embargo la ilusión por
las cosas nos hace fuertes en el camino diario y permite movilizar el presente
y revolucionarnos positivamente.
Como siempre el secreto de la pócima se halla en el
elemento ese conjuro de varios ingredientes que nos permiten tener la llama de
la ilusión de alguna forma viva.
Uno de los ingredientes para mantener la llama de
la ilusión viva es tener ordenada la vida, cosa que nos gustaría a todos al
menos en una parte mínima que de alguna forma nos da la tranquilidad de lo no
revuelto.
Es bien cierto que cuando uno está decaído, lo que
le falta es ilusión, pues la ilusión se siente como una esperanza de alegría o
satisfacción, sin embargo ante estas situaciones es importante enfrentarnos a
que causa o efecto nos produce el estado en que nos encontramos y si es real o
fruto de unas suposiciones.
Como todo en la vida también se puede ejercitar el
fomento de la ilusión sólo se trata de tomar actitudes entusiastas en las
pequeñas cosas que habitualmente nos agradan, es como ir añadiendo luz a
nuestro espacio vital hasta que quede totalmente iluminado.
Después de tiempo y cuando ya han pasado las dificultades
presentes, la perspectiva de la vida nos hace ver de que el sufrimiento de ayer
queda en el recuerdo y que en cierto modo no ha valido la pena.
En cualquier caso todos hemos tenido periodos de oscuridad
y sólo se trata de al menor síntoma, intentar aportar un mínimo de luz pues sin
ilusión el esfuerzo mengua y sólo en el esfuerzo está la clave para salir
airoso, porque sin pequeños esfuerzos nunca pordá existir ilusión, y la ilusión
es el motor de la vida, sin más.
Siendo honesto con nosotros mismos sólo se trata de
reconocer que una ilusión inalcanzable
es en sí misma una ilusión perdida, por
lo que les animo como siempre a ser realistas y concienciarse en la resiliencia
como acto o capacidad de reponerse ante las adversidades, pues como las brujas
, existir….. existen.
Ferrán Aparicio
15
de Septiembre de 2016
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