La incertidumbre como todos la tenemos entendida es: la falta de conocimiento seguro o fiable sobre una cosa o persona y en especial cuando crea una expectativa o inquietud probable o no probable, cuando no tangible en una persona, conjunto de personas o mismamente en la sociedad en que vivimos.
También es cierto que para conseguir el equilibrio y la energía, el feng shui nos habla de dejar fluir libremente el chi en el espacio que habitamos, tanto espacialmente como en los objetos y personas que nos rodean y en nuestra propia vida.
La incertidumbre zen se produce cuando se juntan ambos conceptos y hablo en voz alta con el eco que resuena de que llevamos meses escuchando decir a nuestros dirigentes que la crisis económica es cosa del pasado y que nos van a resultar necesarios esfuerzos adicionales para controlar nuestro déficit y por otra parte nos enteramos por los medios de comunicación de cada día y en pequeñas dosis , post vacacionales , entre noticia de suceso y de enlace de sociedad; que el gobierno que ya no sabe por donde tirar y a la vez los gobiernos de las comunidades autónomas, han estado intercambiando documentos con nuevas medidas de recorte que afectan tanto a los ciudadanos como a los empleados públicos.
En este sentido la wikipedia, presenta un concepto nuevo: la incertidumbre métrica, que la define como ese estado que define una cota superior al valor de la corrección residual medida y es que cuando de medidas hablamos y vemos esa pelota que va rodando entre el estado a las comunidades, vemos como la pelota van pasándosela unos a otros y concluyen que la incertidumbre métrica no es cosa suya y que resulta innecesaria una alarma social generada así como resulta innecesaria la imagen pésima que vuelven a dar nuestros responsables políticos , ya durante unos largo periodo de años.
Por mucha incertidumbre zen que mantengamos en nuestras vidas, tenemos que ser realistas desde el equilibrio apolítico y aceptar que los profesionales y los ciudadanos seguimos sufriendo las consecuencias negativas de unos recortes que llegaron para no marcharse.
La incertidumbre zen también puede expresarse como el valor de la semi-amplitud de un intervalo alrededor del valor resultante de la medida o media en su caso , que se entiende como el valor convencionalmente verdadero y que se traduce vulgarmente a :hechos son amores y no buenas razones y que en la practica supone que las medidas de recortes que presuntamente afectan a la sanidad y a la educación; que por mucho que digan políticamente son intocables, son las principales victimas propiciatorias a sus intereses de reducción de gastos y especialmente lesivas a los ciudadanos tanto en los copagos de medicación crónica como en hospitalizaciones de larga duración, sin hablar de los recortes en la edicacion , tasas academicas y un largo etc de lapìceros , gomas y sacapuntas.
Lo bueno de esta incertidumbre zen, por llamarla de algún modo es que dicen los que entienden de los entresijos de la política, que no se atreverán a adoptar nuevas medidas de recorte en momentos previos a las elecciones por la impopularidad que conlleva, por aquello de la compra del voto,algo que sucederá el próximo año, primero con las autonómicas y locales y luego con las generales, lo que nos ayuda a respirar funcionalmente entre el equilibrio y la energía de lo zen, almenos durante un periodo corto de tiempo.
Ferran Aparicio
25 de septiembre de 2014
