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lunes, 30 de diciembre de 2013

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Los ciclos son una repetición de cualquier fenómeno periódico o dórico, en que transcurrido un cierto tiempo el estado del sistema o algunas magnitudes del mismo vuelven a una configuración anterior, según define la wikipedia.

Como definición inicial no está mal, pero sin nos referimos a un año natural, tiene otras muchas más connotaciones especialmente porque nada en nuestros ciclos vitales vuelve a su sitio simplemente por el devenir del tiempo.

Como norma general utilizamos espacios temporales continuos, como si fuera un circulo, así el año lo dividimos en estaciones, meses, semanas y días y eso nos da una referencia de donde nos encontramos temporalmente, por aquello de que todo lo que se referencia se mueve. Pero si vamos un poco va más allá en el sentido de que todo lo que empieza se acaba, vamos cerrando círculos como decía Paulo Coelho.

Es importante e independientemente del tiempo, saber cuando se acaba una etapa de la vida y no tiene que coincidir con un ciclo natural, simplemente porque las cosas, la vida,…, tiene etapas que empiezan y acaban como se acaba un libro o la vida mismamente.

Esta claro que si insistes en permanecer más tiempo en una etapa, supone una perdida de tiempo innecesario con un desgaste infinito que no aporta nada.

No podemos vivir el presente, si estamos añorando el pasado, por bueno que haya sido y si nombrar incidencias, hechos y amores, que como dice el dicho son buenas razones, pero poco alentadoras para avanzar hacia el futuro.

Por eso y desde el punto minimalista es importante valorar lo que estrictamente necesitamos para vivir este presente y empezar a descartar valores, bienes y enseres que nos atan al pasado.

Soltar amarras a un rumbo desconocido tiene sus inconvenientes especialmente por que van aliñados de ciertos miedos a lo desconocido, pero también tiene la ventaja de que cualquier cambio externo puede simbolizar y materializar un proceso interno de superación de algo que tenemos íntimamente amarrado.

El pasado ya pasó, ya es un bien irrecuperable, porque nada que pasó ya vuelve nunca jamás, pues la vida es un proceso que marca un rumbo hacia delante pero nunca hacia atrás, pues nunca uno es el mismo que hace dos días, dos meses o dos años por decir algo.

Por eso llegamos desde el absurdo a la conclusión de que nada ni nadie somos indispensables para todo o para nada, y eso por pesimista que parezca es una actitud positiva, en cuanto que nos ayuda a cerrar círculos y evolucionar como personas sin ataduras ni arrastres.

Para este año nuevo, les propongo una vida nueva con una reflexión sobre todo lo que nos pesa y hay que proponerse largar amarras ,dejando ir momentos y situaciones de la vida que se van clausurando, porque la actitud preventiva de dejar puertas abiertas, nos permite el vivir el presente con satisfacción y que yo sepa , no hay nada más cierto y que lo que está pasando en este momento, es el presente por definición.

Y como dijo Paulo Coelho, “cierre la puerta, pase hoja, cierre círculos porque nadie dijo que la vida era fácil solo prometieron que valía la pena vivirla”.

Ferran Aparicio
30 de diciembre de 2013


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