Hay expresiones
como vivir al pairo, las entendemos
dentro de su contexto circunstancial, pero realmente no sabemos de
donde provienen.
Según el diccionario de la
RAE; pairar una nave es mantenerla quieta con las velas tendidas y largas las
escotas, pero pairar es hacer lo necesario para que las corrientes de agua no
muevan el barco de la posición en la que se desea permanecer, concepto muy
distinto al que conocemos
secuencialmente como vivir o traer al pairo.
Todos sabemos que cuando
alguien nos dice que algo se la trae al pairo lo que quiere decir es que no le
importa lo más mínimo. Es decir, que se mantiene inmutable ante dicha cuestión
que es más o menos igual que ocurre con las embarcaciones que se encuentran pairadas,
que no se inmutan a pesar de las corrientes de aguas.
Pero también me resuena en
el sentido de que lo mejor de la vida no se planea, simplemente… sucede. La
mayoría de las veces basta con dejarnos llevar, con permitir que las cosas
sucedan por sí mismas, con la sutileza de la casualidad, con la apertura de
quien es humilde y no espera nada, pero en verdad… lo sueña todo, y son los
mejores momentos y circunstancias que suceden.
En este mismo sentido y
desde la inconsciencia existe la ley de atracción que según este principio, las
personas deberíamos ser capaces de conseguir o de llegar a ser aquello que
deseamos gracias a esas unidades energéticas que se emanan de nuestros propios
pensamientos y emociones, y es que no hay que ser consciente de lo concreto ,
de lo objetivo , sino simplemente vivir al pairo y que la vida nos vaya
llevando a donde sentimos esa atracción.
En general y des una actitud
positiva la vida, es un maravilloso cúmulo de casualidades donde la felicidad
puede esconderse en cualquier esquina, en cualquier rincón y sólo se trata de
dejarse llevar aunque no todos podemos ser lo bastante receptivos
para poder verlo, para dejarse llevar, en este grupo de incluyo pues soy de los
que programo intensamente mi vida , pero cuando la vida la planteo al pairo de
donde me lleve es cuando suceden las mejores cosas.
El problema como siempre
está en salir de la zona de confort y de
abrir esas puertas interiores que todos tenemos para permitirnos otras
oportunidades, pues la vida no debe planearse y en muchas ocasiones se empeña
en llevarle la contraria a los planes que hemos hecho con toda nuestra ilusión.
Aprende a permitirte lo que
mereces, para que llegue lo que necesitas, solo se trata de empezar a derribar
muros interiores y que la vida te de lo que necesitas, teniendo cuidado
La vida no tiene riendas,
nadie puede controlar lo que va a pasar mañana ni aún menos podemos planear
objetivos inalcanzables, pero les animo a que se tomen un día viviendo al pairo
saliendo de vuestra zona de confort y
avanzar a la sucesión de cosas desconocidas, seo si con la
mente abierta, los ojos despiertos y el corazón receptivo.
Ferrán Aparicio
20 de
febrero de 2020
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