Vistas de página en total

lunes, 1 de febrero de 2021

SOMOS VULNERABLES

 

Es bien cierto que sabemos lo que estamos haciendo en este momento y quizás incluso tenemos un plan para mañana, pero lo que también es cierto que la vida corre como un galgo, sin darnos cuenta que no avanzamos hacia el infinito, sin tener garantizado ni cómo ni cuando acabaremos este proceso vital.

Ya lo único que faltaba es estar viviendo esta situación de pandemia vital , estamos ya en febrero va a hacer un año de esta situación y no hay luz al final del túnel. Nunca me hubiese pensado que la vida me quitara un año, sin embargo agradezco a la vida estar vivo.

Si somos agradecidos y no queremos padecer más de lo que ya lo hacemos , solo habría que hacer un a visita a las UCIS, y ver como respira la gente con un tubo, y por ello solo me queda decir  gracias a la vida que me ha dado tanto.

Hay momentos como cuando se acerca tu aniversario de una nueva decada,  paras y reflexionas y te das cuenta que has pasado un año más para la cuenta atrás, y que  las décadas van pasando con todas su connotaciones, los veinte , los treinta , los cuarenta ,…,  y los sesenta, aquello que quedaba muy lejos y es una pura realidad.

Es bien cierto que genera una  gran crisis de medianía de edad , y llegan los cincuenta , colmatados de experiencias y desafíos,.., y siguen los sesenta y aunque cada día tenemos más esperanza de vida, empiezas a verle las orejas al lobo, aun cuando no tienes  que enfrentarte a una serie de desafíos físicos  y psicológicos, y estando gozando de la plenitud de tu vida.

Pero cuando lo piensas fríamente y haces un ejercicio de valoración te das cuenta como se han ido sucediendo las etapas en tu vida, con todo lo bueno, lo menos bueno, incluso con aquello que te ha hecho mella y llegas a la conclusión que el secreto de asumir tu edad y sólo la tuya, es mirarlo a la cara y ser consciente que ya no tienes dieciocho años y que existen una serie de limitaciones a las que te tendrás que enfrentarte, eso sí con alegría.

Al final a parte de las canas, las arrugas, y alguna que otra dolencia, lo que más valoras es tu propia experiencia, algo vital y intransferible, y sino  preguntenselo a todas esas cajas, que se hallan en el cementerio.

Después de todo lo que has vivido te has ganado a pulso y de una forma voluntaria, y es por ello que centrándote en esta experiencia es donde encuentras la clave imprescindible para dedicarte el máximo tiempo a ti mismo y a lo puramente personal, pues ya no hay más escusas para no hacerlo.

La madurez es un grado que no tiene desperdicio, ya no pierdes el tiempo en cosas superfluas y valoras lo que  a ti te interesa y a quien te interesa, pasando de convencionalismos. Ya sabes lo que no quieres, lo que evitas, lo que en el fondo te interesa y lo que ya definitivamente no te interesa.

Los cánones de la belleza ya no te interesan como lo hacía en etapas anteriores, desde el mundo de la moda hasta los cánones de belleza, sin embargo esas canas que te hacen tan interesante, son las que de alguna forma tienes que cuidar, pues es una forma de alimentar la autoestima independientemente de generar tu mejora de salud , lo cual no es cuestión baladí.

Si analizamos la autoestima como principio y valor,  te das cuenta que simplemente estamos hablando de amor propio, algo personal e intransferible.

 Es por ello que una vez asumida tu edad y a pesar del duelo que produce  asumirlo, sólo tienes que tener en cuenta tus propias limitaciones y priorizar en aquello que realmente te apetece y te hace feliz, siendo consciente que toda tu vida se ha sustentado en aquello que voluntariamente has conseguido.

Al final solo se trata de reorganizarte y plantearte o retomar nuevos proyectos o retomar aquellos que dejaste a un lado, siendo consciente de tus propias limitaciones y las que la vida te da, y con mas razón en los tiempos que corren  que te demuestran que somos vulnerables.

Ferrán Aparicio
1 de febrero de 2021

No hay comentarios:

Publicar un comentario