Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta ARMONIA .. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ARMONIA .. Mostrar todas las entradas

lunes, 15 de mayo de 2017

HUMILDAD O SENCILLEZ

HUMILDAD  O  SENCILLEZ

La humildad es una virtud humana atribuida a quien ha desarrollado conciencia de sus propias limitaciones y debilidades, y obra en consecuencia. 

Me llama la atención estos términos, bien por aquello de que cuando vas cumpliendo años simplificas tu vida o la intentas simplificar, bien porque siempre la humildad  y la sencillez como forma de vida, ha sido una virtud muy valorada y deseada por todo el mundo, salvo aquellos que gozan de vanagloriar sus pseudo-habilidades.

El término no solamente se traduce como humildad sino también como bajo o de la tierra y humus, ya que en el pasado se pensaba que las emociones, deseos y depresiones eran causadas por irregularidades en las masas de agua. Debido a que el concepto alberga un sentido intrínseco, se enfatiza en el caso de algunas prácticas éticas y religiosas donde la noción se hace más precisa.

La humildad es una virtud humana atribuida a quien ha desarrollado conciencia de sus propias limitaciones y debilidades, y obra en consecuencia y proviene del latín humilĭtas, humilitātis.

Una persona que actúa con humildad no tiene complejos de superioridad, ni tiene la necesidad de estar recordándoles constantemente a los demás sus éxitos y logros; mucho menos los usa para pisotear a las personas de su entorno y como principio y valor,la humildad es un valor opuesto a la soberbia.

Quien obra con humildad no se vanagloria de sus acciones: rechaza la ostentosidad, la arrogancia y el orgullo, y prefiere ejercitar valores como la modestia, la sobriedad y la mesura.

La humildad es una cualidad humana independiente de la posición económica o social: una persona humilde no pretende estar por encima ni por debajo de nadie, sino que sabe que todos somos iguales, y nuestra existencia tiene el mismo grado de dignidad. De allí que ser humilde no implique dejarse humillar, pues la humildad no supone una renuncia a la dignidad propia como personas.

Entendemos por humildad a aquella cualidad del ser humano mediante la cual la persona es modesta y no se preocupa por sí misma si no por los demás, por los que lo rodean, inclinando a no presumir logros, asumir fracasos, y a procurar siempre el mejoramiento del bien común

Se trata de la actitud que observa una persona y que hace que no presuma de sus logros, que sea capaz de reconocer cuando fracasa, y eventualmente sus debilidades, y también actúa sin orgullo.

Una persona humilde no es una persona egocéntrica si no que minimiza sus logros para no centrarse en ellos y perder la objetividad en su accionar diario. 

Es importante decir que la humildad es la virtud humana que hace que las personas que la dispongan sean conscientes de sus limitaciones, asumiendo defectos y limitaciones y no hace gala de sus logros es que la persona podrá superarse en la vida en todo aspecto.

La humildad es superadora y una condición necesaria si es que en la vida se quieren lograr cosas, obviamente positivas y siempre en consonancia con el bienestar y el bien común. 

La humildad y la sencillez,  son valores considerados como  unas cualidades importantísimas para la convivencia en comunidad, ya que una persona humilde puede establecer lazos más pacíficos y estables con otros, en comparación con personas que tienen un carácter o personalidad más dominantes. 

La humildad es una de las cualidades más valoradas pero al mismo tiempo también de las más difíciles de encontrar hoy en día debido a que el mundo actual nos enseña a actuar de manera individualista o egocéntrica por lo cual las personas humildes escasean y obviamente en caso de haberlas siempre resaltan en la multitud.

La actitud humilde predispone a pensar que cualquier cosa puede ser plausible de mejorarse. Entonces, si la humildad predominase en la ciudadanía en general, y ni hablar en los dirigentes políticos, buena parte de los graves problemas que aquejan a los países podrían solucionarse. 

Dice Mathieu Ricard, sobre la humildad y no le falta razón:

“La humildad no consiste en considerarse inferior,
sino en estar libre de la importancia de uno mismo.
Es un estado de simplicidad natural que está en armonía
con nuestra verdadera naturaleza y permite disfrutar
de la frescura del instante presente.
La humildad es una manera de ser, no de parecer.”

Sería importante, por todas las cuestiones altamente favorables que expresamos sobre ella, que la virtud de la humildad sea promovida con mayor efusión por parte de todos los actores sociales que interactúan en nuestra comunidad, porque solamente de este modo podremos construir una sociedad mejor, más justa, más equilibrada y en la que prime la sencillez y la humildad como principio irrelevante del  bienestar de todos. 

    Ferrán Aparicio
15 de Mayo de 2017