Dicen
que no te acostaras sin aprender una cosa nueva y es que por mucho que queramos
siempre hay algo que nos sorprende, investigamos y aprehendemos, y este es el
caso del concepto wabi sabi.
El wabi sabi es el rasgo más notable
y característico de lo que consideramos la belleza tradicional japonesa y puede
llegar a ser un modo de vida, y, como mínimo, es un particular tipo de belleza.
El wabi sabi es la belleza de las cosas imperfectas,
mudables e incompletas, como la vida misma si lo piensa fríamente. También es
la belleza de la querencia y la carencia, esa la belleza de las cosas modestas
y humildes no convencionales.
Nuestra sociedad, la economía y la
sociología ha basado sus esquemas en los cánones de la belleza desde culturas milenarias
así como el secreto de la eterna juventud y el mantenernos jóvenes, pero
todavía no se ha encontrado ese secreto es como un espejismo que el tiempo pone
en su sitio, a cada persona , a cada objeto incluso a un espacio.
Sin embargo en la filosofía japonesa
parece superarlo con el concepto Wabi
sabi como paradigma estético y filosófico, según el cual una persona, un objeto
o un espacio que revela sus imperfecciones también muestra el modo en que la
vida ha pasado por él, lo cual no es cuestión baladí.
Wabi sabi es un
paradigma estético y filosófico japonés que se caracteriza por la simplicidad,
la impermanencia y la observación del paso del tiempo a tr
Como cualquier
filosofía es aplicable en lo espiritual, y en lo material incluso en lo etéreo
que supone el sentimiento de vivir y es
por ello que partiendo de elementos naturales llegaremos a sentir el wabi sabi
como un modo de vida.
Muy relacionado con
lo zen y el feng shui como filosofías complementarias radicaliza en la
necesidad de buscar la sencillez y deshacerse de lo superfluo y recargado.
Es difícil traducir
el término, ya que proviene de dos palabras japonesas cuyo significado ha ido
evolucionando, pero podríamos decir que wabi hace referencia a la simplicidad
rústica, la frescura y peculiaridades tanto de lo que encontramos en la
naturaleza como de lo que el hombre produce, y sabi, a la belleza y serenidad
que evidencia la pátina del tiempo.
Quizás el secreto por el que el wabi sabi
se ha puesto de moda porque es una estética cálida, profunda y que venera la
autenticidad en contraposición a la frialdad de lo ostentoso, pulido y
fabricado en serie.
Como en la vida misma, y
también en las personas; la vida de un objeto y su impermanencia se evidencian
en su pátina y desgaste, por eso cualquier tono o textura que emerja tras el
tiempo o reproduzca su efecto puede considerarse wabi sabi y merece la pena
intentar aplicar el wabi sabi en nuestra vida porque supone un cambio en el
valor que otorgamos a los objetos que nos rodean.
Ferrán Aparicio
10
de julio de 2017