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jueves, 15 de mayo de 2025

I LOVE MURPHY

La ley de Murphy es un principio que establece que «todo lo que pueda ir mal, irá mal». Esta ley se refiere a la tendencia de los eventos negativos a ocurrir en el peor momento posible y a menudo de forma inesperada. Se usa comúnmente en situaciones cotidianas y en ingeniería para enfatizar la necesidad de anticipar problemas y planificar contingencias.

Su origen se remonta a la década de 1940, cuando el ingeniero aeroespacial Edward A. Murphy Jr. enunciaba que, si algo tenía una posibilidad de salir mal, lo haría.

Es bien que si algo puede salir mal, saldrá mal, pero también es cierto con los tiempos que corren  es que para afrontar estos tiempos complicados, lo mejor es afrontar cada situación y cada problema cotidiano con una sonrisa y aceptando que dentro de todas las posibilidades nuestros planes pueden variar y no llegar o llegar retasados al puerto deseado, eso sí siempre con una sonrisa.

Al final como humanos que somos e independientemente de la acumulación de tareas obligatorias o voluntarias que tengamos cualquiera puede hacer cualquier cantidad de trabajo, siempre que no sea el trabajo que debería estar haciendo en aquel momento.

Es bien cierto que cuanto menos haces, menos te saldrá mal y  si no haces nada, no te equivocarás, lo cual ni le afecta ni le inmuta a estas personas tranquilas que disfrutan del verano como un espacio de relax , como siempre , sin más.

No hay que olvidar  y ser de alguna manera consciente que muchas veces la pereza a menudo se confunde con paciencia y si supieras qué es lo que estás haciendo, probablemente te aburrirías.

Muchas son las leyes las que rigen en el contexto de nuestra sociedad y están plenamente demostradas pero en definitiva no hay ningún trabajo lo suficientemente sencillo como para que no pueda hacerse mal y todo lo que vale la pena hacer, vale la pena hacerlo en exceso.

Pero como nunca llueve a gusto de todos, y entre las leyes de Murphy está la de si sales de casa con paraguas, probablemente no llueva.

Nos encontramos en España y especialmente en la costa mediterránea inmersos en un temporal de lluvia, viento y frío que lleva más tiempo de lo habitual con nosotros y que también es negativo para la agricultura, en concreto para el cultivo del arroz y por supuesto está generando diversos problemas e inundaciones.

Otra de las leyes de Murphy, que le viene los políticos sean del signo que sean , dice que no importa las veces que se desmonte una mentira, siempre habrá un porcentaje de personas que crean que era verdad.

Leyes como la de Murphy son una expresión directa de tales perversidades en el orden del universo. Esta ley se refiere a la tendencia de los eventos negativos a ocurrir en el peor momento posible y a menudo de forma inesperada, para enfatizar la necesidad de anticipar problemas y planificar contingencias.

 

                                                          Ferrán Aparicio

                                                     15 de Mayo de 2025

viernes, 4 de febrero de 2022

SINCRONICIDAD PURA Y DURA

La sincronicidad es una teoria que explica la forma en que los fenómenos o sucesos, ocurren de forma simultanea, al ser atraidos entre si, sin ser producto de la casualidad y en realidad , todo no ocurre por una forma causal y aislada , sino por una conexión entre nuestro interior y exterior

Alguien decía que las dicotomías son buenas para pensar y eso me pregunté yo mismo cuando me vino a la cabeza la diferencia entre casualidad y causalidad.

 No se si es necesario agrupar todas las situaciones que nos hacen dudar de esta dicotomía como casualidades o causalidades como si no hubiera nada intermedio entre las dos o una relación intrínseca entre los dos grupos pero resulta útil por cierto, pararse a pensar en ello, o al menos eso a mí me parece. 

Hemos escuchado cientos de veces la frase: “nada es por casualidad”, sin embargo nunca escuché la frase: “nada es por causalidad”. Lo que bien es cierto es que tanto la casualidad como la causalidad, son sólo ideas y en cualquier caso existen en nuestra vida, bien como efecto de una causa o por efecto casual de una circunstancia. Si buscamos en un diccionario casualidad se define como combinación de circunstancias imprevisibles o inevitables y causalidad como combinación de circunstancias imprevisibles e inevitables. 

A partir de aquí las dos definiciones se basan en una explicación basada en la percepción de ciencias o creencias muy susceptibles a debatir. Si pensamos más allá de esta dicotomía todo pasa por algo, toda casualidad es buena pues bien sea causalidad o casualidad son parte del camino o esencia de nuestra vida de nuestro destino y cada acontecimiento causal o casual van haciendo cambiar la ruta de nuestro destino. 

Desde la perspectiva de la vida, lo que tengo claro es que todo vuelve al punto de partida original; todo vuelve a ocurrir tal y como aconteció, más las consecuencias de las decisiones que tomamos desde un punto de vista consciente o inconsciente y en espiras más altas y otras veces más bajas, dentro de la espiral de la vida de cada persona y eso es para mi es el destino.

 Me planteo si la angustia y el miedo que produce tener que enfrentarse a ciertas realidades desagradables, han sido casuales o causales y me da la sensación de observar la vida como un juego de azar, por que en el fondo si bien nada está relacionado con nada y todo es simple casualidad, siempre hay unos que salen ganando y otros salen perdiendo. 

Lo más racional es pensar que si cambiamos el concepto de casualidad por el de causalidad, la vida se entiende mucho mejor, los efectos de nuestros propios actos y circunstancias, relacionando los hechos de modo que la existencia y la propia vida es como una larga cadena, donde cada eslabón tiene su sentido propio y de unión tanto con el eslabón que la precede como con el que le sigue. 

Los seres humanos tendemos a buscar siempre explicaciones lógicas que nos hagan tener la sensación de que lo tenemos todo bajo control, aunque cuando nos paremos a pensar como lo he hecho yo, no sea realmente así. Parece que forma parte de la mente humana tiende a buscar relaciones entre las cosas y particularmente entre las acciones y sus consecuencias como modo de entender el mundo o al menos nuestro mundo como algo personal y adaptarnos a éste o al global.

La casualidad es en definitiva un a priori que se necesita para concebir, pensar y entender la vida desde un punto de vista racional, la casualidad entra dentro de un mundo mágico que hay que intuir desde un mundo no fácil de entrar pero fácil de salir, que es el mundo de la consciencia donde una vez abrimos las puertas, quedan abiertas para toda la vida y con sus “pros y contras”, nos hacen entender esas casualidades.

 Pero realmente donde yo quería llegar a través de este escrito es a hablarles de la Sincronicidad. Sincronicidad es el término elegido por Carl Jung para aludir a la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal, el sentido especial de una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre si de manera no causal, cuyo contenido significativo es igual o similar. 

En principio para mi la sincronicidad es como una casualidad con causa, es decir a ver si me puedo explicar; es como plantearse en términos muy generales que existe no sólo una posibilidad sino una realidad de sucesos acausales.

 Para tener claro el concepto de sincronicidad se necesita activar conscientemente dos factores la creatividad y la intuición , es como negar la racionalidad de las cosas, entrar en un mundo mágico donde todo es posible y retrotraer nuestra mente a un estado en el espacio y tiempo, donde nuestros deseos se concretan en un punto a merced de nuestra voluntad, por lo que cabe plantearse entonces en términos muy generales que existe no sólo una posibilidad sino una realidad de sucesos acausales , afrontando el mundo de la casualidad y tratando de separar la causalidad de la acausalidad. Se que no es fácil llegar comprender este concepto, pero si analizamos y consideramos las series de casualidades, veremos que han de ser consideradas casuales mientras no sobrepasen los límites de la probabilidad. 

Es por todo ello según me sigo planteando que entre casualidad y causalidad, no pueden tratarse como causa y efecto, sino como una coincidencia en el tiempo de una especie de simultaneidad, donde aparece la sincronicidad como relación entre tiempo y espacio psíquicamente condicionado. 

Se que no es un tema nada sencillo, especialmente si lo filtramos a través del intelecto racional, pero si afinamos desde la intuición como un don que todos tenemos en mayor o menor medida desarrollado, podemos concluir que las sincronicidades nos están aconteciendo continuamente, penetran en nuestro campo de la consciencia, pero sólo nos percatamos ocasionalmente, por lo que les animo a estar pendientes de los sucesos que les acontecen desde el punto de vista sincrónico y parte del desarrollo personal de su destino, al margen de la causalidad o simplemente casualidad.

Ferran Aparicio
1 de Febrero de 2022