VUELTA DE LAS VACACIONES
En estos días casi la
mayoría de las personas, casi un ochenta por cien de la población, vuelve de
las vacaciones excepto los que nos hemos
quedado de guardia para atender las urgencias de turno, lo cual no es
cuestión baladí, surge el tema de la vuelta de las vacaciones y la experiencia traumática
de la vuelta al trabajo y a la vida cotidiana, hasta el año que viene.
Dicen
las cabezas pensantes que las urgencias
son inversamente proporcional a su urgencia y por experiencia no les
falta razón. La cuestión es que las vacaciones sirven para relajarse el que pueda,
las ciudades se quedan vacías y al final nunca hay tiempo para hacerlo bien,
pero siempre hay tiempo para volver a hacerlo.
La
cuestión es como plantearse esa vuelta de vacaciones; si supone el final de una etapa o el comienzo de otra de
más larga duración. Al principio de esa nueva etapa surge la idea de lo impresionante que es el hecho de cuánto se tarda en acabar algo en lo que no
estás trabajando, sobretodo en el caso de que nada es imposible para las
personas que no tienen que hacerlo por
sí mismos.
Al
principio de ese trauma post vacacional recomiendan tomarse las cosas y el
trabajo de una forma evolutiva y
creciente donde el primer 90% de la tarea ocupa el 10% del tiempo y el 10%
restante ocupa el 90% del tiempo que queda.
Y
es en ese sentido es como nos
acostumbramos a jerarquizar nuestros hábitos, costumbres y donde las tareas
sencillas siempre se posponen porque ya habrá tiempo de hacerlas más adelante.
Al
final siempre ocurre un poco de lo mismo el trabajo se expande para ocupar el
tiempo disponible para su realización. La percepción de la importancia y la
complejidad de la tarea en cuestión se inflan en proporción directa al tiempo
necesario para su realización.
Lo
cierto es que en esa vuelta de vacaciones,
sólo se trata de hacer cada día un poco más de lo que todos esperan y pronto todos
tendrán más expectativas, incluso uno mismo por aquello de sentirse plenamente
satisfecho de tus propias acciones.
Muy
importante también es sentirte bien con tu propia vida y con tu propio trabajo
como medio de vida, pues si te gusta lo que estás haciendo dicen los psicólogos
que lo estás haciendo mal, por aquello del inconformismo racional que nuestra
mente nos depara y los más prácticos en ‘sensun contrario’, dicen que si se
hace un trabajo demasiado bien, nunca te lo quitarás de encima, supongo que
como en todo en la vida,.., en el medio estará la virtud.
A la vuelta de la vacaciones y siendo muy práctico
solo queda haber disfrutado de ese tiempo reglado que todo el mundo tiene para
descansar de la rutina laboral, para los que nos toca ahora el relevo, integrarnos
aunque sea de una forma escalonada de esas merecidas vacaciones con derecho a
descanso, pues lo que al final está claro es nadie es capaz de dejar las cosas
como están.
Ferrán Aparicio
30 de agosto de 2016