Llevo tiempo reverberando sucesos que han
ocurrido en mi vida y que han constituido ciertos errores , bien por la
inexperiencia vital , bien por no haber acertado en el camino a seguir, pero lo
que bien es cierto que como se dice en el lenguaje popular “nada cae en saco
roto”.
La experiencia es un grado pero cuando lo
piensas fríamente aprendemos de los errores , caemos y nos volvemos a levantar
, cambiamos de camino de dirección, pero también tenemos que asumir el coste de
nuestras decisiones y errores.
La cuestión es que todos cometemos errores
vitales, en cada etapa de la vida , infancia , adolescencia pubertad ,
juventud, madurez y tercera edad, tiene sus connotaciones erróneas, lo que es también
cierto si lo pensamos fríamente es que seguimos aprendiendo de nuestros errores
vitales y recomponiéndonos , por mal que nos siente, independientemente del
coste que nos produce el error cometido.
El cometer un error es un cometido humano por
excelencia , pues todos lo hacemos y no voluntariamente, el problema surge cuando
no aprehendemos del error y no lo transformamos en experiencia como situación
vivida y reconocida.
Por otra parte nos encontramos con nosotros
mismos ante el error , unas veces lo admitimos y otras veces lo obviamos,
permaneciendo en una situación que reconocemos pero aceptamos, desgastándonos inútilmente
y perdiendo el tiempo en algo que nop nos aporta nada más que frustraciones
innecesarias , es el error repetido simultáneamente en el proceso vital.
En nuestra perseverancia por sobrevivir
debemos reconocer que lo perdido,.., perdido está y cuanto antes lo asumamos,
antes saldremos de ese círculo que enmarca un vacío que no nos deja
evolucionar.
Es común cometer errores vitales , cuando nos
engañamos a nosotros mismos crean do una realidad inexistente o simplemente una
situación ideal que carece de fundamento, la mente nos hace ver y ceer en cosas
que no se sostienen por si mismo desde el amor al trabajo , podemos creer que
nos gusta y realmente es la rutina la que cvrea costumbre y nos habitua a
pensar lo satifechos que nos encontramos sin reconocer que , en el fondo es
todo lo contrario.
Por otra parte si somos pragmáticos y racionales
y valoramos el error en relación al
factor tiempo, si somos realistas y contabilizamos, perdemos mucho tiempo de
nuestras vidas , en cometer errores que no nos aportan nada y nos hacen dejar de vivir otras situaciones
más efectivas , incluso placenteras , siendo victimnas de nuestro conformismo
vital creado por la rutina y la costumbre.
Al final de todo solo se trata de tomar
decisiones y aprender de los errores ,
pues
haber
tomado una decisión errónea no es tan grave como pueda parecer, son las consecuencias la que al final nos hacen salir
del círculo del error cometido, sin vuelta atrás y como siempre ,.., sin más.
Ferrán Aparicio
20 de octubre de 2018