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miércoles, 30 de marzo de 2022

REDUFLACCION

Yo no acabo de dar crédito a lo que oigo en prensa , noticias y diversos programas de televisión en los que se reclama la atención de los consumidores, pero con la pandemia , la crisis de la invasión rusa y  sus consecuentes subidas de  precio y en especial de la gasolina y todo componente energético, la reduflaccion ha aparecido en nuestros hogares.

Todos hemos notado que en  2021 volvieron a subir los precios, pues los costes operativos de la industria crecieron, tras la pausa o desaceleración durante los meses de restricciones.

Como consecuencia la desescalada es a veces más lenta en los países productores que en los importadores, y el precio del gas y del petróleo se ha incrementado por diversas razones, especialmente la guerra de Rusia contra Ucrania, aparece la deduflaccion tímidamente cuando aparentemente nos  despedíamos del impacto inicial del coronavirus.

Como no podía ser de otra forma esta escalada de precios se ha propagado a todos los niveles y también ha llegado a tiendas y supermercados.

 El término traído al castellano, reduflación, sigue el mismo patrón inlacción pero de un modo contenido, pues simplemente se trata de una estrategia comercial que evita o modera la subida de precios a cambio de reducir la cantidad de producto de cada formato de venta.

Los medios se refieren a la reduflación como una fórmula cuestionable de encubrir el encarecimiento de los productos, pues para detectar este fenómeno sería necesario recordar el volumen o el peso antes del repunte inflacionario, tarea imposible para el consumidor.

El único secreto si llevamos a comprar una libreta de bolsillo es tomar como referencia el precio unitario por unidad de producto bien sea kilo o litro de producto.

Esta práctica se extiende  en períodos de inflación, pues con  la disminución de la demanda, se mantiene el precio si bien la cantidad de producto adquirido se reduce en demasía y las estadísticas lo cifran entre un 10 y 15% del comprado con anterioridad.

A mar revuelta, ganancia de pescadores y los refranes siempre conllevan connotaciones reales que vuelven a aparecer cuando todo equilibrio económico se transforma en un dinámico movimiento con falta de estabilidad, pues al caer la demanda, las empresas ven reducidos sus beneficios al tener que reducir los precios para conseguir ventas. 

Lo raro es llegar a comprender que  la deflación se produce cuando la oferta de bienes y servicios en una economía es superior a la demanda, pues en el caso real que nos ocupa consecuencia de la guerra, y en el caso de Ucrania, máximo proveedor de grandes materias primas, como energía, aceites de girasol, pienso para animales y otra muchas varias,  las empresas se ven obligadas a reducir los precios para poder vender la producción y no verse obligadas a acumular stocks.

El mercado siempre gana como la banca y al fin y al cabo solo se trata de comprender que existe una demanda insuficiente o exceso de oferta, pero como siempre les animo a ser conscientes de lo que hacen y este caso a observar lo que compran pues la reduflaccion  está en el mercado diario.

 

                                                    Ferran Aparicio

                                                 30 de marzo de 2022

lunes, 15 de abril de 2019

FIASCO


Hay palabras que las oyes y te sorprenden y es que por su falta de uso en el lenguaje cotidiano te sorprenden y tienes que pensar fríamente el verdadero significado que tienen en el contexto en las que las oímos.

Cuando empiezas a investigar por aquello de la curiosidad y te documentas llegar a descubrir que el concepto de fiasco,  procede de la lengua italiana, alude a una frustración o un infortunio y al mismo tiempo éste término suele asociarse una desilusión o un fracaso.

En los  diccionarios de lengua suelen ponerse sinónimos  y en este caso se asocia al concepto de chasco. El chasco lo entendemos y asociamos al concepto de la desilusión, decepción, desengaño o sorpresa que produce un suceso o una contestación inesperada o adversa y  también supone desilusión que causa un suceso contrario a lo que uno esperaba.

Si buscamos sinónimos obtendríamos la palabra interjección que según su circunstancia o contexto en la que la manejemos expresa una impresión súbita o un sentimiento profundo, como asombro, sorpresa, dolor, molestia, etc. Sirve también para apelar al interlocutor, o como fórmula de saludo, despedida, conformidad, etc.

En cualquier caso ambas palabras son una expresión de disgusto y dependiendo del énfasis con que se diga puede tener distintas traducciones. 

Esto ocurre también con expresiones que hemos oído decir como "maldita miseria", que sería cuando alguien no puede hacer algo por falta de recursos, capacidad o que a la persona que se le encarga algo no lo haya hecho por alguno de los motivos anteriores.

Sin embargo cuando oímos fiasco nos resuena como algo que enmascara falsedad, siendo la falsedad en su significado absoluto el hecho de  negar lo que es cierto con el objeto en el que niega de favorecerse a sí propio aunque sea en daño ajeno.

Como consecuencia del fiasco, normalmente asociamos una decepción, entendiendo la decepción como el  pesar causado por un engaño​ un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o una persona.

La decepción se forma de unir dos emociones primarias, la sorpresa y la pena y en el caso de que la decepción, perdure, es un desencadenante para la frustración y más adelante, la depresión.

El lenguaje es un conjuro donde todo se puede ir relacionando, unas palabras te llevan a las otras, bien por encadenación, bien por asociación  pues la simple decepción se enfoca más en la insatisfacción proveniente del aspecto externo, que puede asociarse a la reacción del fiasco que hemos descubierto y en ocasiones no es suficiente imitar o copiar cómo lo hacen otros, sino modelar de otros aquello que nos acerca al resultado o deseo y eliminar lo que por otro lado nos separa de ellos, sin ser sorprendidos por el fiasco que nos produce.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                      15 de Abril de 2019

sábado, 20 de octubre de 2018

ERRORES VITALES


Llevo tiempo reverberando sucesos que han ocurrido en mi vida y que han constituido ciertos errores , bien por la inexperiencia vital , bien por no haber acertado en el camino a seguir, pero lo que bien es cierto que como se dice en el lenguaje popular “nada cae en saco roto”.

La experiencia es un grado pero cuando lo piensas fríamente aprendemos de los errores , caemos y nos volvemos a levantar , cambiamos de camino de dirección, pero también tenemos que asumir el coste de nuestras decisiones y errores.

La cuestión es que todos cometemos errores vitales, en cada etapa de la vida , infancia , adolescencia pubertad , juventud, madurez y tercera edad, tiene sus connotaciones erróneas, lo que es también cierto si lo pensamos fríamente es que seguimos aprendiendo de nuestros errores vitales y recomponiéndonos , por mal que nos siente, independientemente del coste que nos produce el error cometido.

El cometer un error es un cometido humano por excelencia , pues todos lo hacemos y no voluntariamente, el problema surge cuando no aprehendemos del error y no lo transformamos en experiencia como situación vivida y reconocida.

Por otra parte nos encontramos con nosotros mismos ante el error , unas veces lo admitimos y otras veces lo obviamos, permaneciendo en una situación que reconocemos pero aceptamos, desgastándonos inútilmente y perdiendo el tiempo en algo que nop nos aporta nada más que frustraciones innecesarias , es el error repetido simultáneamente en el proceso vital.

En nuestra perseverancia por sobrevivir debemos reconocer que lo perdido,.., perdido está y cuanto antes lo asumamos, antes saldremos de ese círculo que enmarca un vacío que no nos deja evolucionar.

Es común cometer errores vitales , cuando nos engañamos a nosotros mismos crean do una realidad inexistente o simplemente una situación ideal que carece de fundamento, la mente nos hace ver y ceer en cosas que no se sostienen por si mismo desde el amor al trabajo , podemos creer que nos gusta y realmente es la rutina la que cvrea costumbre y nos habitua a pensar lo satifechos que nos encontramos sin reconocer que , en el fondo es todo lo contrario.

Por otra parte si somos pragmáticos y racionales y valoramos el error  en relación al factor tiempo, si somos realistas y contabilizamos, perdemos mucho tiempo de nuestras vidas , en cometer errores que no nos aportan nada  y nos hacen dejar de vivir otras situaciones más efectivas , incluso placenteras , siendo victimnas de nuestro conformismo vital creado por la rutina y la costumbre.

Al final de todo solo se trata de tomar decisiones  y aprender de los errores , pues
haber tomado una decisión errónea no es tan grave como pueda parecer, son las  consecuencias la que al final nos hacen salir del círculo del error cometido, sin vuelta atrás y como siempre ,.., sin más.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                    20 de octubre de 2018

viernes, 10 de junio de 2016

INHABILIDADES E INCOMPATIBILIDADES

La pura realidad es que cada día aprendemos algo de lo que vemos, sentimos o escuchamos y por supuesto leemos , aunque dicen los expertos que de esto último, sólo nos queda el diez por cien de lo que ejercitamos.

En el momento que vamos a vivir de nuevo los españoles de turno o al menos los que decidan ejercer sus derechos, me llama la atención la disfunción semántica que se produce entre los términos de inhabilidades e incompatibilidades, aunque como siempre depende del sentido con que se diga o simplemente la situación  en que se produzca.

Lo que resulta bien claro es que no es lo mismo ser que parecer, y con estos términos ocurre un poco lo mismo, hay una gran diferencia entre la inhabilidad y la incompatibilidad y además es extensible a muchos aspectos de la vida desde el amor al dolor, pasando por el ser y el estar, por no mencionar el esperar,  simplemente por vocación o dedicación.

La inquietud en la gran diferencia entre ambos términos, la marca el tiempo en el que se sitúan estos términos y un poco en la integridad con la que nos enfrentamos a ellos.

Dicen los expertos jurídicos, como siempre según su leal y buen entender, salvo mejor fundamento basado en derecho que las inhabilidades son situaciones de hecho previo a la elección que impiden a la persona postularse validamente para ostentar una situación , ejercicio o profesión, por decir un algo mientras que las incompatibilidades son situaciones de hecho coetáneas al desarrollo de un aspecto , cualidad o en su caso ejercicio de una actuación, generalizando de una forma simple e intentando que ambos términos nos sirvan para cualquier caso o situación.

Las incompatibilidades como concepto comina a la persona a la incapacidad  de hacer, desempeñar o realizar determinados actos, incluso trabajos sin embargo la inhabilidad es un estado previo a la incompatibilidad que determina que la persona no es hábil para el desarrollo de lo que se propone.

Resulta chocante como todos incluso pensando muy diferente nos damos cuenta de cuantas personas inhábiles e incompatibles estamos rodeados.

La voluntad también diferencia a estos términos en cuanto la incompatibilidad otorga la posibilidad a renunciar a seguir actuando, viviendo, o simplemente trabajando con el fin bien de dar una legalidad a la situación o simplemente  liberarse de algo con lo que no comulgamos. Cosa que no sucede con la inhabilidad, porque una vez una persona se encuentre inhabilitada o se un inhábil no tiene ninguna alternativa para superar tal situación, toda vez que no depende de su voluntad.

Les animo a planteárselo, yo ya lo he hecho y he llegado  a convencerme de cuan equivocados estamos muchas veces con los términos con los que convivimos.
                                                          
                                                                      Ferrán Aparicio
                                                                  10 de Junio de 2016