Hay palabras que no tienen desperdicio y elucubración es una de ellas por su carácter abstracto que le caracteriza especialmente y también por su carácter circunstancial, pero lo que en realidad le caracteriza es su posicionamiento.
La elucubración en sí mismo es un pensamiento, reflexión o hipótesis que es producto de la meditación, sin embargo también implica elaborar ideas, y en general sucesos o simplemente imaginar, generalmente sin mucho fundamento.
En general la elucubración supone elaborar una divagación complicada y con apariencia de profundidad, pero lo que está claro es que este pensamiento, idea o hipótesis es una especulación no fundamentada y producto de la imaginación.
En
el ámbito del arte se asocia con la
producción resultado de la aplicación
del subconsciente con lo que se proyecta
trabajando y velando y con aplicación e intensidad en obras de ingenio,
que al dedicarle muchas horas de meditación a veces se convierten en
meditaciones laboriosas sin sentido ni fundamento, imaginando sin ninguna razón
concreta.
La
abstracción está muy relacionada con la elucubración en cuanto que representan estados del
pensamiento en dos formas especiales; la
abstracción es el sentido general de la idea y su visión en la totalidad,
analizando por qué se da algo en su sentido general, mientras que la
elucubración es una revisión generalizada de una serie de situaciones
acaecidas durante un periodo de tiempo.
La
elucubración está muy relacionada con los periodos nocturnos, que son la etapa
del día donde recorremos en un instante las situaciones acaecidas en cuanto a actos y estados y en general por todo aquello
que quedo pendiente de analizar.
En
general hay muchas situaciones en nuestro pensamiento que a través de las elucubraciones nos permite procesar y descubrir en nuestro pensamiento o subconsciente el esquema real de los que nos preocupa o
estamos cuestionando, y en definitiva mediante la abstracción logramos extraer
el conocimiento puro de verdades o situaciones, que no hemos aclarado realmente
o simplemente las hemos dejado pasar , como siempre sin más.
Al final a través del conocimiento
simple de estos conceptos de aplicación
general, convertimos en un acto lo que hacemos inconscientemente, pero es muy
importante hacerlo con cierta consciencia para poder acumular conocimientos de
vivencias o estados vividos, sin tener que llegar al estado elucubración.
En definitiva sólo se trata de
examinar las situaciones para lograr comprender mecanismos y por éste medio es
posible que descubramos o sintamos formas de actuar o de accionar y virvilo
como conocimiento real y directo desde la consciencia del acto.
Al final somos la suma de los actos
conscientes independientemente de donde procedan , sin embargo el abreviar
mecanismos nos aporta estar más cercanos
a la realidad de nosotros mismos, lo que determina una elucubración
posicional constante que en definitiva nos proporciona el campo cultural
propio, único y exclusivo que nos caracteriza.
Ferran Aparicio
5 de diciembre de 2017