Dicen los especialistas que el hábito es necesario; es el hábito de tener
hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que uno debe combatir
incesantemente si quiere continuar y es
que lo que voy a razonar es que en el habito del orden esta la virtud,
por decir un algo.
El
otro día y como siempre no sé si por casualidad o porque necesitaba leer acerca
de ello, cayó en mis manos el modelo transteórico
del cambio de Prochaska y Diclemente. En general y a pesar de ser un modelo teórico
tiene connotaciones básicas que ayudan a replantearse cambios de vida hacia
hábitos saludables, a través de un modelo evolutivo de racionalización de lo
que se pretende.
En
general todos y antes de que suceda algo en nuestra vida, no somos conscientes
de tener un problema, hasta que una muestra nos llama la atención sobre lo que
nos está pasando o lo que estamos viviendo, y se puede manifestar desde la
negación a la racionalización o convencimiento en versus contrario.
El
problema surge cuando somos conscientes de que tenemos un problema y lo
asimilamos o simplemente lo derivamos en el tiempo. Pasado ese tiempo que para
cada uno tiene su dimensión se empieza a buscar la dirección a donde recurrir
para solucionar lo que nos parece un problema y como concepto tiene solución,
por aquello que de lo que no tiene
solución no resulta ser un problema.
Un
día te levantas y sin excusas , ni demora te enfrentas a darle la solución a
aquello que te preocupa, pues sin darte cuenta has ido psico analizando el
problema, o cuestión en toda su dimensión y la persona toma ya los pasos necesarios, sin
excusas, ni demoras, para dar los pasos
planificados.
Una
vez enfrentado a tu nueva realidad y habiéndose producido el cambio y teniendo
la nueva conducta instaurada, sólo se trata de y transformarla en hábito diario,
si bien y en cualquier caso la consolidación dependerá de
la envergadura del cambio y del momento en que estemos.
Con el
paso del tiempo y dentro del modelo transteórico del cambio, cuando se trata de
un hábito se dice que éste ya es sólido y es difícil abandonarlo, pues ya
forma parte de nuestra vida.
Como
todo en la vida todo tiene su proceso y procedimiento, simplemente se trata de
tomar la decisión de hacer algo específico para cambiarlo, yo en concreto y por poner un ejemplo, he dejado de
fumar, después de estar años intentándolo, es decir he alargado el modelo
transteórico aumentando el tiempo de
contemplación del problema realizando maniobras disuasorias y huidas hacia
adelante para no tener que encarar el verdadero problema.
Al
final llegas a la conclusión que cuando pases la primera etapa antes saldrás
del modelo transteórico del cambio, que
al fin y al cabo es para todo el mundo igual, sin excepción alguna.
Ferrán
Aparicio
20
de enero de 2017