En
la marina mercante, se conoce con el nombre de cuaderno de bitácora al libro en
el que los marinos, en sus respectivas guardias, registraban los datos de lo
acontecido.
Su
nombre le viene, cuando los buques carecían de puente de mando cubierto, era
costumbre guardar este cuaderno en el interior de la bitácora para preservarlo
de las inclemencias.
Hoy
en día en las bitácoras de red encontramos algunas particularidades, cualquiera
puede ser editor e informar y opinar acerca de cualquier tema, sin estar
mediatizado más que por el tiempo que se necesita para elaborar y publicar la
noticia, artículo o lo que le apetezca.
Escribir
de cualquier tema es expresar, todo el rato, que los horizontes están para
soñarlos y para esperar de ellos los deseos que uno anhela con más entusiasmo,
es como ir descubriendo el significado interno de las palabras , conceptos o
simplemente emociones.
En
general podemos decir que los diarios de campo o bitácoras de investigación
pueden ser vistos como un crisol de los diferentes ingredientes de un proyecto
de investigación, lo que incluye experiencias previas, observaciones, lecturas,
ideas y recursos para capturar la vinculación de los distintos elementos entre
sí.
La
vida misma nos acerca o nos aleja según suban o bajen las mareas, o según
aparezcan más o menos despejados nuestros horizontes. El horizonte que te rodea
te enseña que la vida es como la navegación, unos días en mares calmos, otros tratando de no
ahogarte, en medio de olas que amenazan con hundir profundamente todas tus
ilusiones.
La
memoria es como un gran depósito de recuerdos que funciona de manera increíble,
y por ello, para no olvidar es fundamental tener siempre el cuaderno de bitácoras
personal siempre al día, pues como personas que somos y cumpliendo añitos podemos
reaccionar con una rapidez enorme o quedarnos en blanco con una tontería que no
somos capaces de recordar.
También
a veces, sin proponértelo, te llegan imágenes,
recuerdos en cascada y con una nitidez
que encandila imágenes de personas y situaciones tan antiguas como conocidas,
que hacen que revivas momentos, que por lejanos, habías olvidado completamente,
y llegas a dudar de su significado pensando si es un proceso normal del
funcionamiento de nuestro cerebro o es una sincronización con mensaje para el momento
que estamos viviendo.
En
el cuaderno de bitácoras se refleja la dicotomía del sentido de la vida en
cuanto que todo es tan lejano y tan
cercano, al mismo tiempo y la distancia, como todo en la vida, es una cuestión
relativa.
Ferrán
Aparicio
15 de Febrero de 2018
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