La
tradición de la noche de San Juan, celebrando el solsticio de verano y las
tradiciones del fuego y el mar, desde saltar la hoguera a saltar las tres olas
cuando estas cerca del mar, como es mi caso, te enfrentas a hacer los conjuros,
quemar lo malo y pedir lo bueno, y después de mucho pensar,…, ya sé lo que
quiero.
Será
porque tras un año de muchas incidencias, perder amigos, ver a mi madre envejecer
en demasía, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas , momentos
super agradables y algunos de cierta mediocridad desagradable, para la edad que
poseo, como para empezar a colocar las cosas en su sitio.
Será
quizás que en esta noche de San Juan, la
sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado una bocanada de aliento para mí
, mis deseos e inquietudesy tener la
sensación de empezar a entender esto que se llama vida.
En
el trasfondo de este teatro de la noche de San Juan, se esconde el argumento de
que casi de lo que creemos que es importante es lo que aparece y te representa,
pero ni éxito, ni poder, ni el dinero, es más allá necesario de lo imprescindible parar vivir con
dignidad.
Por
otra parte también encomiendo a esa hoguera que he saltado que se lleve los
halagos sucios, el fango de la envidia, de la malediciencia del juicio ajeno, que
juzga sin saber lo que tu mismo sientes por dentro.
Me
acuerdo de muchos seres que me rodean que basan su vida a reposar en tumbas llenas de honores y
cuentas bancarias , ganadas gracias a sus propios esfuerzos ó a robos a mano
armada, basados en en el gran timo social , pues cuando roban a manos armadas
roban a una sociedad, que contribuye y deja de recibir gracias a sus honores.
También
es cierto que al mismo tiempo como miembro de esta sociedad rechazo el cinismo
de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar, las llamas del fuego
son para todo el mundo igual, y hay parte de esa sociedad que se desentiende
del malestar de los otros, sin dejar de nombrar a aquellos indiferentes que
nunca se meten en líos, ni saltan hogueras, ni se meten en el mar.
En
este preciso momento después de esta noche
de San Juan , tan mágica como real, se y sólo yo sé, que en este momento
de mi vida, no quiero casi nada, tan sólo seguir riendo con esa sonrisa fuerte
y jocosa que me caracteriza, seguir creyendo en esos principios y valores que
me han dado una directriz en el camino de mi vida donde la perseverancia ha
sido mi mayor compañera y ha sido el motivo de impulso y crecimiento tanto en
el éxito como en el fracaso.
También
quiero, eso si, mantener la libertad que me caracteriza, en la independencia de
mi vida pero también de mi compromiso con los que me rodean, eso si con el espíritu
crítico que me caracteriza y por los que pago con gusto todo el precio que haya
que pagar.
En
este nuevo día, amanece toda la serenidad después de haber quemado todo lo que
este año me ha hecho cierto daño o no me ha aportado nada y ha quitado tiempo
para dedicar a otras cosas, pues sólo se trata
de no estar jamás a la vuelta de nada y saber en cada momento lo que uno
quiere,.., sin más.
Ferrán Aparicio
25 de Junio de 2018
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