Desde hace unos días se
ha convertido en viral un poema fechado en 1800 durante una epidemia de peste, si
bien como se ha señalado en algunos de los infinitos mensajes que llegan estos
días a los móviles en los que la verdad está entreverada con la mentira.
La
pura verdad es que tiene su sentido y existen diferentes versiones pero cualquiera
de ellas, refleja la situación que hemos
vivido durante el confinamiento:
“Y la gente se quedó
en casa. Y leía libros y escuchaba. Y descansaba y hacía ejercicio. Y creaba
arte y jugaba. Y aprendía nuevas formas de ser, de estar quieto. Y se detenía.
Y escuchaba más profundamente. Algunos meditaban. Algunos rezaban. Alguno bailaban.
Algunos hallaron sus sombras. Y la gente empezó a pensar de forma diferente”.
Es
verdad que al descubrir que no tiene dos siglos pierde su halo de misterioso
presagio y el componente asombroso de vernos reflejados en el pasado. Pero no
deja de ser un fenómeno solo posible en un mundo interconectado como el actual
que permite tanto el viaje vertiginoso de un poema, como la expansión mundial
de un coronavirus.
El
texto, corto y sencillo, comparte características con la literatura, con un
contenido que trata de motivar al lector y un final esperanzador que remite a
los textos de autoayuda, otro de los géneros pujantes en tiempos de cuarentena.
El
final del poema nos revela el esperado
futuro de una vacuna que nos libre de
ese mal llamado corona virus, y bien si es verdadero como sea falso su fecha de creación, la esperanza es lo último que
debemos de perder.
Ferrán Aparicio
5 de septiembre de 2020
Y se amansen los caminos
Y seamos sobrevivientes
de un naufragio
colectivo.
Con el corazón
lloroso
Y el destino bendecido
Nos sentiremos dichosos
Tan solo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
Al primer desconocido
Y alabaremos la suerte
De conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
Todo aquello que perdimos
Y de una vez aprenderemos
Todo lo que no aprendimos
Ya no tenderemos envidia
Pues todos han sufrido
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos
Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamás conseguido
Seremos generosos
Y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
Que significa estar vivos
Sudaremos empatía
Por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo pobre
Era Dios disfrazado
Nunca preguntaste el nombre
Porque estabas apurado
Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida
La vida que hemos ganado
Poema presuntamenmte escrito durante la pandemia de
1800
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