Siempre
hemos intentado y nos han intentado ordenar nuestra vida desde antaño por decálogos,
desde los diez mandamientos, al decálogo del buen matrimonio por decir un algo
bien simple.
Sin embargo el minimalismo
real de la vida que llevamos y la obsesión de la época que vivimos por
simplificar, nos vale para decir que: cinco es solo cinco y no necesitamos más.
La simplicidad del cinco, se
reduce a la frugalidad por obligación en ausencia de metas e ideales pero de
más fácil consecución. En general los placeres más inmediatos son los que antes
se consiguen y es por ello que no necesitamos tener o conseguir un decálogo de
virtudes y proposiciones, para sentirnos plenamente realizados.
Hay lecciones básicas y
necesarias, que ya las tenemos asimiladas por educación, ética y moral, el que
las tenga por supuesto, pero factores como liderazgo, autenticidad, emotividad,
calidad personal y serenidad, en nuestra vida tanto personal como profesional,
son pilares fundamentales para humildemente
sentirnos plenos al cinco.
Como todo en la vida cada uno
utiliza los ingredientes que tiene como propios o necesita para el fin que visualiza,
sin embargo evitar reaccionar defensivamente y aprender de la observancia, son
ingredientes fundamentales en el ejercicio del respeto y para la ejecución de
cualquier meta.
Si a estos ingredientes, le
añadimos una actitud positiva, ni decir te diré, que hurgando en nuestras
pasiones aportaremos valor a todo lo que
hacemos.
Todo se mueve a gran velocidad
a nuestro alrededor y pocas cosas perduran, pero esas cinco solo cinco, que a
usted y a mí nos definen, son básicas para el desarrollo de lo aprehendido como
hechos validos, después de haber sido interiorizados, desde la consciencia,
para materializarlos directamente.
En éste sentido el filósofo Johannes
Hirschberger afirmó;” quien sólo vive en su propio tiempo es fácilmente víctima
de la moda, carece de experiencia intelectual y sucumbe a lo que sólo es
actualidad, capaz si, de cautivar, pero
carente de permanencia”, y en este sentido se trata de consolidad la
permanencia como algo básico.
En cualquier caso por humanos
que somos lo fácil es sucumbir con comportamientos incontrolados, pero si
reducimos nuestros empeños a cinco solo cinco, esto nos permitirá regular
correctamente la emocionalidad no placentera, enriqueciendo la conciencia y los
estados de ánimo, por lo que les animo desde la serenidad a simplificar por que
en cualquier caso esta acción permite poner foco en lo que realmente es
importante, desprendiendo lo innecesario, aunque sea más atractivo.
Recuerden, cinco sólo cinco,
porque en cualquier caso es mejor experimentar su receta con menos ingredientes
y adecuadamente que experimentar mucho y más si se hace de manera inconsciente.
Ferrán Aparicio
5 de octubre de 2015