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viernes, 15 de enero de 2021

LO TUYO ES PURO TEATRO

Recuerdo claramente cuando era un colegial, aquello que leía tan acertadamente en la obra de Calderón de la Barca, que la vida era un sueño y consecuentemente, y a colación se me ocurre también aquello de que lo tuyo es un puro teatro, tan animadamente cantado por Celia Cruz y como silogismo de ambos cabe decir que la vida es un puro teatro. 

La cuestión surge cuando un día te observas desde la observancia a ti mismo y te sientes espectador de la obra de teatro que te rodea, y te sientes artista y espectador al mismo tiempo, lo cual no es cuestión baladí.

Es bien cierto que los actos científicos comienzan con la observación como método de recogida de datos, sin embargo la observancia no puede ser considerada como un método científico. En la observancia se realizan observaciones casuales u ocasionales, comprobando los hechos tal y como se nos presentan espontáneamente, sin hipótesis previa, es decir sin intencionalidad de buscar una relación entre dos o más variables, en nuestro caso de nosotros mismos, desde fuera de nosotros mismos. 

El principal objetivo de la observación es la comprobación del fenómeno que se tiene frente a la vista, con la preocupación de evitar y precaver los errores de la observación que podrían alterar la percepción de un fenómeno o la correcta expresión del mismo.

Cuando observamos de forma no experimental tratamos de no interferir en el mundo natural, ya que queremos recoger datos del mundo tal y como se dan y siempre hay que diferenciar bien entre ellos, ya que la observación es directa y la interpretación es observación indirecta y son difíciles de separar porque la segunda deriva de la primera; por eso observar nunca es neutral, ya que el observador siempre influye. 

La observación es intencionada, voluntaria, estructurada y sistemática, que intenta describir, analizar, interpretar… comportamientos a todos los niveles, la observancia es un fenómeno reflexivo para verificar que lo que expresamos es lo que sentimos realmente.

Si tú puedes volverte el objeto de tu atención, desde la observancia, si tú puedes observarte desde afuera, entonces sin darte cuenta, has dado un salto de consciencia. 

Es como si vieras la diferencia entre ser y estar de una manera ficticia que sólo tú puedes interpretar. En el mundo karmico, si tú mismo eres el que se observa a ti mismo, se produce un fenómeno por el cual te transformas en un nuevo observador, que está presente en todos los instantes de tiempo, eso se le llama eternidad, infinito. 

Dicen que esta es tu verdadera identidad real, que podrá mostrarte si tú lo permites, el camino de regreso a tu esencia, en el aquí y ahora.

Cuando permites que este nuevo observador sea el nuevo huésped en lo que piensas, en lo que sientes y en lo que crees, será una revolución para ti. 

Es una forma de manejar la dicotomía entre el yo mismo y el espectador de mí mismo y en el fondo en función del posicionamiento, tú ya no serás más tú, y todo tu modo de percibir tu mundo y el mundo habrá cambiado. 

Bienvenido al teatro de la vida, donde eres actor y espectador, desde la conciencia del posicionamiento del yo extra corporal y de la pura y dura observancia, y más en los tiempos que corren donde el lenguaje de los ojos es vital, pues es lo único que se nos ve con la dichosa mascarilla puesta.

Ferrán Aparicio
15 de Enero de 2021


sábado, 10 de marzo de 2018

ESPIRITUALIDAD VIRTUAL


Mucho se ha hablado sobre los tipos de personas que nos encontramos en esta sociedad, y entre todos los estereotipos se hallan la gente con una espiritualidad virtual y me refiero a aquellos estereotipos que trasmiten esa trascendencia, ese lugar de la existencia en la que nuestra individualidad se disuelve para dar paso a nuestra universalidad.

Nos es un tema fácil de tratar aunque  a lo largo de la historia las diferentes tradiciones espirituales nos han hablado de ello y tratado de instruir en las vías y caminos para experimentarlo.

Al fin y al cabo e independiente de las distintas corrientes filosóficas que han evolucionado todas tienen una denominación común en cuanto al concepto de  espiritualidad y su reflejo diario y es la pasión por la vida.

La pasión de la vida está muy relacionado con la dimensión de la trascendencia como una metáfora espacial de cierta abstracción y con cierto carácter virtual, y más en la época que vivimos en la actualidad , donde los virtual es un concepto asimilado.
Si hablamos de pasión por la vida, no podía faltar esta dimensión.

Trascender significa conceptualmente  pasar de un ámbito a otro, atravesando el límite que los separa, pero desde la espiritual virtual, el concepto de trascendencia incluye además la idea de superación o superioridad.

En la tradición filosófica occidental, la trascendencia supone una imagen de algo más allá del punto de referencia, que resulta difícil de explicar por la idea intuitiva de lo que se transciende. Al mismo tiempo trascender significa la acción de sobresalir, de pasar de dentro a fuera de un determinado ámbito, superando su limitación o clausura, pero que se encuentra por encima de lo puramente inmanente.

Planteado este silogismo  acabaríamos cerrando consecuentemente con que  la inmanencia es, precisamente, la propiedad por la que una determinada realidad permanece como cerrada en sí misma, agotando en ella todo su ser y su actuar.

 La trascendencia supone, por tanto, la inmanencia como uno de sus momentos, al cual se añade la superación que el trascender representa.

Lo inmanente se toma entonces como el mundo, lo que vivimos en la experiencia, siendo lo trascendente la cuestión sobre si hay algo más fuera del mundo que conocemos y se refiere más a la posibilidad de un conocimiento objetivo de lo real centrándonos en la problemática de nuestra existencia de un modo inevitable siempre está abierto a esa dimensión misteriosa de lo trascendente.

Al  final si nos situamos desde la observancia, la espiritualidad virtual no es más que lugar interior en el que nos sentimos unidos la vida misma, siendo este espacio el  lugar en el que trascendemos nuestros pensamientos, y entramos en el mar infinito e ilimitadode la  naturaleza humana.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                       10 de marzo de 2018


lunes, 15 de enero de 2018

MI SEXTO SENTIDO

Hablar de sexto sentido cuando sabemos que todos los humanos tenemos cinco es hablar de la capacidad natural de ser humano por intuir, anticipar o descifrar la sincronicidad de los acontecimientos y señales que nos ocurren diariamente.

Su manifestación es común y por todos o casi todos conocida es simplemente esa voz interior que nos llega desde la lucidez de esas corazonadas que nos adelantan o revelan un hecho, razón o simplemente una idea, pudiendo proceder del sentimiento o de nuestro pensamiento, siendo las sentidas las que provienen de nuestro interior y las pensadas de nuestra racionalidad.

El problema surge  en la baremación de la fiabilidad de ese sexto sentido y en cualquier caso hay que darle el valor que merece, pues al fin y al cabo son únicas y personales procedentes de nuestro cerebro de nuestro interior subconsciente y suelen ser la respuesta  adecuada a un instante de necesidad.

Los que somos abogado del planteamiento  de que las cosas llegan en su justo momento, ni antes ni después, confiamos en las señales , pensamientos y demás connotaciones que nos trasmite nuestro sexto sentido , desde la afinidad , a la empatía o simplemente a una observación puntual de advertencia.

 Su trascendencia así como su eterizad le permite el hecho de  siempre estar ahí, presente pero oculto, discreto pero guiando, modelando muchas de nuestras reacciones, de los caminos que tomamos en la vida, pues disponer de una buena inteligencia intuitiva es permitirnos profundizar más en nosotros mismos para adaptarnos mucho mejor a nuestro entorno, como algo personal e intransferible.

La faceta intuitiva del sexto sentido es un fabuloso sistema de supervivencia, pues de algún modo funciona, como un “sistema de alarma” y aviso a navegantes, cuando algo va a pasar ese sexto sentido nos avisa de un modo rápido y efectivo, se activa este fascinante circuito interior.

Es sin duda un don fascinante, y dicen que se desarrolla entre los cuarenta y cincuenta años, donde la consciencia de nuestro subconsciente se traslada al presente a través de estos procedimientos, eso sí desde la observancia no hay que perder la tierra de la vista

Es bien cierto que no somos gurús ni magos merlín en nuestras vidas , pero si sabemos que debes ver y tocar una cosa para creer en ella, cosa que en el caso de la intuición la creemos a ciencia cierta , como un fenómeno personal en el que creemos lo que sentimos y no vemos.

Al final y de una forma general  sólo se trata de escuchar tu voz interior, conectar con su soledad de forma frecuente y dejar la mente en blanco dentro de un procedimiento de meditación natural, fomentando la observancia y practicando  la atención plena, atendiendo a las corazonadas y no perdiendo de vista el contenido de los sueños, pues como dice el dicho tradicional, brujas haberlas hailas y al fin y al cabo el intelecto siempre tiene la razón, pero la intuición rara vez se equivoca.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                     15 de enero de 2018

domingo, 10 de septiembre de 2017

OPTIMISMO VITAL

Ya lo decía en multiples ocasiones Cayetano Veloso, “ maix vale ser alegre , que ser triste, pero si además tienes una actitud positiva y optimista, tu éxito en la vida está asegurado.

El optimismo como concepto y práctica se define como la predisposición a entender y analizar la realidad desde su aspecto más positivo. Es bien cierto y lo sabemos por experiencia, que cuando nos sentimos optimistas avanzamos y no nos quedamos estancados ante las dificultades, inseguridades, miedos y controversias y nos encontramos con una actitud valiente y decidida, lo que te permite, vivir, pensar y sentir con ilusión y consecuentemente te centras en los problemas, hayas las soluciones y sobre todo, perseveras en lo que parece imposible hasta llegar a lo posible.

Está plenamente comprobado que las percepciones son subjetivas, pues somos nosotros mismos los que moldeamos y visualizamos la perspectiva de las cosas, problemas y situaciones, independientemente de las circunstancias que rodean a cada situación.

Otra de las ventajas de las muchas innumerables y a colación de que, “más vale ser alegre que ser triste”, es que la gente  aprecia y valora la gente alegre y positiva que contagie emociones que movilicen a vivir mejor.

La perspectiva de ti mismo es el método para visualizarte a ti mismo, como toma de consciencia, es por ello que observarte, analizar tus sentimientos y ver tu reacciones ante los retos que te va poniendo la realidad de tu vida, ayuda a controlar ese optimismo vital , que solo genera un bienestar emocional.

Esta práctica de la observación es solo un hábito que se consigue con  práctica y entrenamiento, pero como todo en la vida se consigue con perseverancia y al final el resultado no solo es personal sino colectivo, pues se transmite un estado de plenitud a la gente que nos rodea.

Al final la pócima mágica del optimismo vital, se centra en el tiempo, y cuando digo tiempo hablo del presente, obviando el pasado como algo que ya no nos es circunstancial, por lo que uno de los secretos de la pócima es persistir en los objetivos coetáneos a pesar de las dificultades y contratiempos que surjan, pues al fin y al cabo nuestro objetivo es que las cosas salgan bien, centrando en las oportunidades y no en las amenazas que se determinan en el método DAFO.

El control emocional con tu propia experiencia te ayuda a comprender y racionalizar que las dificultades o contratiempos se deben a circunstancias manejables más que a los fallos propios.

Como siempre te animo a reflexionar, y buscar las claves para obtener tu optimismo vital, pues como todos no somos iguales,  la formula sólo se reduce al conocimiento de tus emociones, pero en cualquier caso no olvides nunca que : “ maix vale ser alegre , que ser triste “, primero por ti mismo y después por los demás, pues a nadie le amarga un dulce.

       Ferrán Aparicio
10 de septiembre de 2017

jueves, 1 de junio de 2017

COMBINACIONES EXOTICAS

La depresión y la ansiedad  son dos trastornos mentales que generalmente van asociados y que muchos no entienden, no sabe identificar, ignoran los motivos que llegan a desencadenarlos, y hasta dudan de su existencia al considerarlos como manifestaciones propias de la debilidad de quienes los sufren, al carecer de la fuerza de voluntad suficiente para dejar de experimentarlos.

Sin embargo los que algún día abrimos las puertas de esta combinación exótica de ansiedad y la depresión, sabemos que son puertas que se abren pero no tienen cierre alguno de por vida, lo cual nos hace susceptible de estar muy pendientes de nosotros mismos desde la observancia.

Es bien cierto que con un buen tratamiento, no sólo físico sino químico y mental uno aprehende desde la observancia a reaccionar ante el menor síntoma o bajón emocional.

También es común  el no entender a quienes sufren de ansiedad o depresión  y que generalmente se asocia como algo exclusivo de personas poco formadas o carentes de sensibilidad o de empatía y la pura verdad que es un mal común a todos los humanos independiente de su formación, sensibilidad o empatía.

La cruda realidad demuestra que quien nunca ha pasado por uno de estos procesos, tiende a no entender a quienes los sufren y a considerarlos como seres débiles, tanto es así que con frecuencia se recurre a expresiones desafortunadas con las que pretendidamente se intenta ayudar y que en realidad sólo potencian el malestar de alguien a quien le resulta imposible salir del agujero en que se encuentra sumido.

Nuestra relación con la gente que sufre o sufrimos de alguna manera o en cierto grado este tipo de bajones anímicos es tener que oir aquello que lo importante es superarlo, aunque al fin y al cabo la ansiedad y la depresión, no es algo se supera sólo con la voluntad.

Etapas conflictivas, llenas de desánimo pueden estar relacionadas con causas endógenas o exógenas y lo que hay que tener claro es  que no podemos confundir la depresión con la tristeza, tanto para nosotros mismos como para los demás y en cualquier caso hay que esforzarse en comprender o al menos respetar.

El desgaste que produce una depresión o un estado de ansiedad continua es algo que sólo la conoce el que la sufre, que no es más que hablar de la anhedonia o pérdida de la capacidad de disfrutar de las cosas que antes generaban placer, la combinación resulta explosiva y el nefasto resultado es que vivir se convierte en una experiencia dramáticamente diferente para el deprimido.

 Las experiencias y la vida misma las vivimos cada uno y lo mejor si alguien intenta controlar su propia ansiedad es no inmiscuirse para evitar una retroalimentación o contaminación mutua.

Los problemas son problemas cuando tienen solución, cuando ya no la tienen, dejan de ser un problema, pero quienes conviven  con la depresión y la ansiedad, dos manifestaciones anímicas y emocionales que tal vez todos hayamos experimentado en algún momento de nuestras vidas, pero que quienes las sufren de modo crónico y no como algo circunstancial, las soportan como un terrible sufrimiento, muy distante a un problema carente de solución.
           
Ferrán Aparicio
1 de Junio de 2017

lunes, 22 de mayo de 2017

VISION EXTERNA , OBSERVANCIA

Me viene a la cabeza, aquello que  decía tan acertadamente Calderón de la Barca, que la vida era un sueño y consecuentemente se me ocurre también aquello de que lo tuyo es un puro teatro, tan animadamente cantado por Celia Cruz   y como silogismo de ambos cabe decir que la vida es un puro teatro. La cuestión surge cuando un día te observas desde la observancia a ti mismo y te sientes espectador de la obra de teatro que te rodea, y te sientes artista y espectador al mismo tiempo, lo cual no es cuestión baladí.

Es bien cierto que los actos científicos comienzan con la observación como método de recogida de datos, sin embargo la observancia no puede ser considerada como un método científico. En la  observancia se realizan observaciones casuales u ocasionales, comprobando los hechos tal y como se nos presentan espontáneamente, sin hipótesis previa, es decir sin intencionalidad de buscar una relación entre dos o más variables, en nuestro caso de nosotros mismos, desde fuera de nosotros mismos. 

El principal objetivo de la observación es la comprobación del fenómeno que se tiene frente a la vista, con la preocupación de evitar y precaver los errores de la observación que podrían alterar la percepción de un fenómeno o la correcta expresión del mismo.

Cuando observamos de forma no experimental  tratamos de no interferir en el mundo natural, ya que queremos recoger datos del mundo tal y como se dan y siempre  hay que diferenciar bien entre ellos, ya que la observación es directa y la interpretación es observación indirecta  y son difíciles de separar porque la segunda deriva de la primera; por eso observar nunca es neutral, ya que el observador siempre influye. 

La observación es intencionada, voluntaria, estructurada y sistemática, que intenta describir, analizar, interpretar… comportamientos a todos los niveles, la observancia es un fenómeno reflexivo para verificar que lo que expresamos es lo que sentimos realmente.

Si tú puedes volverte el objeto de tu atención, desde la observancia, si tú puedes observarte desde afuera, entonces sin darte cuenta, has dado un salto de consciencia. 

Es como si vieras la diferencia entre ser y estar de una manera ficticia que sólo tú puedes interpretar. En el mundo karmico, si tú mismo eres el que se observa a ti mismo, se produce un fenómeno por el cual  te transformas en un nuevo observador, que está presente en todos los instantes de tiempo, eso se le llama eternidad, infinito. 

Dicen que esta es tu verdadera identidad real, que podrá mostrarte si tú lo permites, el camino de regreso a tu esencia, en el aquí y ahora.

Cuando permites que este nuevo observador sea el nuevo huésped en lo que piensas, en lo que sientes y en lo que crees, será una revolución para ti. 

Es una forma de manejar la dicotomía entre el yo mismo y el espectador de mí mismo y en el fondo en función del posicionamiento, tú ya no serás más tú, y todo tu modo de percibir tu mundo y el mundo habrá cambiado. 

Bienvenido al teatro de la vida, donde eres actor y espectador, desde la conciencia del posicionamiento  del yo extra corporal y  de la pura y dura observancia.

Ferrán Aparicio
20 de mayo de 2017


miércoles, 15 de febrero de 2017

ACTOS CONSCIENTES

Llevamos unas semanas derivando en el mar de los propósitos, tras la entrada en un año nuevo lleno de buenas intenciones. Es un acontecimiento que sucede año tras año y este año, y este año he decidido coger el toro por los cuernos y que no se me escape una año más, antes de la cuenta atrás, pues el tiempo no vuela, galopa especialmente cuando  pasas el hemisferio de los cincuenta.

Cada día tengo más claro y en ese sentido estoy y sigo escribiendo, que para llegar a un estado de plenitud continuo, solo se trata de simplificar cualquier procedimiento o situación  y poner consciencia a lo que estamos haciendo.

Solo se trata de visualizar y fijar unas metas y objetivos diarios, que junto a los  hábitos que vamos fijando, mecanizan el procedimiento de una forma natural, desarrollando esa parte de nosotros mismos, es decir la conciencia, que es observadora de nuestra propia experiencia.

Siempre y cada día más, he creído y atendido a la sincronicidad de las cosas y situaciones como una esencia fundamental y espíritu de vida, pero lo que es bien cierto o al menos a mí me lo parece es que la visualización de lo que queremos,  es una capacidad para focalizarse en la experiencia pero sin perder la conciencia de que estamos en esa experiencia, desde el yo observador.

Lo bueno de observar desde la observancia, de ser espectador  de nosotros mismos, es que las situaciones no nos arrastran  sino que podemos decidir cuándo nos entregamos a ella  y cuando mantenemos una distancia prudencial. Al final solo   se trata de un acto consciente  selectivo  en el que materializamos una manera de ver el mundo y relacionarnos con él, sabiendo que es algo nuestro, propio e interno y que no depende de nada exterior.

El observar desde la observancia, es simplemente ejercer lo que muchos gurús tildan de meditación y simplemente desde el espacio neutro de una mente en blanco, enfocar para aprehender a observar nuestro ego o dicho de otra forma captar lo que nuestra mente está intentado transmitir desde su interior, para trasladarla al aquí y el ahora o simplemente para visualizar de una forma la esencia de algo que tenemos pendiente o simplemente nos preocupa. Lo que está claro y el tiempo y tu corazón a través  de tu tensión arterial te va a demostrar, es que también se trata de ir bajando el ritmo, no podemos seguir en un estado de stress continuo corriendo de un lado para el otro.

Cuando tenemos una decepción, un duelo o dolo o simplemente perdemos a alguien cercano, nos viene a la cabeza siempre y comúnmente a los humanos el hecho de que esta vida es un pasar , y que sólo se trataría como actos conscientes que son el disfrutar de las pequeñas cosas y a veces no tan pequeñas que la vida nos da cada día, agradeciendo estar vivos y  con la posibilidad de disfrutar de todo y cada uno de lo que las vida nos aporta, pues es una forma  de actuar que nos lleva de vuelta al presente, a lo que hay aquí y ahora. De la misma forma aceptar que la vida no es perfecta y aceptar que cada día la vida nos va a traer pequeñas contrariedades sin importancia o con ella pero que al fin y al cabo sin tiene solución serán subsanables y si no la tienen  simplemente habrá que aceptarlas como lo que son contrariedades.

Estas actitudes son la base desde la que luego podrás construir aquello que desees, porque lo esencial es sentirse bien en el interior y con uno mismo, cada día como un acto consciente,  y a partir de ahí se pueden todo lo que te propongas.

                 Ferrán Aparicio
15 de Febrero de 2016

viernes, 15 de abril de 2016

NERVIOS DE ACERO


Hoy en día muchos pueden ser los hechos, acontecimientos o factores que disparen nuestros nervios y tensiones dentro del trabajo, desde las dificultades económicas, el clima laboral o hasta una comida familiar en que tropezamos con nuestro cuñado favorito.

Lo cierto es que sin avisar y como enemigo silencioso, la tensión en general nos hace malas pasadas y afecta a nuestra tranquilidad como sistema de vida sin poder controlar nuestras reacciones.

El nerviosismo es una reacción natural de nuestro organismo para indicarnos que estamos frente alguna amenaza como sucede también con actitudes como el miedo y de una forma sistemática nuestra naturaleza y atención se concentra en cómo resolverlo.

Como sucedía con nuestra reacción ante el miedo muestro organismo y nuestra mente nos recrea un panorama normalmente sobredimensionado y poco natural en cuanto que reaccionamos sin realmente racionalizar la dimensión del problema o situación que estamos valorando, viviendo o simplemente pensando.

Los nervios de acero son esa virtud que nos permite desde la tranquilidad focalizar nuestra atención para poder valorar la trascendencia de lo que está ocurriendo, pues al final lo que importa no es la magnitud que nos desestabiliza sino nuestra reacción de resolución ante lo que se nos presenta.

A más abundancia el problema de controlar nuestros nervios deriva en una sensación de malestar que no nos aporta más que un resentimiento por no haber reconducido la situación a buen puerto.

Quizás no podemos controlar todas las situaciones que ocurren en nuestra vida pero tampoco debemos aumentar visceralmente un problema mayor del que pretendemos solucionar.

Hay trucos como son la observancia que nos permite observarnos en cuanto cuales son nuestros síntomas de agitación y conociéndolos y racionalizándolos manejar la respuesta estudiada para cuando estos aparecen. Como mecanismo de escape la observancia nos permite ganar tiempo para no llegar a vivir un estado de estallido emocional innecesario y en eso se centra la idea de cultivar los nervios de acero.

Como siempre el factor tiempo y el cultivar los mecanismos acción y reacción son la clave para poder dar una respuesta emocional controlada.

Ni se trata de soportar un resentimiento doloroso emocionalmente por haber caído en el juego, ni tampoco de callar para soportar la situación como medio de aquietar una reacción inmediata.

Nuestras creencias son tan fuertes porque nosotros las tomamos como la única verdad, pero en la mayoría de las ocasiones son sólo interpretaciones del mundo que nos rodea, y podemos variarlas y avanzar en el tiempo, pero como todo en la vida, en la moderación está la virtud y en la tranquilidad está el acierto, como siempre sin más, con nervios de acero.


                                Ferrán Aparicio
                            15 de abril de 2016




lunes, 5 de octubre de 2015

CINCO, SOLO CINCO


Siempre hemos intentado y nos han intentado ordenar nuestra vida desde antaño por decálogos, desde los diez mandamientos, al decálogo del buen matrimonio por decir un algo bien simple.

Sin embargo el minimalismo real de la vida que llevamos y la obsesión de la época que vivimos por simplificar, nos vale para decir que: cinco es solo cinco y no necesitamos más.

La simplicidad del cinco, se reduce a la frugalidad por obligación en ausencia de metas e ideales pero de más fácil consecución. En general los placeres más inmediatos son los que antes se consiguen y es por ello que no necesitamos tener o conseguir un decálogo de virtudes y proposiciones, para sentirnos plenamente realizados.

Hay lecciones básicas y necesarias, que ya las tenemos asimiladas por educación, ética y moral, el que las tenga por supuesto, pero factores como liderazgo, autenticidad, emotividad, calidad personal y serenidad, en nuestra vida tanto personal como profesional, son pilares  fundamentales para humildemente sentirnos plenos al cinco.

Como todo en la vida cada uno utiliza los ingredientes que tiene como propios o necesita para el fin que visualiza, sin embargo evitar reaccionar defensivamente y aprender de la observancia, son ingredientes fundamentales en el ejercicio del respeto y para la ejecución de cualquier meta.

Si a estos ingredientes, le añadimos una actitud positiva, ni decir te diré, que hurgando en nuestras pasiones  aportaremos valor a todo lo que hacemos.

Todo se mueve a gran velocidad a nuestro alrededor y pocas cosas perduran, pero esas cinco solo cinco, que a usted y a mí nos definen, son básicas para el desarrollo de lo aprehendido como hechos validos, después de haber sido interiorizados, desde la consciencia, para materializarlos directamente.

En éste sentido el filósofo Johannes Hirschberger afirmó;” quien sólo vive en su propio tiempo es fácilmente víctima de la moda, carece de experiencia intelectual y sucumbe a lo que sólo es actualidad, capaz si,  de cautivar, pero carente de permanencia”, y en este sentido se trata de consolidad la permanencia como algo básico.

En cualquier caso por humanos que somos lo fácil es sucumbir con comportamientos incontrolados, pero si reducimos nuestros empeños a cinco solo cinco, esto nos permitirá regular correctamente la emocionalidad no placentera, enriqueciendo la conciencia y los estados de ánimo, por lo que les animo desde la serenidad a simplificar por que en cualquier caso esta acción permite poner foco en lo que realmente es importante, desprendiendo lo innecesario, aunque sea más atractivo.

Recuerden, cinco sólo cinco, porque en cualquier caso es mejor experimentar su receta con menos ingredientes y adecuadamente que  experimentar mucho  y más si se hace de manera inconsciente.

              Ferrán Aparicio
        5 de octubre de 2015