Dicen que el
orden y el concierto son factores que facilitan el estado del equilibrio. Si de
equilibrio estamos hablando no podemos dejar de pensar en el Feng Shui.
El feng
shui es un antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la
ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr de éste una
influencia positiva sobre las personas que lo ocupan.
Está claro y
todos hemos oído que se trata de un arte ancestral que parte de la cosmología
china o, lo que es lo mismo, la ciencia que trata del origen y la evolución del
universo, buscando adecuar las condiciones ambientales para fomentar el
bienestar y equilibrio del individuo con su entorno.
También es
cierto que el sentido común, algo ya no muy común en la sociedad que vivimos,
nos puede ayudar a comprender el hecho de la existencia de una energía que
puede verse afectada por las condiciones del espacio, la orientación o los
cambios hagan que resulte de lo más interesante a la hora de decorar el hogar.
El Feng shui
es una ciencia que es aplicable a todos los aspectos de la vida, sin embargo se refleja mucho en
nuestra casa y en especial en la imagen y en el sentido del orden que son
detalles de bienestar pues donde reina el orden atrae la prosperidad y es que
deshacerte del desorden libera energía y, en consecuencia, favorece la
circulación de la energía positiva y atrae la prosperidad.
Dicen que el
Feng shui se relaciona directamente con la habilidad de cada uno para atraer el
dinero y que la cocina de nuestra casa en concreto, es la que nos determina esta
relación. Tanto es así que mantenerla limpia y ordenada más que una
recomendación es casi un imperativo para quienes buscan la abundancia aplicando
las técnicas de esta filosofía milenaria.
Pero cuando
hablamos de hacer Feng Shui yo personalmente lo relaciono con el orden y si tenemos
en cuenta que una de las claves de Feng shui es la circulación de las energías
y, en lo que a atraer el dinero se refiere, de las positivas en particular, lo
peor que puedes hacer es acumular trastos que ya no necesitas.
Hacer una limpieza profunda además de liberar
espacio y acumular cosas que no necesitamos ni usamos es y tener la oportunidad de hacer fluir una energía
positiva, pues ya lo dice el dicho “donde no sale nada,…, no entra nada“, y la verdad que no le falta
razón.
Respeto a los
colores , yo ya no estoy tan atinado y
de acuerdo como lo es el Feng Shui pues relacionar los colores rojos con la
atracción del dinero y la suerte, parece que es una tradición china, que en
occidente cambiaríamos por colores neutros en cuanto que nos transmiten mayor
relajación , tranquilidad y en definitiva sensación de bienestar y la gama cromática debe
ir en consonancia con tus gustos personales ya que la energía no parte solo de
los colores elegidos, sino que se construye con los habitantes de la casa en
cuestión y si no te gustan, difícilmente podrá circular la energía positiva que
persigue el Feng shui.
Ferrán Aparicio
15
de Abril de 2017