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martes, 25 de junio de 2019

VIRTUOSISMO REAL

Dicen que una de las virtudes más apreciadas por la humanidad, es el virtuosismo de la tranquilidad. Paradójicamente la sociedad actual se ha contaminado  de esa adicción al estrés como modus vivendi.

Todos conocemos o reconocemos de alguna forma el concepto de estrés, pues en mayor o menor medida lo hemos vivido en algún momento; sin embargo lo que muchos no conocemos es que hay tres tipos de stress en la actualidad: el agudo, el episódico y el crónico y cotidiano.

Como vemos hasta el estrés queda referenciado en el tiempo que nos afecta. El estrés se convierte en peligroso cuando se da alguna de estas tres circunstancias adversas: la frecuencia, la prolongación en el tiempo o la localización en una parte del cuerpo.

Las consecuencias del estrés se traducen  en manifestaciones patológicas crónicas  como son la ansiedad, la depresión, el dolor de espalada o simplemente el dolor de estomago, por decir un algo.

En cierta forma  el cuerpo nos está avisando de lo que está ocurriendo, sin embargo y por lo general y a pesar de la claridad de los síntomas, la respuesta del ser humano suele ser errónea y es aislarse e ignorar la expresión corporal de la patología  evidente que estamos sufriendo.

Muchos especialistas  reconocen que el aislamiento fomenta y incrementa el grado de estrés, cuando una terapia natural y saludable  sería expresarse reconocer las exigencias  y el desequilibrio, abrirse a los demás y buscar ayudas de los otros o simplemente de un profesional.

Es importante por su peligrosidad el analizar su patología clínica, aunque en la mayoría de los casos se produce por problemas laborales, en los que el entorno , las relaciones entre los puestos de trabajo de responsabilidad, la sobrecarga de trabajo o en un estilo de dirección de ordeno y mano que marca a la persona,crea una situación insostenible.

La inseguridad del propio trabajo y trabajador con tanto despido y liquidación, así como unas relaciones interprofesionales inadecuadas pueden dar lugar a un trabajo estresante y monótono.

El dialogo participativo, la revisión del esquema organizativo, la cooperación son factores que ayudan a solucionar el problema.

Cuando la situación es irreversible que se resiste a mejorar, lo mejor es cambiar de trabajo y se lo digo porque yo ya he empezado ha planteármelo, porque lo que está claro es que no hay que olvidar que la salud va en ello y con la salud no se juega.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                     25 de  Junio de 2019


martes, 30 de enero de 2018

MANDALAS

Hace unos años tuve la oportunidad por mandato imperativo en un proceso de ansiedad de experimentar el pintar mandalas como terapia de relajación y concentración emocional. La experiencia es muy recomendable y aconsejable y los resultados cuando los ejecutas son diferentes en función del encuentro emocional con el que te encuentras.

Los mandalas son representaciones simbólicas espirituales y rituales del macrocosmos y el microcosmos, utilizadas en el budismo y el hinduismo y es un término de origen sanscrito, una antigua lengua que se hablaba en la India y que hoy se conserva gracias a algunos textos sagrados

Analizando su estructura y estudiando el término según diversas fuentes, se compone de una estructura que parte de un círculo inscrito dentro de una forma rectangular, que representa el espacio sagrado y a partir de los ejes cardinales se suelen sectorizar las partes o regiones internas del círculo-mandala.

Independientemente de la temática o geometría que represente, las formas concéntricas sugieren una idea de perfección, de equidistancia con respecto a un centro y de que el perímetro del círculo evoque el eterno retorno de los ciclos de la naturaleza.

El mandala como significado es círculo sagrado, y simboliza el centro de todo, alrededor del cual giran el resto de las cosas. El uso de mandalas ayuda a reducir los niveles de estrés, la angustia, la ansiedad y el algunos estados de depresión, además mejora la atención y la memoria y la autoestima, potencia la concentración e incluso nos hace pensar de forma diferente, encontrando de forma más rápida y sencilla la solución a los problemas.

 Los mandalas  son  un símbolo de cómo las cosas van cambiando, pues un mismo mandala si lo pintaramos dos veces, darían un resultado distinto, en cuanto a entonación de colores se refiere ya que si bien ayudan con la meditación,  mientras se va creando el dibujo, quien participa en ello entra en un estado de concentración que lo transporta a través de su existencia y recrea el estado de origen y equilibrio que le ayuda a purificarse y cambiar su entorno.

Los colores se diferencian por su significado: el negro está relacionado con el misterio, pero también con la muerte y la tristeza, al contrario el blanco es luz, pureza y perfección.

El color azul transmite la paz y la tranquilidad, el color verde la felicidad y la naturaleza, el
color rojo pasión y energía vital; el color naranja un sentimiento de ternura y energía, y el
color violeta la espiritualidad y la transformación, la combinación de ellos te dan una radiografía en la que se encuentra tu ser y su esencia.

Si dedicas unos minutos al día a pintar y verás cómo tu mente se concentra mejor poco a poco, no solo en los mandalas, sino en el resto de actividades cotidianas, así como que tu sueño será más profundo y el descanso más reparador.

La observancia de la observancia de como reflejamos nuestro estado psíquico-emocional es tan fácil como coger un mandala impreso y enfrentarnos desde la meditación o simplemente la tranquilidad a rellenarlo para luego ver un resultado reflejo.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                     30 de enero de 2018

lunes, 25 de diciembre de 2017

TRANQUIDAD ABSOLUTA

Uno de los estados que más anhelamos , excepto error u omisión el estado de tranquilidad absoluta , bien por el estado de relax que nos produce bien por la paz interior que sentimos.

Dicen que disfrutar de la paz interior es el estado ideal para cualquier persona, pues presuntamente consigues estas en un estado en que nada de lo que ocurre exteriormente te perturba , lo que vulgarmente se podría trasladar a la expresión “ a mi plim”.

Siendo realistas este estado de calma no se trata de que las cosas que suceden a tu alrededor no te alteran , emocionan o preocupan, si eres como un espectador que observa desde la observancia, valga la redundancia, sin juzgar, sino simplemente como una actitud respuesta del bienestar que sientes con respecto a ti mismo.

Es relativamente fácil sentirte con paz interior y bienestar cuando las cosas te van bien y estás feliz con tu vida y tus circunstancias. Lo realmente difícil es mantener esa calma cuando las cosas son desagradables o directamente complicadas. Ahí es donde se demuestra si eres capaz de acceder a ese estado de sosiego, de paz interior o si por el contrario te vas a dejar llevar por la corriente externa de malestar y desasosiego.

Es inapelable que cuando a una persona el mundo le sonríe es más fácil estar bien contigo mismo, aunque no siempre se cumple, cuanta gente de éxito no siente esta tranquilidad interior, pero lo que resulta extremadamente difícil es cuando la vida no te sonríe y te pone trabas. 

Confiar en que no vas a atravesar momentos difíciles o que si lo haces encontrarás los recursos para superarlos en ese mismo instante, es algo relativamente incierto e inverosímil pues hay circunstancias que nos pueden llegar a desbordar respecto a una actitud y aptitud, aprehendida y consolidada. 

Como personas e independientemente de nuestro carisma, todos tenemos un cerebro hiperactiva que nos manda pensamientos, reflexiones muy rápidas y que en general tiende a tener un carácter pseudo negativo que nos tienden a envenenar y quizás el secreto es manejar la actitud de transformación con cierto entrenamiento desde la conciencia pues no somos máquinas, somos gente humana, sencilla y corriente.

Al final los mecanismos para llegar a esa tranquilidad son muy básicos y consisten primero en ser conscientes de lo que queremos y que estado nos gustaría estar y vivir desde la conciencia de que tenemos que intentar lograrlo y conseguirlo.

Los métodos intuitivamente son muy conocidos y van desde la terapia de apoyo exterior como si de una escuela de aprendizaje se tratara, a practicar la meditación o e yoga como técnicas de relación y control emocional, al final la vida es mucho más simple de lo que parce y sólo se trata desde la paz interior conseguir esa tranquilidad deseada. 

Ferrán Aparicio
25 de diciembre de 2017

sábado, 15 de abril de 2017

DETALLES DE BIENESTAR

Dicen que el orden y el concierto son factores que facilitan el estado del equilibrio. Si de equilibrio estamos hablando no podemos dejar de pensar en el Feng Shui. 

El feng shui es un antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr de éste una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan.

Está claro y todos hemos oído que se trata de un arte ancestral que parte de la cosmología china o, lo que es lo mismo, la ciencia que trata del origen y la evolución del universo, buscando adecuar las condiciones ambientales para fomentar el bienestar y equilibrio del individuo con su entorno.

También es cierto que el sentido común, algo ya no muy común en la sociedad que vivimos, nos puede ayudar a comprender el hecho de la existencia de una energía que puede verse afectada por las condiciones del espacio, la orientación o los cambios hagan que resulte de lo más interesante a la hora de decorar el hogar.

El Feng shui es una ciencia que es aplicable a todos los aspectos de  la vida, sin embargo se refleja mucho en nuestra casa y en especial en la imagen y en el sentido del orden que son detalles de bienestar pues donde reina el orden atrae la prosperidad y es que deshacerte del desorden libera energía y, en consecuencia, favorece la circulación de la energía positiva y atrae la prosperidad.

Dicen que el Feng shui se relaciona directamente con la habilidad de cada uno para atraer el dinero y que la cocina de nuestra casa en concreto, es la que nos determina esta relación. Tanto es así que mantenerla limpia y ordenada más que una recomendación es casi un imperativo para quienes buscan la abundancia aplicando las técnicas de esta filosofía milenaria.

Pero cuando hablamos de hacer Feng Shui yo personalmente lo relaciono con el orden y si tenemos en cuenta que una de las claves de Feng shui es la circulación de las energías y, en lo que a atraer el dinero se refiere, de las positivas en particular, lo peor que puedes hacer es acumular trastos que ya no necesitas.

Hacer  una limpieza profunda además de liberar espacio y acumular cosas que no necesitamos ni usamos  es y tener la oportunidad de hacer fluir una energía positiva, pues ya lo dice el dicho “donde no sale nada,…,  no entra nada“, y la verdad que no le falta razón.

Respeto a los colores , yo ya no estoy tan atinado  y de acuerdo como lo es el Feng Shui pues relacionar los colores rojos con la atracción del dinero y la suerte, parece que es una tradición china, que en occidente cambiaríamos por colores neutros en cuanto que nos transmiten mayor relajación , tranquilidad y en definitiva sensación de bienestar y la gama cromática debe ir en consonancia con tus gustos personales ya que la energía no parte solo de los colores elegidos, sino que se construye con los habitantes de la casa en cuestión y si no te gustan, difícilmente podrá circular la energía positiva que persigue el Feng shui.

                                                              Ferrán Aparicio

                                                           15 de Abril de 2017

lunes, 25 de abril de 2016

PASANDO LOS AÑOS


La verdad es que hay veces que me sorprendo a mí mismo desde la perspectiva del tiempo y del espacio, y es que durante mucho tiempo he sido tremendamente crítico con algunas cosas y también con algunas personas, sin embargo desde hace algún tiempo me siento como espectador elocuente de lo que veo, siento o padezco, y no me reconozco.

Considero que he sido muy fiel a mis principios y valores y que la dignidad de mi pensamiento, la he mantenido y defendido, pues en cualquier caso me había costado forjarlo, incluso en asuntos en los que sabes que mucha gente no va a estar de acuerdo contigo, pero fiel a mis principios, carácter y educación, lo mantenía hasta límites peligrosos.

Con el paso del tiempo no sé si por comodidad o acomodación en mi zona de confort o por que la tranquilidad ha invadido mi vida y me ha vuelto más pacífico,…, soy capaz de oír, ver, y callar ,.., incluso de tragar carros y carretas, pues ya no me altero en absoluto, incluso disfruto de opiniones y criterios que si bien me sorprenden, no me cambian ni me afectan, como si de un espectador común de cine de barrio se tratara y saliera con esa sensación del cine en que ni me ha gustado ni disgustado la película que había visto, simplemente había asistido a su exhibición.

Por otra parte y hablando en voz alta, ya no se trata de lograr una actitud positiva adquirida pues el pensamiento positivo me parece como mínimo peligroso, sino de esa sensación que se llega a tener de triunfar con lo natural y lo auténtico como valores indiscutibles, especialmente cuando han ido pasando los años.

Quizás y sólo quizás ese reconocimiento de la actitud ante la vida es una de las razones por la que como acto reflejo y sin perder un ápice de tu personalidad te das cuenta de lo que vale la pena y de lo que no vale la pena y creo que esa es una de las razones por la que algo en lo que participas tiene más repercusión de lo que aparentemente se percibe, aunque sea como espectador.

 Al final nos pierde la emoción, unas cosas nos emocionan y otras ni nos hacen inmutar y es que todo tiene un componente emocional y al reflejarlo en una actitud consigues sintonizar con otros a quienes les ha sucedido y sobre todo, sentido algo similar, causalmente conectas cada día más con los espectadores de ese programa llamado pasando la vida que con los que acabo de despertar.

No tengo dudas de que cada día uno es más prudente pues la experiencia es un grado, pero hay que asimilar que abrirte a dar una opinión en público en ocasiones resulta un riesgo innecesario, especialmente en asuntos que van más allá de lo técnico y objetivo, y no se otorga una solución especifica desde lo general.

Es muy fácil atraer a quienes coinciden en tu postura y están hartos de las mismas cosas que tú, pero también es necesario comentar y ofrecer tus soluciones y alternativas, especialmente si las has probado y te han funcionado porque para decir chorradas cualquiera vale y eso te das cuenta cuando van pasando los años.

Ferrán Aparicio
25 de abril de 2016





lunes, 25 de mayo de 2015

EL ARTE DE LA SOLEDAD


No sé si es porque la primavera la sangre altera  o porque  las amapolas están invadiendo el campo y está cerca la llegada del verano veranete, pero la verdad es que me estoy planteando el tema de la soledad como concepto absoluto en mi vida, no sé, si por  necesidad de un gran cambio o por cultivar una excelente  virtud, pero si al menos por curiosidad de saber que significa el arte de la soledad.

Como siempre tampoco sé, si por casualidad o causalidad, ha caido en mis manos un ejemplar del arte de la soledad de Osho y dentro de su filosofía particular, la comparto con ustedes, pues como siempre y en su peculiar linea, no tiene desperdicio y dentro de sus contradicciones, producidas por una dificil traducción, tiende a crear ciertas contradicciones en el lenguaje cognostitivo  del mundo occidental.
Por circunstancias personales he tratado mucho con la señora soledad, bien por mi formación y dedicación politecnica, bien porque mi constante hiperactividad, que me ha mantenido entretenido conmigo mismo,  con quien me llevo estupendamente por cierto , si bien nunca me he  aislado del mundo.

Pero lo que se concluye en el libro de Osho , es que el arte de estar sólo es un conocimiento de ejercicio interior  y aunque no nos lo parezca es una gran verdad. No podemos estar todo el día distraidos con lo que nos piden los demás,  el cuerpo la vida emiten señales que se van manifestando y hay que escucharlas y para ello es necesario llamar a la soledad o ejercer el arte de la soledad.

En este sentido la gente en general confunde el socializar con tener buenas relaciones, en cuanto que la gente se apega  y cuanto más se apega, más asusta a la otra persona, en cuanto le hacer sentirse menos libre, de una manera inconsciente, pues las dependencias no son buenas consejeras.
Lo que casi todo el mundo coincidimos es que el deseo de libertad es mucho mayor que cualquier otro deseo, pues es el que mejor y más refleja nuestra propia identidad como personas y como seres humanos, su profundidad es la que determina un comportamiento real y consciente de como nos queremos sentir o al menos nos gustaría, pues no  todo en la vida  es como nos imaginamos o deseamos, es como es y muchas veces como tiene que ser.

Lo que nos trasmite el arte de la soledad tanto en el relato, como en la vida misma es que estar centrado en tu propio ser, sin ansiar la necesidad de los demás es estar en autentico bienestar contigo mismo, en una situación en la que no se necesita nada más, y en definitiva es  la soledad y el arte de la soledad lo que prevalece.

Estar arraigado a tu propio ser, es lo que en definitiva te permite amar y arraigarte a los demás de una forma selectiva y no dependiente , sino de una forma amable y voluntaria desde tu propio conocimiento, pues como dice Osho : “si aprendes a estar solo y dichosamente solo, todo será posible”.

                                                               Ferran Aparicio
                                                          25 de mayo de 2015

miércoles, 20 de mayo de 2015

CUATRO SEGUNDOS


No sé si por efecto de la primavera o simplemente porque he dejado de fumar, a pesar de lo mucho que me gustaba, llevo una temporada escéptico y en el que me lo replanteo todo.

En general y sin llegar a particularizar en un tema concreto he llegado a la conclusión de que en muchos casos los esfuerzos que hacemos para conseguir que se cumplan los hábitos que no funcionan, es un éxito tardío, aunque ni siquiera nos damos cuenta que nos estamos matando y reaccionamos mal y tarde pero reaccionamos.

En general y con la que sigue cayendo en este país, todos estamos algo nerviosos, pues nuestros valores centrados en el trabajo siempre está en un vilo de ser eliminados, lo cual nos genera un estrés que repercute en el resto de nuestra vida en cuanto que acumulamos tareas, en vez de ir resolviendo de una en una y no acumulando pequeñeces.

Si por una parte estoy cada día más convencido que lo que es para uno, nunca pasará de largo y que todo, y cuando digo todo, es todo, llega en su justo momento, también he llegado a la conclusión que las situaciones de estrés podrían evitarse con sólo tomar una pausa de cuatro segundos para en cada momento de duda reenfocar la solución de nuestro problema y retomar el mejor camino.

En este sentido y al margen de que cada uno tiene su carácter, no sé si por las pastilla antitabaco que estoy tomando o porque me he relajado con este nuevo estilo de vida, si traspolamos  la teoría de los cuatro segundos a la comunicación interactiva, tendríamos que optar por escuchar y entender mejor a nuestros interlocutores y tomarnos de vez en cuando cuatro segundos para contestar algo, que una vez dicho  está y no tiene solución, independientemente que sea lo que realmente pensamos, pero no es políticamente correcto.

Es cierto que con nuestros impulsos es difícil de controlar los pensamientos que no vienen a cuento y que nuestro cerebro revela sin más y que  en más de una ocasión nos ha hecho salirnos del tiesto por un simple problema de espontaneidad o inconsciencia, pero también es cierto que ser conscientes  y tomar cuatro segundos es tener la capacidad para encontrar el orden y evitar situaciones totalmente innecesarias e irreparables.

Estoy convencido que como dicen muchos especialistas, el secreto para tomar buenas decisiones que simplifiquen tu vida, es respirar profundamente cuatro segundos , tanto por el grado de consciencia que obtenemos como en la calidad repuesta que adquirimos.

Cuatro segundos es el tiempo suficiente para darnos cuenta de si continuar adelante con algo que se va a traducir en un problema o si queremos o no hacerlo, pues no hay nada tan sencillo como respirar profundamente y a tiempo, eso sí, como decía  Celia Cruz, relajándose que la vida es corta.

                                                              Ferrán Aparicio

                                                         20 de Mayo de 2015