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lunes, 30 de mayo de 2022

HABITOS O RUTINAS, PEQUEÑA DIFERENCIA

 Dicen que la rutina es lo peor que puede pasar una persona como fenómeno destructivo, pero no hay que confundir rutinas con hábitos diarios.

Los hábitos no sólo tienen que ver con la actitud ante la vida, sino que tiene que ver con una forma de afrontar cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día y sólo se trata de tener unos hábitos como virtudes mentales a la hora de enfrentarnos a cada acontecimiento.

Los hábitos son como principios mentales que tenemos fijados o debemos plantearnos el fijar y es retroactivar un planteamiento definido que puede ir desde agradecer que estamos vivos cada día cuando nos levantamos; a saber elegir nuestro entorno laboral, familiar o de círculos de amistades, pues en cualquier caso constituyen los pilares fundamentales de nuestra vida.

Es cierto que la actitud vital marca la diferencia en cuanto a cómo desarrollamos nuestros hábitos diarios, no es lo mismo aceptar a los demás por lo que son y el lugar que ocupan en nuestra vida sin tratar de cambiar a nadie desde el respeto personal, que pensar que todo que nos rodea tiene que ser o estar a imagen y semejanza de lo que exigen nuestro hábitos diarios.

Como todo en la vida el uso de nuestra creatividad es lo que nos permite abrir nuestra mente a nuevas expectativas y a buscar soluciones ante cada problema que se nos presenta.

También resulta otro habito saludable el plantearnos aquello que nos gusta pues las cosas que nos  agrada hacer son las que resultan más fáciles independientemente de la dificultad que entrañen.

Es importante el disfrutar de la vida, pues llega un día que te das cuenta que esto ha pasado  y ya es tarde para recuperar aquello que está en tu mano, el aprehender a disfrutar del presente es también un hábito diario saludable.

Otro habito diario que a mí me resulta muy gratificante es el hecho de reírme por definición y sin ninguna mala intención, sino simplemente porque es más agradable ser alegre que ser triste.

En este mismo sentido no debemos olvidar que somos seres sociales y aunque todos necesitamos nuestros momentos de soledad es fundamental habituarnos  a cultivar nuestras relaciones  encontrando el justo tiempo para compartir nuestra vida con amigos y familiares.

También otro complemento vitamínico en cuanto a hábitos es mantener nuestra honestidad como principio fundamental, pues toda acción o  decisión que se tome debe basarse en la honestidad.

Hábitos diarios hay muchos desde ser proactivos a mantener un ilimitado optimismo , pero en cualquier caso sólo se trata de parar cinco minutos a meditar sobre ese gesto que debemos incorporar a nuestra vida diaria.

 

                                                            Ferrán Aparicio
                                                        30 de    Mayo de 2022

martes, 30 de noviembre de 2021

VALORES INTUITIVOS

Después de dieciocho meses de pandemia , la vulnerabilidad se ha convertido en la realidad diaria  de nuestras vidas y nos ha demostrado que  “la vida iba en serio”.

Es bien cierto, que prefiero ser alegre que ser triste, como  casi todo el mundo, pero también es cierto que hay personas que siempre están contentas, incluso cuando luchan contra un montón de problemas y sin llegar a dramatizar, con aquello de “luchar con la vida”, pues por definición son palabras mayores.

Al final,  todo se trata de tener un hábito, por aquello de que los hábitos crean costumbres, y todo resulta más sencillo o simplemente te lo que parece, cuando el habito  de la alegría es tu propia conducta.

Agradecer estar vivos, por aquello de que todos hemos dejado a gente en el camino, es un hábito que te acerca a la alegría vital de levantarte cada día enfocando y visualizando las maravillas de la vida.

Es algo real que las personas felices se rodean exclusivamente de gente positiva, comparten sus valores y objetivos y te ayudan en un buen ambiente a cumplir tus sueños o simplemente a mantener ese grado de alegría que tú te has creado como un hábito llevado a costumbre por su asiduidad.

No se trata de discriminar a nada ni a nadie, simplemente se trata de aceptar a los demás por lo que son y el lugar que ocupan en la vida, sin tratar de cambiar a nadie, pero tratando de alegrar al día a todos los que causalmente encuentras o convives.

La reflexión como hábito tampoco es mala compañera en el sentido  de que continuamente estamos aprendiendo de aquello que vivimos especialmente cuando lo trabajamos desde el lado de la consciencia.

Al final sólo se trata de utilizar esos valores como la intuición, la creatividad y la confianza por decir un algo a modo de receta, para  en lugar de ver la vida llena de obstáculos y problemas, enfocarlos como una oportunidad para hacer algo positivo.

Aprender a confiar en tus instintos y usar tu creatividad para encontrar una solución, son dos pilares básicos, para haciendo lo que te gusta, disfrutar de tu propia satisfacción como un hábito alegre.

Tomarse un tiempo para disfrutar de la belleza que nos rodea, sin prisas pero sin pausas es también un hábito saludable, pues al fin y al cabo y hablando de hábitos como costumbres,…, solo se trata de aprender a vivir en el presente en lugar del pasado o futuro , por que lo cierto es que la vida va en serio.


Ferran Aparicio
30 de Noviembre  de 2021

lunes, 1 de julio de 2019

MODUS VIVENDI

Dicen que existen modus vivendi, es decir lo que vulgarmente se llama costumbres o rutinas de vida, que ayudan a acercarse al éxito; yo a pesar de ser escéptico no estoy muy de acuerdo en relacionar costumbres y éxitos, simplemente me apoyo en la vida de Santa Teresa de Jesús, por decir un simple ejemplo, de la importancia de la clarividencia a través de la paz interior de cada uno que es personal e intransferible, independientemente de éxitos, modos de vida  y costumbres.

Dicen también que las personas que han llegado muy lejos en la vida, lo han conseguido debido a unos planteamientos ciertos, de hábitos sólidos y principios básicos fuertes y a eso le llamo yo, perseverancia en el camino del éxito.

El mito del éxito muchas veces sin engañarnos demasiado, simplemente se trata de la idea feliz de estar en el sitio adecuado y en el ambiente adecuado y a la hora adecuada, independientemente de las decisiones que tomes en el camino de tu vida, y adquirir hábitos y rutinas y costumbres sanas, independientemente de que la excepción no confirma la regla por no hablar de algo o alguien, aunque ejemplos haberlos hay los.

Quizás el problema radica en tener costumbres sin ser conscientes de ello, más bien como un estilo de vida propio que te beneficia a todos los niveles en la vida. La gente brillante asocia su éxito con la felicidad, su paz interior u las acciones más positivas en lugar de hacerlo directamente con el dinero ya que no con todo el dinero del mundo, no puedes sentir la felicidad interior, si te sientes desgraciado.

Es cierto que como costumbre perfecta no hay otra a efectos de conseguir un éxito que tener los objetivos claros, eso sí a corto, medio y largo plazo. También resulta fundamental no estar obsesionados con la perfección de las acciones sino con su sano cumplimiento, por eso es fundamental rodearse de gente positiva y proactiva, evitando la toxicidad negativa de los tocapelotas y envidiosos.

Es cierto que no todo en la vida es coser y cantar y para tener un éxito hay que tener claro que la resiliencia que nos produce el fracaso para continuar perfeccionando nuestros intentos es básica para conseguir el éxito, y en éste sentido el fracaso es una parte esencial del camino hacia el éxito.

Pero en definitiva cosas tan sencillas y vánales, como no perder el tiempo en pensamientos negativos, no desanimarse con contratiempos y errores y mirarlos como oportunidades de aprender, no tener envidia de los progresos ajenos y no anclarse en el pasado son cosas que te mantienen animado hasta conseguir tu meta.

El evitar nuestros miedos y también los de los demás, son un indicador de la claridad que tenemos ante el objetivo que nos hemos marcado en las cosas del día a día y hacen todo lo posible por no darnos por vencidos.

A lo largo de la vida los planes, las estrategias y las tácticas personales pueden cambiar, pero lo que no podemos cambiar son nuestras costumbres perfectas porque al fin y al cabo son las que nos hacen diferentes, independientemente del éxito que obtengamos.

                                                             Ferrán Aparicio
                                                        1 de Julio de 2019

sábado, 20 de agosto de 2016

AQUIETANDO EL RITMO


Hay días que sin saber por qué o por qué no, uno aquieta su vida y reflexiona sobre todo lo que sucede a su alrededor y en la vida de uno mismo, esos días coinciden normalmente con acontecimientos como un final del año o un simplemente su propio cumpleaños o comúnmente cuando llega la noticia de la muerte de alguien cercano, que queremos o simplemente ha formado parte de nuestra vida.

Es bien cierto que la vida se compone de momentos, días, etapas,…, incluso años, pero lo que también es cierto que como en la vida misma estamos obligados a hacer más cosas con menos recursos y por ello aquietando el ritmo bien voluntariamente o bien circunstancialmente, te das cuenta que sólo se trata de enfocarse en las cosas más importantes en lugar de pasar el día apagando fuegos, por decir un algo.

Todos los humanos por definición queremos sacarle el mayor jugo a la vida y ser efectivos en aquello que nos interesa, pero sin embargo nuestros hábitos productivos están desenfocando la visión hacia el camino que realmente queremos coger, si es que en algún caso conocemos la dirección.

Al final de pensar en blanco durante un buen rato, llegas a la conclusión de que la clave está en organizar tu vida y la información que llega a tu vida de una forma más sencilla y de una forma más eficaz, en categorías apropiadas basada en cómo hay que accederla.

Dicen la gente hábil y práctica, que se trabaja la mitad con un trabajo ordenado, si lo proyectamos al conjunto de factores que integran nuestra vida, quizá y sólo quizá, la clave esté en crear el hábito de mantener tu vida organizada.

Tener una rutina que te permite empezar cada día con un plan sencillo y alcanzable y tener claro a donde nos lleva sea una de las pautas básicas no solo emocionalmente de sentirnos mejor sino de estar más satisfechos con el paso del tiempo.

La clarividencia de saber organizar y priorizar cuales son los aspectos más necesarios en cada momento y su escala de valores en cuanto a conseguir nuestros objetivos a corto y largo plazo, resulta una técnica infalible y ágil para avanzar cada día.

No sólo se trata de salir de la zona de confort pues al fin y al cabo si nos va bien no hay por qué cambiarla, sino de analizar si en esa zona estamos realmente plenamente felices.

La inconformidad es un acto de rebelión contra nosotros mismos y la finalidad un reto que nos mueve a otra zona que nos pueda mejorar el sentimiento de bienestar, por lo que te animo a aquietar el ritmo, a dedicar al menos unos minutos a pensar qué estamos haciendo y qué hacer con nuestras vidas , para salir de esas zonas improductivas no en el sentido económico de la palabra sino más bien emocionalmente, pues no hay mayor satisfacción de estar peleando al levantarme cada día por algo bueno y para mí , y se lo digo porque hoy es mi cumpleaños y este es mi auto regalo.

Ferrán Aparicio
20 de agosto de 2016



viernes, 1 de mayo de 2015

COSTUMBRES PERFECTAS

COSTUMBRES PERFECTAS
Dicen que existen modus vivendi, es decir lo que vulgarmente se llama costumbres o rutinas de vida, que ayudan a acercarse al éxito; yo a pesar de ser escéptico no estoy muy de acuerdo en relacionar costumbres y éxitos, simplemente me apoyo en la vida de Santa Teresa de Jesús, por decir un simple ejemplo.

Dicen también que las personas que han llegado muy lejos en la vida, lo han conseguido debido a unos planteamientos ciertos, de hábitos sólidos y principios básicos fuertes, y a eso le llamo yo, perseverancia en el camino del éxito.

El mito del éxito muchas veces sin engañarnos demasiado simplemente se trata de la idea feliz, de estar en el sitio adecuado y en el ambiente adecuado, independientemente de las decisiones que tomes en el camino de tu vida, y adquirir hábitos y rutinas y costumbres sanas, independientemente que la excepción no confirma la regla por hablar de algo o alguien hablaríamos de zorbas el griego, por ponerles un ejemplo.

Quizás el problema radica en tener costumbres sin ser conscientes de ello, más bien como un estilo de vida propio que te beneficia a todos los niveles en la vida, pues lo que en general se ha demostrado es que la gente de brillante asocia su éxito al bienestar de la felicidad , más que al dinero en sí mismo. También es cierto que el dinero no hace la felicidad, porque el que lo tiene, lo tiene afianzado, tonterías las precisas , el dinero no hace la felicidad pero ayuda, pero todos nos damos cuenta que todo el dinero del mundo no puede hacerte feliz si eres incapaz de sentir la felicidad desde tu interior.

En cualquier caso ese estilo de comportarse, esas costumbres innatas comienzan seguramente cada día con unos objetivos bien marcados a corto, a medio y a largo plazo, que van marcando ese camino. Si bien la perfección no es una costumbre, es una habilidad el aceptar cuales son los objetivos a conseguir más importantes, independientemente de lo perfecto que se desarrollen, pues el tiempo es una máquina que siempre camina hacia adelante.

Por último la actitud positiva, la gente tóxica, la reacción de aprendizaje ante la adversidad son factores reactivos que hacen que cualquier fracaso no nos haga perder el norte, del camino que hemos previsto trazar, de la misma que ser proactivo es una costumbre saludable.

La vida la vemos a través de nuestras propias experiencias y de cómo las interpretamos y digan lo que digan, lo que digan los demás esta demás, por que por mucho que nos duela nuestra vida es propia e intransferible y mucho más llevadera si la dotamos de costumbres perfectas y saludables, al menos para nosotros mismos.

Ferrán Aparicio
1 de mayo de 2015