La clave de la felicidad parece estar relacionada con utilizar todos nuestros sentidos y prestar atención a la información que nos llega a través de ellos: desarrollar una consciencia presente y plena.
La Psicología positiva ha puesto de manifiesto que el bienestar psicológico se alimenta de la capacidad de focalizar nuestra mente en lo que está pasando en el momento determinado en el que te encuentras.
Vivir el instante presente, requiere un trabajo constante y progresivo de nuestra mente, una mente que no ha sido entrenada tiende por naturaleza a la dispersión, a volver al pasado y a pensar en el futuro, dejando de vivir aquello que tenemos y es como el tiempo , el presente que no es más que el ahora.
Vivimos para lo próximo que nos va a ocurrir, y esto nos lleva a numerosos desajustes emocionales, pues cuando nuestra mente vive constantemente preocupada sobre el futuro, la ansiedad se apoderará de nuestro presente y cuando nuestra mente viva anclada en el pasado, será la tristeza y la desesperanza quien se apoderará de nuestros días.
Las personas somos frágiles cuando no paramos de hacernos preguntas sobre el pasado y el futuro, lo que resulta un proceso humano y natural, pero lo que resulta evidente es que el pasado y el futuro solo existen en nuestros pensamientos, por lo tanto, lo verdaderamente real está en el presente y hay que vivirlo intensamente.
Dicen los expertos que la palabra presente tiene el poder de influir en la regulación de la tensión física y emocional, pues los seres humanos estamos programados inicialmente para preocuparnos.
El secreto está en saber que se está haciendo en todo momento, ahí se encuentra el verdadero poder, aceptando las cosas como son y cambiarlas si somos conscientes que no son lo que queremos en el momento. Si somos capaces de focalizar en nuestra mente el momento presente, podremos controlar los pensamientos errantes que nos alejan de la consciencia plena.
Si somos capaces de no recordar las circunstancias negativas del pasado, nuestro estado emocional crecerá continuamente, potenciando nuestro bienestar en sí mismo, incluso si remembramos circunstancias positivas, si son recurrentes, afectan al gozo del momento presente, ya que conllevan un sentimiento de nostalgia, aquella idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
El presente es el único lugar en el que podemos actuar sobre la realidad, en el que nuestros días son realidades y donde encontramos las oportunidades, por lo que les animo a tomar consciencia en el hecho de controlar actos tan presentes y tan naturales como la respiración, lo que nos ayuda a comprender que estamos vivos.
Ferrán Aparicio
15 de Marzo de 2022