Hace tiempo leí un artículo
que hablaba de este tema, en el que se expresaba la idea de que perdiendo
también se vivía y en definitiva hablaba que la experiencia nos aporta en la pérdida una gran
sabiduría, como para generar un crecimiento mayor que simplemente ganando.
A
todos los humanos, como humanos que somos que no divinos, nos gusta ganar, unos lo centran normalmente en el dinero, pero
sin embargo, si bien es cierto que hay una frase genérica que dice que el
dinero no da la felicidad, si da la seguridad, independientemente que no cura
los males crónicos de una enfermedad.
Pero
hiendo un poquito más allá el bloqueo mental que nos producen determinados miedos, nos
impiden visualizar aquello que realmente nos gustaría hacer y que está vetado
por el hecho de vivir de una determinada forma: cantar, bailar, pintar y tantos
y tantos verbos que denotan acción están abiertos a poder materializarlos
aunque nos equivoquemos en el planteamiento, pues haciéndolo habremos superado
la barrera inactiva de los miedos.
Es
claro que escribir o al menos a mí me lo parece ayude a sacar desde nuestro
interior esas proyecciones imaginarias que vemos como figuras o conceptos
imposibles, cuando en realidad no lo son. Pero no hay que centrarse en el plano
material de la cosas, los coches, los pisos o las camas, como aquel que dice,
sino a otros factores, como comunicación, amistad, autoestima, alexitimia y
tantos conceptos variopintos y realidades espirituales que se hayan bloqueadas
hasta el punto que nos frena un estado depresivo de insatisfacción e incluso de
tendencias y sentimientos depresivos.
Lo
pasado, pasado está, desde el punto de vista positivo podemos valorar aquellos
recuerdos de lo que nos han hecho felices, bien por ser logros adquiridos así
como situaciones vividas.
Pero
la cuestión es cómo enfrentarse al presente sino somos capaces de perdonar,
aceptar, y asimilar aquello que llevamos dentro y no podemos olvidad. Quizás y sólo
quizás aquí esté la clave, en centrarnos en éste momento, empezar a meditar de
no como hubiese podido ser , sino el cómo puede ser o como podré llegar a ser,
estar o vivir.
La
verbalización se la lleva el viento, pero lo que queda por escrito tienen una relación
mayor con el alma, en cuanto que nos permite aflorar, un número mayor de campos
y conceptos, arrinconados por miedos y angustias.
El
plantearnos como nos gustaría vivir en un año, a que nos gustará dedicarnos, cuál
sería el prototipo de pareja o en el caso de que la tengamos, como podría
cambiar determinados aspectos de nuestra relación personal, creo que es una de
las terapias de antibloqueo más efectiva
y productiva.
El
problema surge muchas veces, cuando nos preguntamos, preguntas tan básicas y
también tan radicales a las que en un momento de contestación rápida no `podemos
contestar, como es el caso; de donde nos gustaría vivir, en que nos gustaría trabajar.
a que dedicaríamos nuestro tiempo libre o cual sería nuestra manada perfecta y
tantos y tantos aspectos, que creo fundamental plantearse en el sentido de que
si perder también es vivir ,.., meditar, parar y reflexionar es el secreto para
vivir de una forma mucho más satisfactoria y enriquecedora.
Ferrán Aparicio
30
de Agosto de 2020