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lunes, 15 de junio de 2015

EXITOS O FRACASOS

Últimamente y con la que ha caído después de estas últimas elecciones, sólo oigo hablar de éxitos o fracasos y la verdad, es que me resuena demasiado como para no reflexionar en voz alta, como siempre.
 
Como todo concepto antagónico, el éxito o el fracaso son conceptos opuestos que dependen de cómo se miren, tienen sus matices.
 
 
No hay éxito sin un fracaso previo, eso está claro y todo su contrario; después de un gran éxito puede haber  también un gran fracaso, al menos por aquello que tenemos los humanos que una vez conseguimos alcanzar aquello que hemos anhelado con gran fuerza y trabajo, deja de interesarnos  y nos perdemos en la inquietud de al menos mantenerlo.
 
Hay gente por el contrario que deja el concepto del éxito asociado al destino de cada persona, a su propio karma y por otra parte hay gente que piensa que el éxito esconde infinitas ventajas respecto al fracaso, ya que cuanto más aciertas más oportunidades tienes de seguir acertando, en la línea de que cuanto más logros conseguimos más accesibles vemos las siguientes metas que nos proponemos y en caso contrario nos aferraríamos a nuestra zona de confort, sin proponemos nuevas inquietudes, ni nuevos campos donde evolucionar o investigar.
 
Es cierto que el éxito en este sentido junto con  la motivación, el compromiso, la perseverancia, el esfuerzo y la constancia,……., menudo coctel, …, este coctel asegura cuanto al menos una mejora continua que no lleva a focalizar mejor el objetivo propuesto; pero también es cierto que gracias al fracaso  no se aprende de los errores pero si de la causa de los errores y como superarlos.
 
Superar un error constituye un éxito y así sucesivamente para llegar a la conclusión que no hay un único camino sino la combinación de muchos factores entre los que se encuentran cada una de las circunstancias que componen nuestra vida, aunque en ocasiones nos despistemos y  el  principal problema no sean las circunstancias sino seamos nosotros mismos.
 
En cualquier caso es evidente que los errores nos sirven para indagar en las causas que los provocaron y para generar aprendizajes de éxito, siendo un reflejo de tus acciones.
 
En definitiva  y en relación al maravilloso coctel que nos puede llevar al éxito o al fracaso, sólo queda pensar en las actitudes y aptitudes que nos pueden llegar a incidir en aquello que nos hemos planteado y que finalmente conformarán nuestras propias circunstancias y nuestro propio destino como parte del presente inmediato y del pasado recién vivido, es decir de este momento.
 
Por lo que les animo a plantearse su propio éxito dentro de sus propias circunstancias, pues lo que está claro que lo que no  hagan ustedes, está claro que no se lo va hacer nadie y simplemente por el principio de acción y reacción, algo obtendremos si al menos nos lo proponemos.
 
Ferrán Aparicio
15 de junio de 2015
 
 

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