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jueves, 25 de enero de 2024

ANDE YO CALIENTE Y RIASE LA GENTE

 

La palabra refrán procede del francés refrain y significa dicho agudo y sentencioso de uso común. Cada situación en la que nos manejemos o que nos afecte de algún modo u otro puede tener, por extraño que pueda parecer, su reflejo en el refranero popular.

Son incontables los proverbios de los que, desde tiempos inmemoriales, tira el hombre para dictar su sentencia sobre... prácticamente lo que sea.

Se dice cuando uno prefiere su gusto o comodidad a someterse a la opinión de los demás o a los convencionalismos sociales. También se emplea para recomendar actuar rectamente y de acuerdo con la propia conciencia, sin tener en cuenta la opinión de los demás.

Luis de Góngora ya lo aplicaba en el siglo de las luces adaptado al lenguaje clásico como: Ande yo caliente, y ríase la gente. Traten otros del gobierno del mundo y sus monarquías, mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno, y la mañana de invierno naranjada y aguardiente, y ríase la gente. Coma en dorada vajilla el príncipe mil cuidados como píldoras dorados, que yo en mi pobre mesilla quiero más una morcilla.

Este refrán se utiliza para decir que el interés personal debe prevalecer ante la opinión de terceras personas. Con esto estamos diciendo que no hacemos caso de las opiniones de los demás personas mientras estemos conformes con lo que hacemos, digamos o incluso con lo que estemos vistiendo.

Góngora compuso esta letrilla satírica para ridiculizar una idea o una situación de poder. En un principio, parece que el autor está despreciando el poder, mientras loa la mediocridad. Ahora bien, alaba la postura del mediocre de una forma tan divertida y exagerada, que aún podría pensarse que en el fondo critica con ironía la postura del mediocre.

En cualquier caso, con ironía o sin ella, todo este juego barroco lo hace hablando de las ventajas de la mediocridad, es decir, a través del tópico aurea mediocritas.

Es una letrilla, es decir, un tipo de composición poética que está formada por versos octosílabos, y lo transcribo al completo, pues no tiene desperdicio, alguno.



Ferrán Aparicio

15 de Noviembre de 2020



Luis de Góngora, “Ándeme yo caliente”

Ándeme yo caliente

Y ríase la gente.

Traten otros del gobierno

Del mundo y sus monarquías,

Mientras gobiernan mis días

Mantequillas y pan tierno,

Y las mañanas de invierno

Naranjada y aguardiente,

Y ríase la gente.



Coma en dorada vajilla

El príncipe mil cuidados,

Cómo píldoras dorados;

Que yo en mi pobre mesilla

Quiero más una morcilla

Que en el asador reviente,

Y ríase la gente.



Cuando cubra las montañas

De blanca nieve el enero,

Tenga yo lleno el brasero

De bellotas y castañas,

Y quien las dulces patrañas

Del Rey que rabió me cuente,

Y ríase la gente.



Busque muy en hora buena

El mercader nuevos soles;

Yo conchas y caracoles

Entre la menuda arena,

Escuchando a Filomena

Sobre el chopo de la fuente,

Y ríase la gente.



Pase a media noche el mar,

Y arda en amorosa llama

Leandro por ver a su Dama;

Que yo más quiero pasar

Del golfo de mi lagar

La blanca o roja corriente,

Y ríase la gente.



Pues Amor es tan cruel,

Que de Píramo y su amada

Hace tálamo una espada,

Do se junten ella y él,

Sea mi Tisbe un pastel,

Y la espada sea mi diente,

Y ríase la gente



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