La mitología griega es el conjunto de mitos y leyendas pertenecientes a la cultura de la Antigua Grecia, que tratan de sus dioses y héroes, la naturaleza del mundo, los orígenes y el significado de sus propios cultos y prácticas rituales. Formaban parte de la religión de la Antigua Grecia, que tenía como objeto de culto básicamente a los dioses olímpicos.
Los mitos griegos intentan explicar los orígenes del mundo y detallan las vidas y aventuras de una amplia variedad de dioses, héroes y otras criaturas mitológicas. Estos relatos fueron originalmente difundidos en una tradición poética oral, si bien actualmente los mitos se conocen principalmente gracias a la literatura griega.
En el mito de Cronos es interesante por cómo representa la relación entre la madre, víctima del poder tiránico de un padre que teme ser despojado de su lugar, y el destino de los hijos atrapados en esa disputa.
El mito de Cronos es uno de los más impresionantes y reveladores de la Grecia antigua. Narra una historia fascinante que, como ocurre en muchas de las obras en las que prima la imaginación, tiene mucho más de verdad que de fantasía. Esa verdad no se refiere a los hechos narrados, sino a cómo expone la realidad inconsciente de los seres humanos.
El mito de Cronos nos habla del comienzo de todo lo existente, desde el punto de vista griego. En un principio está Gea, la tierra, y su esposo Urano, el cielo.
Urano es el gobernante único de todo el universo. Urano concebía hijos con Gea , pero los dejaba prisioneros en el vientre de esta y no les permitía ver la luz. Los hijos ya crecidos en el vientre, le ocasionaban a Gea terribles dolores y convulsiones. Los partos que no podía concretar la hacían retorcerse de dolor y estremecerse. Sus hijos , dentro de ella, luchaban por nacer y respirar libremente.
Esto hizo que Gea se llenara de odio contra Urano y comenzara a pensar en la manera de deshacerse de él. Convocó a sus hijos y les pidió que mataran al padre con una guadaña de pedernal. Los hijos se convirtieron en rehenes del odio entre sus padres. Solo Cronos, el menor, decidió complacer el deseo de su madre.
Gea le tendió una trampa a Urano. Le hizo creer que le daría un abrazo. Era el abrazo entre el cielo y la tierra, entre el mundo de las ideas y el instinto básico. Urano accedió y entonces Cronos tomó la guadaña y lo castró. El órgano viril es abordado como el símbolo de poder y la castración como la pérdida del mismo.
De la sangre derramada por Urano nacieron criaturas terribles. Seres gigantes, cíclopes, monstruos y demonios, pero también las ninfas, que inspiran las obras de arte. ¿Serán esos monstruos los miedos que persiguen al ser humano cuando se “deshace” física o psicológicamente del poder del padre? ¿Serán las ninfas esa posibilidad de crear algo nuevo cuando ya que el padre no está para marcar los límites?
Gea y Cronos estaban felices. Desde entonces, Cronos ocupó el lugar de su padre y comenzó a reinar en el universo. Se convirtió en el esposo de su hermana, Rea. La madre, que tenía el don de predecir, supo que Cronos también sería destronado por uno de sus hijos y se lo hizo saber. El temor a esto y un ansia insaciable, hizo que Cronos empezara a devorar a todos sus hijos nada más nacer. Como verán esta historia de la mitología no tiene desperdicio, como siempre sin más.
Ferrán Aparicio
30 de Agosto de 2024
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