El término demencia se utiliza para describir un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales. En algunas personas que tienen demencia, los síntomas interfieren en su vida diaria. La demencia no es una enfermedad específica, sino que muchas enfermedades pueden causarla.
La
demencia suele implicar la pérdida de memoria. A menudo, es uno de los primeros
síntomas de la afección. No obstante, la pérdida de memoria por sí sola no
significa que tengas demencia. La pérdida de memoria puede tener diferentes
causas.
La
enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia en adultos mayores,
pero también existen otras. Según la causa, algunos síntomas de demencia pueden
ser reversibles. Comprender los síntomas reales de esta enfermedad es
fundamental para distinguir entre el envejecimiento normal y las señales de
alerta que podrían indicar un deterioro cognitivo.
La
demencia es causada por el daño o la pérdida de las células nerviosas y sus
conexiones en el cerebro. Los síntomas dependen del área cerebral dañada. La
demencia puede afectar de distintas maneras a la gente.
Las
demencias a menudo se agrupan según lo que tienen en común, como la proteína o
las proteínas depositadas en el cerebro o la parte del cerebro que se ve
afectada. Además, algunas enfermedades tienen síntomas similares a los de la
demencia. Incluso, algunos medicamentos pueden provocar una reacción que
incluye síntomas de demencia.
La
ingesta insuficiente de ciertas vitaminas o minerales también puede causar
síntomas de demencia. Cuando esto sucede, los síntomas de demencia pueden
mejorar con un tratamiento. No obstante, existen otras formas de demencia, como
la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia vascular y la demencia frontotemporal.
Recientemente, se ha
estimado que el 42% de la población desarrollará demencia en algún momento de
su vida, con alrededor de 55 millones de personas afectadas a nivel global,
según datos de los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades.
La pérdida de memoria a corto plazo, como olvidar eventos
importantes o repetir preguntas, es uno de los signos más comunes de demencia.
La dificultad
para realizar tareas cotidianas, como seguir una receta o recordar las
reglas de un juego, también puede ser una señal de alerta. Además, cambios en
el juicio y la toma de decisiones, como un uso inadecuado del dinero, son
aspectos que no deben pasarse por alto. Finalmente, la depresión, que puede aparecer
repentinamente en la vida adulta, también se ha relacionado con un mayor riesgo
de demencia.
Ferrán Aparicio
10 de Febrero de 2025