Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta COHERENCIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta COHERENCIA. Mostrar todas las entradas

jueves, 5 de septiembre de 2019

CONGRUENCIA

No les pasa  últimamente el hecho de tener desvaídos mentales, va s a buscar algo y no sabes el que , vas a hacer algo programado y se olvida y yantas y tantas incongruencias que hacen que  los mensajes que percibo son contradictorios y no muy congruentes.

No se si son las circunstancias que me rodean o el momento que estamos pasando; donde pasamos de la indignación a la conformidad formal y de contenido, como el que pasa página de periódico al leer una incongruencia vital, pero lo cierto es que siempre he oído que el secreto de estar sano es ser congruente.
La armonía como concepto tiene muchos significados, pero nos acerca a la idea de elementos, ideas, conceptos relacionados entres sí, con un equilibrio de las distintas partes con el todo y cuyo resultado nos transmite una sensación placentera de bienestar.
Si introducimos la armonía en nuestra vida, lógicamente llegaremos a una congruencia por el equilibrio innato que conlleva y con ello quiero decir que sentir, pensar, decir y por último hacer, debe ser una ceremonia armónica y coherente que transmita una congruencia sana, o al menos eso pienso e intento diariamente.
Me ha costado mucho tiempo equilibrar los niveles del sentir, pensar y decir, pues siempre y quizás por inseguridad he atendido a lo que los demás querían decir, sentir o pensar, antes que a lo que a como yo me sentía.
Tras muchos años he aprendido a pensar lo que siento, y a decir lo que pienso, si resulta imprescindible y necesario, pues aquello de que el que calla otorga, otorga muchas posibilidades y oportunidades de hablar a la larga y sobre todo de hacer lo que digo, algo que parece sencillo pero que en realidad cuesta mucho llevarlo a la practica, bien por carácter o bien por semblante.
Pero cuando por distintas circunstancias personales, los niveles del sentir, pensar y decir no se hallan sincronizados en armonía, demostramos ser incongruentes y eso supone el mayor obstáculo para conseguir nuestras metas y objetivos, por pequeños que sean.
El aceptar como nos sentimos y sentir lo que pensamos, nos ayuda a impulsar la idea que querer es poder en cuanto que hay un acto firme de voluntad, un inicio del procedimiento pro activo hacia nuestra meta.
En definitiva se confirma el silogismo de que querer es poder pero siempre apoyado con el pensamiento positivo de ser congruentes armónicamente entre lo que sentimos, pensamos, decimos y finalmente hacemos, pues lo demás es vivir engañados.
Ferran Aparicio
5 de Septiembre de 2019




domingo, 25 de octubre de 2015

AUTO ASERTIVIDAD


Siempre hemos pensado que la asertividad era aquella conducta que nos impulsaba a ratificar, apoyar y conducir  aquello en lo que creíamos, sin más.

 Sin embargo esa predisposición afirmativa para experimentar uno mismo como sujeto para afrontar los retos básicos  de la vida y sentirse merecedor de la felicidad, está relacionada con la estructura básica que los mantiene; es decir con  los pilares que la sustentan y nosotros en cada acto formal o verbal ratificamos con nuestra conducta o con nuestra comunicación.

La auto asertividad se relaciona con un estado de vivir consecuentemente, en el que cada acto conduce al siguiente y en definitivamente somos responsables y creadores de nuestras propias vidas.

Es importante cuando hablamos de la asertividad comprender la importancia de la auto aceptación en cuanto éste acto ratificamos  y confirmamos lo que aceptamos y damos por válido voluntariamente.

Esto de alguna forma nos obliga de una manera reciproca a asumir las consecuencias  de nuestros propios actos y a aceptar coetáneamente y mostrar nuestros propios intereses.

La asertividad la plasmamos fuera de lo abstracto, cuando vivimos con un propósito marcándonos unas metas  y planes para ir creciendo como personas  y llegando de alguna forma a reconocer nuestro yo interior. La manifestamos en su versión más radical cuando ratificamos  nuestra integridad personal lo que implica una coherencia entre nuestras convicciones y nuestras conductas.

A través  de la reflexión podemos darnos cuenta que nuestra asertividad se encuentra en un nivel alto de coherencia al no manifestar contradicciones entre nuestro ego y nuestro yo. Actitudes  como defender creencias limitadoras , mentir con demasiada frecuencia, ser incoherente o descuidado implican el perder una asertividad coherente.

Desde la educación, el desbloqueo emocional, el estimulo de la emoción de la reflexión podemos proporcionar cambios asertivos de nuestro comportamiento. Hay cosas, conceptos y acciones en  los cuales sólo uno puede intervenir y la asertividad es uno de ellos.

Si hacemos un análisis de lo que nos gusta y de lo que no nos gusta tanto; de nuestras conductas diarias podemos ver donde no somos coherentes y asertivos con lo que realmente creemos , sentimos o pensamos

Confiar más en nuestro criterio y en nuestras intuiciones  y no dejarnos llevar pñor las opiniones de los demás, delimitándonos con mayor claridad  es afirmar nuestro pensamiento aservativo.

Porque en definitiva y como casi siempre lo que está claro es que ser asertivo implica; sinceridad coherencia y reconocer nuestros avances al respecto, eso sí aservativamente.

 

                                                             Ferrán Aparicio
                                                      25 de octubre de 2015