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martes, 15 de septiembre de 2020

ADVERSIDAD Y PACIENCIA

Dicen que la paciencia es la capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. Pero la pacienciA como estado también comprende  y atiende a  la calma o tranquilidad para esperar y al mismo tiempo hacer frente a la adversidad.


En relación con el tiempo  resulta la capacidad de realizar una actividad larga, pesada o que requiere mucha precisión como es el caso de nuestra actitud ante la pandemia.

Sin embargo, la paciencia podemos definirla como una actitud,  una característica, un estado, una manera… sea cual sea la definición que le demos a la paciencia, definitivamente es una virtud, una virtud que acompaña al ser humano y que se caracteriza por el poder soportar todos los contratiempos y las dificultades que se nos atraviesan en el camino, incluso en tiempos de confinamiento.

La paciencia está muy relacionada con la perseverancia, pues la paciencia es la constancia valerosa que se opone al mal y a pesar de lo que sufre el hombre no se deja dominar por él y en cierto modo también con la resiliencia, pues ser paciente ante las adversidades nos hace crecer y ser más fuertes.

La paciencia es un ingrediente fundamental para  relacionarnos y ejercer cualquier actividad es como la sal en la cocina , es lo que le da un sabor especial a la vida, pues muchos momentos de nuestra vida requieren de paciencia, pues implica tolerancia, calma, pasividad frente a la manera en la que accionamos ante determinadas situaciones o determinados momentos, especialmente cuando somos conscientes de la situacióin que vivimos.

Al fin y al cabo ser paciente no implica  únicamente el  poseer la virtud del aguante, de la tolerancia a las adversidades, consiste además en enfrentar estas contrariedades con fortaleza, con entereza y sin lamentos, esto es lo que caracteriza a las personas maduras, aquellas que saben esperar con calma lo que no depende de ellas y que definitivamente transforman el sufrimiento que acompaña la espera.

A todo el mundo nos ha ocurrido  que en determinadas  circunstancias en nuestra vida lamentablemente no podemos cambiar de forma inmediata, hay momentos que no podemos transformar de una manera rápida, y definitivamente no siempre se obtendrán resultados que esperamos o que queremos, sin embargo, desarrollando la paciencia, cultivando la sabiduría de esperar y de tolerar cualquier adversidad y cualquier situación, esa espera será distinta, nos hará diferentes, será parte de la madurez del ser humano, será parte de nuestra personalidad y de nuestra manera de enfrentar la vida… y finalmente, sabremos reconocer cuando llegan los resultados oportunos y sacar provecho de ellos.

El reconocer la paciencia , ser consciente de ella  convertirla  en tu aliada, es aprehender a ser una persona más serena, más comprensiva, con menos prejuicios y consecuentemente  tener una visión más clara de todas las cosas, pues  al final de todo,  uno de los secretos de la vida, es tener simplemente paciencia ante las adversidades de la vida.

 Ferrán Aparicio
15 de Septiembre de 2020

sábado, 1 de junio de 2019

SIMPLEMENTE PACIENCIA

Dicen que la paciencia es la capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. Pero la paciencia
como estado también comprende  y atiende a  la calma o tranquilidad para esperar.

En relación con el tiempo  resulta la capacidad de realizar una actividad larga, pesada o que requiere mucha precisión.

Sin embargo, la paciencia podemos definirla como una actitud,  una característica, un estado, una manera… sea cual sea la definición que le demos a la paciencia, definitivamente es una virtud, una virtud que acompaña al ser humano y que se caracteriza por el poder soportar todos los contratiempos y las dificultades que se nos atraviesan en el camino.

La paciencia está muy relacionada con la perseverancia, pues la paciencia es la constancia valerosa que se opone al mal y a pesar de lo que sufre el hombre no se deja dominar por él y en cierto modo también con la resiliencia, pues ser paciente ante las adversidades nos hace crecer y ser más fuertes.

La paciencia es un ingrediente fundamental para  relacionarnos y ejercer cualquier actividad es como la sal en la cocina , es lo que le da un sabor especial a la vida, pues muchos momentos de nuestra vida requieren de paciencia, pues implica tolerancia, calma, pasividad frente a la manera en la que accionamos ante determinadas situaciones o determinados momentos.

Al fin y al cabo ser paciente no implica  únicamente el  poseer la virtud del aguante, de la tolerancia a las adversidades, consiste además en enfrentar estas contrariedades con fortaleza, con entereza y sin lamentos, esto es lo que caracteriza a las personas maduras, aquellas que saben esperar con calma lo que no depende de ellas y que definitivamente transforman el sufrimiento que acompaña la espera.

A todo el mundo nos ha ocurrido  que en determinadas  circunstancias en nuestra vida lamentablemente no podemos cambiar de forma inmediata, hay momentos que no podemos transformar de una manera rápida, y definitivamente no siempre se obtendrán resultados que esperamos o que queremos, sin embargo, desarrollando la paciencia, cultivando la sabiduría de esperar y de tolerar cualquier adversidad y cualquier situación, esa espera será distinta, nos hará diferentes, será parte de la madurez del ser humano, será parte de nuestra personalidad y de nuestra manera de enfrentar la vida… y finalmente, sabremos reconocer cuando llegan los resultados oportunos y sacar provecho de ellos.

El reconocer la paciencia , ser consciente de ella  convertirla  en tu aliada, es aprehender a ser una persona más serena, más comprensiva, con menos prejuicios y consecuentemente  tener una visión más clara de todas las cosas, pues  al final de todo,  uno de los secretos de la vida, es tener simplemente paciencia.

 Ferrán Aparicio
1 de Junio de 2019