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miércoles, 15 de julio de 2020

RECUPERANDO PALABRAS


El otro día, en una reunión de amigos, surgió una conversación que me hizo reflexionar, simplemente se trataba sobre la reflexión de que nuestro diccionario tiene un montón de palabras que ya no utilizamos y en el fondo son el reflejo de una sociedad que se mueve por modos y modismos, y abandona la expresión de la lengua clásica.

Hoy en día nos movemos en un entorno de blogs, wikis, estándares abiertos, web, rede sociales y otros tantos términos de rabiosa actualidad, y si lo pensamos fríamente como espectadores de nuestro lenguaje cotidiano, dan  ganas  ocasionalmente de recuperar palabras más clásicas, de esas que han quedado de algún modo almacenadas en un lugar recóndito del cerebro pero que ya no utilizamos.

Recuperar tiene sinónimos como : recobrar, rescatar, redimir, reparar, reconquistar, librar, reponerse, restablecerse, recobrarse, mejorarse, aliviarse, convalecer, …, sin embargo cada una se expresa en un contexto y aporta un significado concreto.  No es lo mismo recobrar, rescatar, reconquistar en el sentido de cosas, objetos o personas, incluso sentimientos, que la otra cara de luna que sería restablecerse, recobrarse, mejorarse, aliviarse, convalecer, referidos  a la salud o enfermedades.

Hay palabras  como altruismo, coherencia, compasión, caridad, fidelidad, franqueza, honestidad, e integridad, por seleccionar algunas, que realmente utilizamos muy poco en nuestro discurso diario, y es son el reflejo de unos valores que la sociedad no practica en demasía.

Los valores son los principios por los que se rige una persona o grupo o una sociedad, en realidad son conceptos abstractos, pero se manifiestan en cualidades y actitudes que desarrollan las personas.

Bien es cierto si lo pensamos fríamente, que en una sociedad existen diferencias de valores entre diferentes grupos, según las clases sociales, orientaciones ideológicas, generaciones incluso en las propias religiones.

También es bien cierto que una persona puede adoptar diferentes valores  en diferentes  momentos de su vida, pues la pura realidad es que no somos los mismos, ahora …que hace un año, la vida nos ha ido llevando en relación a nuestras circunstancias y las circunstancias sociales, políticas incluso clínicas como es el caso del corona virus.

En esta nueva etapa que estamos viviendo , hemos reflexionado sobre lo vulnerables que somos y como sin darnos cuenta podemos ser víctima de un contagio y de alguna forma hemos revisado nuestros principios y valores , que a la sazón nos ha hecho recuperar determinadas palabras que teníamos ciertamente abandonados , incluso olvidadas.

Les animo como siempre a reflexionar y sobre todo a recuperar palabras como altruismo, caridad, colaboración, compasión, empatía, franqueza, honestidad, integridad, perseverancia, incluso prudencia, que son un simple y espontáneo ejemplo de valores que no usamos tanto,.., incluso que hemos olvidado.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                      15 de Julio de 2020

miércoles, 10 de abril de 2019

PAROLE , SOLO PAROLE


El español es un idioma tan rico como complejo, en este sentido  es una de las lenguas más difíciles de aprender para alguien que no sea castellano hablante, aunque tampoco es fácil de dominar cuando se trata de la lengua materna.

Es bien cierto que hay gente que le pega patadas al diccionario , pero también es cierto que  hay palabras y expresiones que llevamos utilizando mal toda la vida.

 Muchas veces por educación, arraigo o simplemente  costumbre escuchamos  discursos erróneos, pero tan arraigados y transmitidos de generación en generación que no desaparecen, y aun siendo  conscientes  de estar haciéndolo mal, continuamos utilizando vocablos y palabras, que sabemos que están mal dichas.

Esto lo comprobamos cuando leemos, bien sea el periódico o cualquier libro aparecen nuevas palabras, o simplemente palabras que pensábamos que se escribían de otra forma. También en la ortografía han cambiado modas y modismos respecto a las acentuaciones, aunque las agudas, llanas y esdrújulas, siguen  con las mismas reglas académicas que las que aprehendimos cuando éramos niños.

Del mismo modo, otros términos nos pueden sonar raros por utilizarse con menor frecuencia y nos aventuramos a corregir al que los usa, sin embargo, son tan válidos como sus sinónimos más comunes.

En otras ocasiones metemos la pata al utilizar dos palabras como si tuvieran el mismo significado, y esto lo compruebas cuando utilizas la RAE o cualquier otro diccionario y te das cuenta que estás diciendo o escribiendo algo que realmente no es coherente.

Cuantas veces escribiendo  te das cuenta que te reiteras en verbos y sustantivos,  buscas una palabra o verbo alternativo que muestre el mismo significado y es entonces cuando te pones a prueba con tu capacidad para encontrar sinónimos.

Otro tema es los errores en ortografía que tenemos, pues realmente son palabras que no vemos normalmente escritas , como son friegasuelos y friegaplatos, fregasuelos y fregaplatos, que se  construyen con la tercera persona del singular del verbo fregar.

Hay expresiones que nos sucede lo mismo , quien no ha oído la expresión “desternillarse de risa”, cuando todos pensamos que se escribe y se dice  rutinariamente “destornillarse de risa”.  Es entonces cuando analizamos los términos y caemos en la  cuenta que la expresión procede de ternilla y  antiguamente, cuando alguien se reía de manera exagerada podía llegar a romperse las ternillas,  es decir los cartílagos  de la mandíbula.

Las palabras  son solo palabras  y aunque estamos llenando el español de anglicismos innecesarios, que no aportan nada, porque ya están hispanizados, es necesario saber lo que decimos con propiedad, como siempre ,.., sin más.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                      10 de Abril de 2019


martes, 25 de julio de 2017

PAROLE,PAROLE

Hay palabras que por su entorno circunstancial, pueden evocarnos  distintos significados, sin embargo cuando las oímos nos evocan el  significado que más  comúnmente nos viene a la cabeza o simplemente relacionamos y  se nos presenta  cotidianamente en nuestra vida.

"Parole parole" es una composición musical de Gianni Ferrio, Leo Chiosso y Giancarlo Del Re. La canción fue originalmente cantada a dúo por Mina Mazzini y Alberto Lupo.

“Parole, parole”, muestra las lamentaciones del final del amor de la cantante y las mentiras que ha tenido que escuchar, ella reacciona a los cumplidos que le da, simplemente respondiendo «parole», dando a entender que no cree en las palabras que le dice el hombre.

Y es que hay palabras  que por su amplia semiótica, simplemente son palabras y sólo palabras y otras están cargadas de un gran significado, tanto positivo como negativamente y hay que atender a la circunstancia donde se escuchan y se relacionan.

Todas las palabras evocan significados y experiencias en nuestra imaginación, pero hay palabras que generan emoción, como por ejemplo, sensualidad, ternura, deseo, o pasión, por decirles unas cualquiera elegidas al azar, que me vienen a la cabeza.

En general incluso nos llevan a relacionarlas con nuestra personalidad o simplemente con  la sexualidad, si bien están relacionadas  dentro del mundo de los sentidos.

Quizá, el componente principal de nuestra experiencia humana está relacionado con nuestros cinco sentidos, ya que  a través de éstos  nos relacionamos con el mundo material en el que vivimos, experimentamos y disfrutamos algunas veces de la vida.

Al final nuestra experiencia de la vida del día a día, es la de un mundo material que podemos ver, oír, tocar, oler y gustar, estos sentidos nos informan de la vida a nuestro alrededor, pero también son una fuente de disfrute de la experiencia de estar vivos.

Y también  de la importancia de nuestras palabras, lo que decimos, a quien se lo decimos y el tono con que nos dirigimos, porque ya no interviene la semántica de lo que intentamos comunicar, sino que reflejamos directamente con nuestro mensaje y  a efectos de no confundir a nuestro  escuchante la intencionalidad de una sofisticación creciente de nuestra consciencia, es por ello que  debemos controlar ese tripartito de la expresión diaria.

También es cierto que día a día vivimos inmersos en nuestros cinco sentidos: vemos, escuchamos, tocamos, olemos y experimentamos los sabores, pero una cosa es usar los sentidos como “herramienta” y otra bien distinta como fuente de placer y disfrute, o  en su caso de auto engaño.

Vivimos en una realidad que va demasiado deprisa, trabajamos de lunes a viernes, de sol a sol  y en la que cada vez tenemos menos tiempo. También vivimos en una realidad que día a día se virtualiza más y con la que cada vez más,  la comunicación es mucho más virtual, es por ello que la falta de comunicación presencial, dé lugar a interpretaciones no sentidas y mal expresadas, es por ello que quizás y sólo quizás, debemos dejar lo importante para los actos presenciales y vivir cada día con la intención de disfrutar de las experiencias sensoriales, pues al fin y al cabo somos las que podemos sentir más directamente y las palabras son solo palabras ,…. ,”Parole, parole”.

                                                             Ferrán Aparicio
                                                           25 de julio de 2017