El
otro día haciendo zapping de esa manera que todos hacemos cuando no tenemos el periódico
a mano, apareció el título de una película que empezaba en ese momento y se
llamaba: “Azul oscuro casi negro”.
El
titulo me llamó la atención, pues nunca había pensado en ese color tan
exclusivo, siempre pensé que el azul oscuro o era azul marino o era negro pero
que muy negro, pero pensándolo fríamente, me di cuenta que si existía y me
recordó unos versos que había leído de un autor anónimo que decían: “Figuras
sin formas, sombras sin color, fuerza paralizada, gestos sin movimientos,
miradas cruzadas”, enseguida los recuperé porque así es para mí, el concepto de
azul oscuro ,casi negro.
Azul
marino, casi negro es un color impreciso que a veces tiende al azul y otras veces se decanta por el negro, igual que la vida
misma, dependiendo un poco del estado anímico en que nos encontremos.
La
película azul marino casi negro, fue realizada y dirigida en el año 2006, por
el director novel Sánchez Arévalo. Lo más sorprendente es que su contenido, una historia de esperanzas
sueños, de superación, donde los personajes nos pueden parecer muy cercanos en
la actualidad, en la crisis que seguimos viviendo, tienen trazados unos
destinos con evoluciones muy bien desarrolladas que nos hacen sentir lo mismo
que ellos están sintiendo.
Si
bien el guión es insólito en cuanto a su contenido, pues está lleno de
metáforas distorsiones y contradicciones, su síntesis revela verdades como
templos, combinando escenas de tono más alegre con otras de crudo y duro
realismo nada complaciente, pero con la que el espectador se siente
ensimismado.
Su
temática resulta actual aunque hayan pasado ya algunos años, versa sobre la lucha
contra el destino, la búsqueda de la propia identidad, el concepto de la
provisionalidad de muchas cosas, la
superación intelectual personal que combinado a través de diversas personalidades van reflejando el
bloqueo psicológico de cada uno de los personajes planteando una situación de
cambio, para que todo siga finalmente igual. Ada persona, en función de cómo se
identifica en relación a cada uno de los variopintos personajes, puede sentir
una empatía emocional, pero siempre reconociendo que la verdadera felicidad es
vivir el momento, sin una lucha especifica pero con una mente clara se saber
donde nos encontramos y a donde vamos.
Azul
oscuro casi negro, es en definitiva un nuevo color y hace referencia al estado anímico
de nosotros mismos y nuestra propia percepción de la vida donde nos empeñamos en
luchar con nuestro propio destino, en lugar de disfrutar de las aguas marinas
claras y trasparentes que nos frece esa mar de la vida, en la que nos empeñamos
en ir a una profundidad en busca de unos sueños, que n os golpean con la
oscuridad de un destino que nos parece inevitable.
En
este momento del último día de este año, os animo a vivir la vida como una
esperanza y no una frustración, sabiendo en todo momento en la profundidad que
nos encontramos, pues aunque el color cambie dependiendo del prisma en que se
mire, no hay que olvidar siempre ese color azul oscuro casi negro, que existir,
existe.
Ferrán Aparicio
31
de diciembre de 2017