Todos sabemos que “sembrao”
significa o se asemeja en su contenido, en
habla coloquial para indicar que una persona está siendo especialmente
acertada, ocurrente, ingeniosa o graciosa con su forma de hablar o actuar.
Sin
embargo al que ejerce la acción ocurrente se aplica a la persona o al dicho,
que es oportuno, original y gracioso.
Ocurrente
sin embargo es algo que tiene lugar o
acontece, termino diferente a de “estar sembrao”. El uso más habitual del
concepto de ocurrente, de todos modos, se asocia a las ocurrencias que son ni
más ni menos, que las ideas que surgen de forma imprevista y espontánea y a la
persona que suele tener ocurrencias se la califica como ocurrente.
El
dilema surge cuando te planteas si la ocurrencia es una virtud o carácter común
o simplemente se deriva a algunas personas que por su carácter natural, son
unos “sembraos”, en el discurso de su vida.
Todos y
cuando digo todos, somos todos, tenemos unas inquietudes, una directriz, unos
intereses y en función de ello buscamos los mecanismos de acción para conseguir
lo que anhelamos, es un procedimiento de la naturaleza humana, pero en el caso
de los “sembraos”, la acción se separa de lo convencional creando una
improvisación, una ocurrencia original e inesperada que puede manifestarse a
través de acciones o palabras.
La
expresión “estar sembrao” es reconocer la capacidad de generar nuevas ideas o
conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que
habitualmente producen soluciones originales. La facilidad para improvisar algo
creativo y a la vez resolutivo es una habilidad típica de la cognición humana,
presente también hasta cierto punto en algunas personas.
El
sembrao como personaje se le reconoce por atinar la expresión oportuna en el momento
oportuno, mezclando estrategias mentales entre el pensamiento convencional y el
creativo, pero la cualidad de la creatividad puede ser valorada por el
resultado final.
Las
personas que gozan de esta virtud, son los individuos creativos, que suelen ser enormemente intuitivos y estar más
interesados por el significado abstracto del mundo exterior, que por su percepción
sensitiva.
También
es cierto que de alguna forma depende de su actitud ante la vida pues parecen
estar relativamente liberados de prejuicios y convencionalismos, y les interesa
relativamente poco lo que sus semejantes o cualquier persona piensen de ellos, prefiriendo
fiarse de sus propios juicios.
Analizando
la postura del sembrao como persona oportuna, original y graciosa, descubrimos
al el individuo, que de alguna manera se percibe y reconoce como
"alguien que dejará huella" en su etapa vitalicia.
Si bien
funcionan con un gran grado de intuición emocional, como personas desarrollan los
procesos de creatividad y se caracterizan por un nivel elevado de esfuerzo,
planificación, reiteración y re-alimentación, que se aleja de los creadores de "la idea feliz" instantánea y solamente
al alcance de muy pocos, pues es una actitud personal que desarrolla este
estereotipo humano.
Les
animo a observar desde la observancia, a los seres humanos que le rodean, por salirse
de la rutina y de lo cómodo que actúan, para intensificar las conexiones cognitivas y
emocionales de la creatividad, a través de sus manifestaciones.
Ferrán
Aparicio
20 de mayo de 2018
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