Aceptar que una persona puede elegir vivir en los márgenes o en la nada, también es una lección sobre la diversidad de formas de ser y estar en el mundo. A veces, la paz y el bienestar personal no se encuentran en perseguir los ideales convencionales, sino en la aceptación de una forma de vida más sencilla, menos visible, pero igualmente plena, pero sin expectativas sociales.
Estas figuras, lejos de ser marginales o insignificantes, representan formas de vida profundamente conectadas con el ser interior, donde el sentido de trascendencia o conexión con algo más grande no se encuentra en lo externo, sino en lo más profundo del ser.
Esta elección refleja una decisión deliberada de apartarse de las distracciones del mundo exterior, para centrar la vida en la reflexión y la espiritualidad.
Sin embargo, este límite expectativas sociales, también puede ser un refugio y para algunos, el mundo puede parecer caótico, hostil o insoportable, y la retirada hacia el margen de la existencia es una forma de protegerse.
En este caso, el límite actúa como una barrera de seguridad, un espacio donde la persona se siente a salvo de los juicios, las exigencias o los dolores que la vida le ha impuesto. Aquí, vivir en el límite no es tanto una elección espiritual, sino una estrategia de supervivencia emocional y aunque esta forma de vida puede no ser comprendida o compartida por otros, sigue siendo una decisión válida y respetable.
En el caso de quienes eligen conscientemente retirarse del bullicio y la visibilidad social, como un monje de clausura o un ermitaño, vivir en el límite de la nada puede ser una vía hacia una vida más plena y significativa desde lo interno, se convierte en un camino para la expansión de la conciencia, la búsqueda de respuestas más profundas y, en muchos casos, un sentido de trascendencia.
Para estas personas, el sentido de plenitud no se mide por logros externos, sino por la paz y claridad interna que logran al habitar este espacio fuera de la expectativas sociales.
La persona que elige este camino puede estar buscando trascender la vida ordinaria, buscando un significado más elevado o espiritual como un refugio, este espacio puede ser lo único que les permite seguir adelante en medio de una vida que perciben como insoportable.
Este enfoque ayuda a las personas a identificar las narrativas y juicios que limitan su acción, ofreciendo la oportunidad de generar nuevas formas de ser y actuar en el mundo,pues todas las personas no desean ajustarse a las expectativas socialesy solo queda respetar la autonomía de cada individuo.
Fernando Montón Aparicio
1 de Septiembre de 2025