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sábado, 20 de septiembre de 2025

SENTIMIENTO DE SOLEDAD


El ser humano es un ser social por naturaleza es por eso, que a veces, nos pueden sorprender quienes prefieren pasar su tiempo libre sin cruzar palabra con los demás o alejados del resto.

 Ciertamente, estar solo puede tener una gran carga negativa en nuestra mente, pues no debemos y distinguir de que no es lo mismo “sentirnos solos” que “estar solos. Porque versus en contrario, existen aquellos que disfrutan, y mucho, de sus momentos de soledad; pudiendo incluso priorizarlos frente a alternativas sociales.

 Para muchas personas, la soledad es un placer pues Disfrutan de su propia compañía y suele pasar que tienen  la autoestima más alta, son seguras y reflexivas.

Las personas que eligen estar solas sin un motivo de rechazo o conflicto con los demás sabe practicar el amor propio.

Pero la soledad, y su vivencia en equilibrio y aceptación, es un requisito necesario para relacionarnos con otro ser humano en libertad, para forjar una relación fuerte y saludable, con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Es de gran importancia diferenciar dos tipos de personas solitarias; aquellos que están solos contra su voluntad, que  suelen ser personas que quieren ser amadas e incluidas, pero que en su lugar fueron rechazados y en mayor o menor medida, suelen hacer planes para evitar los momentos vacíos y por otra parte los verdaderos solitarios, es decir, aquellos que abrazan y disfrutan plenamente su tiempo a solas. 

Para el primer tipo, la soledad será una carga.Por el contrario, para los verdaderos solitarios, la soledad es un tesoro emocional y quienes no viven la soledad desde la perspectiva del vacío o de la ausencia, sino de la plenitud, son personas que sienten la creatividad, la ilusión, la libertad y la confianza de estar consigo mismas.

Entendemos que la soledad es parte troncal del proceso de madurez, pues La conquista de la soledad es el resultado del amor incondicional hacia uno mismo. 

 

Las personas que prefieren estar solas pueden estar pasando por un momento de cambio y búsqueda interna; desarrollando nuevos hábitos e intentando hacer cambios profundos en sus vidas lejos de la influencia de otros, y en el fondo sólo se trata de  distanciarse para ganar en perspectiva.

Las personas que prefieren estar solas suelen ser hábiles estableciendo prioridades porque cuentan con más espacio para los deseos y menos para las necesidades, de la misma forma que no lo tienen a la hora de poner sus recursos a disposición de los demás si se lo pueden permitir.

Las personas solitarias, son personas que confían en sus capacidades, lo que les lleva a depender menos y ser menos sensibles a las valoraciones de otros. Además, suelen ser más exigentes con las personas de sus círculos sociales.

Quien sabe estar solo es más empático y flexible, tiene una mente abierta y es capaz de tener en cuenta otros puntos de vista.

 

                                                                            Ferrán Aparicio

                                                                    20 de septiembre de 2025

lunes, 15 de septiembre de 2025

MA

 

“Ma” por definición  es  el arte japonés de habitar los silencios y los espacios, aunque en la vida cotidiana solemos asociar el vacío con carencia.

Un silencio incómodo en una conversación, una pausa prolongada en medio de una canción, un espacio en blanco en un diseño, sin embargo el MA  puede traducirse como espacio, pausa o intervalo. Lo interesante es que “Ma” no se entiende como nada o la nada, sino como un vacío lleno de sentido, un respiro que da forma y valor a lo que lo rodea.

El carácter japonés de “Ma” combina la idea de puerta, con la de sol  y juntos evocan una imagen poética: la luz atravesando una rendija en la puerta.

Ese instante, ese espacio intermedio, es “Ma”: una fracción de tiempo o lugar que no está lleno, pero tampoco está vacío.

El concepto resulta algo abstracto pero si se imaginan dos planos en los que queda una pequeña hendidura o  rendija , ese espacio es el que define el concepto japonés de “ Ma”.

Ma es el silencio en contra del sonido, ese espacio crea ritmo, tensión y emoción que invita en espacios próximos a la calma y a la contemplación

El espacio intermedio como pausal no son vistas como incómodas, sino como oportunidades para pensar y dar profundidad a las palabras, pues el tiempo detenido y los gestos pausados transmiten tanto como la acción.

Mientras que en Occidente tendemos a llenar los vacíos, Japón nos recuerda que en el espacio libre también reside la belleza. Ma es el reconocimiento de que el silencio, la pausa o el intervalo no interrumpen la vida, sino que la enriquecen.

En las interpretaciones modernas de las artes y la cultura tradicionales japonesas, ma es una interpretación artística de un espacio vacío, que a menudo tiene tanta importancia como el resto de la obra y centra al espectador en la intención del espacio negativo en la obra.

El concepto de espacio como una entidad positiva se opone a la ausencia de tal principio en una noción "japonesa" correlacionada del espacio y aunque se usa comúnmente para referirse al espacio negativo literal y visible, ma también puede referirse a la percepción de un espacio, hueco o intervalo, sin requerir necesariamente un elemento físico de composición.

En un mundo que nos impulsa a la prisa y al ruido constante, redescubrir el Ma puede ser una forma de resistencia: un recordatorio de que en los espacios intermedios también hay vida, que no todo debe estar ocupado para tener sentido.

           

                                                              Ferrán Aparicio

                                                      15 de Septiembre de 2025

 

miércoles, 10 de septiembre de 2025

NESTING

El arte de no hacer nada o disfrutar de no hacer nada tiene un nombre que en los últimos meses está ganando popularidad: el nesting. 

Término que deriva del inglés “nest”, empujándonos a quedarnos tranquilos/as en nuestro “nido”. 

En nuestra era y sociedad frenética, donde la productividad y la ocupación constante son celebradas, el nesting nos invita a justo lo contrario, nos invita a reconsiderar el valor de la inactividad y el placer de simplemente ser. 

El nesting no se trata únicamente de inacción e inactividad, se trata de crear un espacio para el descanso, para la reflexión, para la introspección y para la reconexión con uno/a mismo/a, sin planificar.

El nesting no se trata de hacer el vago, sino de abrazar y acoger la inactividad con gratitud. Es un momento consciente para recargar energías y permitir que la mente descanse.

Desentrañar los principios fundamentales del nesting y cómo disfrutar de no hacer nada puede ser una forma de arte en sí misma. El entorno y el ambiente que creamos juega un papel crucial en el nesting, pues fomentar un espacio cómodo, con elementos que transmitan calma, cálido, tranquilo… contribuye a una experiencia más plena y favorecerá el nesting., encontrando el  placer en las pequeñas cosas “de casa” se vuelve fundamental. 

Aunque tratemos de luchar contra las expectativas, sabemos que es muy difícil no generarlas; expectativas que en muchas ocasiones nos encadenan y atrapan. 

El nesting implica liberarse de esas expectativas, ya sean externas o internas. La idea es que la persona se permita disfrutar sin presiones y no tratar de cumplir y finalizar una lista de tareas interminables que si no se consiguen nos invaden de frustración y culpa.

La vida moderna a menudo nos somete a niveles altos de estrés, y es el nesting quien actúa como un antídoto, brindando un espacio para liberar tensiones y reducir así la ansiedad.

La mente necesita momentos de tranquilidad para dar paso y dejar florecer la creatividad,  u es el  nesting y disfrutar de no hacer nada proporciona ese espacio donde las ideas pueden surgir de manera natural.

Es importante no confundir el nesting con la falta de energía, la apatía, el aburrimiento , sino lo que  el nesting busca que la persona entienda que la inactividad en un mundo ruidoso y siempre en movimiento es necesario, óptimo y beneficioso.

En definitiva  y, para terminar, el nesting nos invita a apreciar el silencio, a parar, a desconectar y a no sentirnos mal, ni sentirnos poco productivos si no hacemos nada.

 

                                                           Ferrán Aparicio

                                                10 de Septiembre de 2025

viernes, 5 de septiembre de 2025

SIMPLEMENTE GALBANA

 

Galbana , por raro que padezca es la inclinación a no trabajar, no hacer nada o no moverse cuando llega el calor le entra la galbana. desgana, indolencia, pereza. Gran desidia, ociosidad, haraganería, flojedad, indolencia, flojera

 La galbana es una expresión que refleja la falta de interés o energía para llevar a cabo labores o responsabilidades.

Se caracteriza por una actitud de pereza o desgana hacia el trabajo y las obligaciones propias de una posición o cargo.

Es la resistencia al esfuerzo y la renuencia a cumplir con las tareas asignadas, mostrando una clara falta de motivación para realizar las actividades laborales correspondientes.

Por definición significa: pereza, repugnancia al trabajo, al esfuerzo, a cumplir las obligaciones del cargo de cada uno

La galbana es un término que se utiliza para describir una sensación de pereza o desgana hacia el trabajo o las responsabilidades.

Esta actitud se manifiesta como una falta de motivación para realizar tareas laborales o cumplir con las obligaciones propias de un cargo o posición.


La galbana puede estar asociada a la apatía, la desidia y la falta de compromiso, lo que puede afectar negativamente el rendimiento laboral y la productividad.

La galbana puede manifestarse de diversas formas, desde la procrastinarían hasta la evasión activa de responsabilidades. 
Quienes experimentan galbana tienden a buscar excusas para evitar el trabajo o buscan atajos para cumplir con sus obligaciones de manera superficial. Esta actitud puede generar tensiones en el entorno laboral y afectar las relaciones interpersonales.

La palabra galbana procede del árabe hispánico julbána o jilbána, la cual a su vez procede del árabe clásico julŭbān.

 No obstante lo anterior sobre su procedencia, es algo semejante a lo que los italianos llaman “ dolce far niente”, o el arte de no hacer nada, una filosofía que nos invita a desacelerar el ritmo cotidiano y valorar esos enriquecedores momentos de pausa. El arte de no hacer nada o disfrutar de no hacer nada tiene un nombre que en los últimos meses está ganando popularidad: el nesting

Aunque parezca paradójico, tomarse tiempo para no hacer nada y tener espacios de desconexión puede mejorar la concentración y la productividad de cara a embarcarnos después en tareas activas.

 

                    Ferrán Aparicio

            5 de septiembre de 2025

 

lunes, 1 de septiembre de 2025

EXPECTATIVAS SOCIALES

Aceptar que una persona puede elegir vivir en los márgenes o en la nada, también es una lección sobre la diversidad de formas de ser y estar en el mundo. A veces, la paz y el bienestar personal no se encuentran en perseguir los ideales convencionales, sino en la aceptación de una forma de vida más sencilla, menos visible, pero igualmente plena, pero sin expectativas sociales.

 El aislamiento puede ser una elección consciente de introspección, una vida orientada hacia el mundo interior, similar a la vida de un ermitaño o un monje de clausura, sin expectativas sociales.

Estas figuras, lejos de ser marginales o insignificantes, representan formas de vida profundamente conectadas con el ser interior, donde el sentido de trascendencia o conexión con algo más grande no se encuentra en lo externo, sino en lo más profundo del ser.

Esta elección refleja una decisión deliberada de apartarse de las distracciones del mundo exterior, para centrar la vida en la reflexión y la espiritualidad.

Sin embargo, este límite expectativas sociales, también puede ser un refugio y para algunos, el mundo puede parecer caótico, hostil o insoportable, y la retirada hacia el margen de la existencia es una forma de protegerse.

En este caso, el límite actúa como una barrera de seguridad, un espacio donde la persona se siente a salvo de los juicios, las exigencias o los dolores que la vida le ha impuesto. Aquí, vivir en el límite no es tanto una elección espiritual, sino una estrategia de supervivencia emocional y  aunque esta forma de vida puede no ser comprendida o compartida por otros, sigue siendo una decisión válida y respetable.

En el caso de quienes eligen conscientemente retirarse del bullicio y la visibilidad social, como un monje de clausura o un ermitaño, vivir en el límite de la nada puede ser una vía hacia una vida más plena y significativa desde lo interno, se convierte en un camino para la expansión de la conciencia, la búsqueda de respuestas más profundas y, en muchos casos, un sentido de trascendencia.

Para estas personas, el sentido de plenitud no se mide por logros externos, sino por la paz y claridad interna que logran al habitar este espacio fuera de la expectativas sociales.

La persona que elige este camino puede estar buscando trascender la vida ordinaria, buscando un significado más elevado o espiritual como un refugio, este espacio puede ser lo único que les permite seguir adelante en medio de una vida que perciben como insoportable.

Este enfoque ayuda a las personas a identificar las narrativas y juicios que limitan su acción, ofreciendo la oportunidad de generar nuevas formas de ser y actuar en el mundo,pues  todas las personas no desean ajustarse a las expectativas socialesy solo queda respetar la autonomía de cada individuo.

 

                                                 Fernando Montón Aparicio

                                                  1 de Septiembre de 2025

 

sábado, 30 de agosto de 2025

INVISIBLE

En la amplia gama de experiencias humanas, hay quienes parecen transitar la vida de forma apenas perceptible, invisibles para el mundo que les rodea.

Estas personas, cuyo paso por la vida se siente como un susurro que desaparece sin ser notado, viven en lo que podríamos llamar el límite de la nada. Su existencia pasa desapercibida y su ausencia no genera eco alguno.

En este sentido, los seres humanos somos «seres lingüísticos», y a través de nuestras conversaciones, generamos realidades y aquellos que viven en el límite de la nada, a menudo, están atrapados en una narrativa que restringe su sentido de pertenencia y contribución en el mundo.

La invisibilidad no solo es social, sino que también puede ser autoimpuesta a través de los discursos internos que definen su identidad y sus posibilidades de acción.

Cada persona es un observador único del mundo y este observador se define por cómo interpreta la realidad a través de sus emociones, creencias y lenguaje. Las personas que se sienten al margen de la vida suelen estar atrapadas en interpretaciones limitantes sobre sí mismas y el entorno. Como observadores de su propio mundo, sus juicios y emociones los han llevado a construir una realidad en la que sienten que no tienen impacto.

El vivir en el límite de la nada puede estar sustentado por ciertos actos de lenguaje que limitan las posibilidades de acción. En particular, las personas que se sienten invisibles pueden estar atrapadas en discursos internos de resignación o desvalorización, donde se imponen juicios como «No importo» o «Nada de lo que hago tiene valor». Estos juicios impactan su manera de relacionarse con el mundo, llevando a una desconexión emocional y social.

Cada persona es un observador único del mundo y, por lo tanto, tiene derecho a habitar su vida de la manera que elija y  no hay una vida mejor o peor, solo vidas diferentes, y la misión  no es imponer un ideal de lo que debería ser una vida plena o exitosa, sino acompañar a la persona en la exploración de sus propios deseos y significados.

Si alguien elige vivir de manera tranquila, apartada, o en lo que otros podrían considerar una “invisibilidad”, eso no necesariamente implica que está viviendo mal, pues lo importante es discernir si esa elección proviene de una libertad genuina o si es una consecuencia de juicios o emociones que están limitando sus posibilidades.

 Vivimos en una sociedad que muchas veces impone normas sobre lo que significa tener una buena vida , éxito, visibilidad, logros materiales y relaciones sociales son algunos de los valores que, de forma más o menos explícita, se presentan como ideales a alcanzar.

Sin embargo, estas normas no necesariamente son universales ni aplicables a todas las personas y algunas encuentran significado en formas de vida diferentes, más tranquilas, apartadas o incluso solitarias.

 

                                                            Ferrán Aparicio

                                                      30 de Agosto de 2025

lunes, 25 de agosto de 2025

EL VIVIR EN EL LIMITE DE LA NADA

 

Hay quienes viven en el centro del ruido, entre calendarios repletos y promesas infladas. Pero hay otros menos visible que habitan en los márgenes. En la frontera borrosa donde la existencia apenas roza el sentido. Viven en el límite de la nada.

No es desesperación, tampoco heroísmo, es más bien una forma de respirar con lo justo, de sostenerse con lo que queda cuando se han ido las certezas, las pertenencias, las respuestas. Se aprende a caminar sin mapas, a amar sin promesas, a pensar sin llegar a conclusiones.

La vida se vuelve una línea delgada entre el abismo y la costumbre. El que vive en ese límite no le teme al vacío; ha hecho de él un compañero. Sabe que el silencio puede ser más real que cualquier discurso. Que el dolor, aunque punzante, no miente.

Que hay belleza también en la renuncia, en el acto de no pretender más de lo que hay.

Desde ese borde, el mundo se ve diferente, las cosas no valen por lo que prometen, sino por el instante en que son. Un gesto amable puede salvar un día. Una palabra sincera, desarmar una noche larga.

La nada deja de ser un monstruo y se vuelve espacio fértil. Un lugar donde no hay que sostener apariencias, donde se puede simplemente estar.

La frase "El vivir en el límite de la nada" evoca una fuerte carga poética, existencial y filosófica. Puede interpretarse de varias formas, dependiendo del contexto o del enfoque que se le quiera dar. Aquí tienes algunas posibles interpretaciones:

La frase podría estar hablando de la experiencia humana de vivir al borde del vacío, de enfrentarse constantemente con la incertidumbre, el sinsentido o la falta de propósito. Es una forma de decir que se vive en el límite de lo que tiene sentido y lo que no lo tiene.

“Vivir en el límite de la nada” puede ser como caminar por la cuerda floja entre la existencia y el vacío, entre el ser y la ausencia.

También podría referirse a un estado mental o emocional en el que alguien siente que está al borde del colapso, de la desesperanza, o del agotamiento. Una especie de lucha diaria por no caer en la apatía o el desánimo total.

Autores como Jean-Paul Sartre, Albert Camus o Emil Cioran han abordado ideas similares desde el existencialismo o el nihilismo, quienes juegan con el vacío, el abismo y los límites del ser.

Vivir en el límite de la nada es no tener a dónde huir, pero tampoco necesitarlo, es aprender a habitar el borde sin caer, a ver la oscuridad sin volverse ciego, a perder sin volverse menos, por eso es quizá, la forma más honesta de vivir: sin adornos, sin excesos, sin mentiras, pues es, al fin y al cabo, estar vivo cuando todo invita a desaparecer.

 

                                                           Ferrán Aparicio

                                                     25 de Agosto de 2025

 

miércoles, 20 de agosto de 2025

TENDENCIA Y ELEGANCIA

Tendencia es un término que se utiliza para describir una dirección o inclinación que sigue algo con el tiempo. Puede aplicarse en distintos contextos, pero en general significa lo que está ganando popularidad o se está volviendo común en un momento determinado.

Una tendencia es un estilo de ropa, colores o diseños que muchas personas están usando en una temporada, siguiendo una dirección una en la que se está moviendo el mercado o la innovación.

La elegancia tanto en hombre como a una mujer, se refiere a la persona que  proyecta buen gusto, refinamiento y distinción en su forma de vestir, comportarse y presentarse ante los demás. La elegancia no se limita solo a la ropa, sino que también incluye modales, actitud y presencia.

En general una persona elegante, usa ropa de buena calidad, bien combinada y adecuada a la ocasión, Prefiriendo estilos clásicos, como trajes bien entallados, evitando excesos, prefiere la sobriedad y los detalles discretos. La persona elegante es respetuosa, cortés y sabe comportarse en diferentes ambientes sociales. Escucha más de lo que habla y no necesita llamar la atención para destacar.

La tendencia marca lo que está de moda o lo que muchas personas están usando en un momento determinado pero la elegancia, en cambio, es más atemporal y personal: es una forma de presentarse con clase, sin exageraciones ni excesos.

Lo primero que habría que hacer para abordar este tema es diferenciar entre lo que es seguir las tendencias -vestir a la última- y alcanzar la elegancia vistiendo. Dos conceptos diferentes que se rigen por normas, podríamos decir que opuestas. Mientras que en lo primero, arriesgar y conseguir combinaciones únicas y sorprendentes marcarían la diferencia, en lo segundo buscamos fórmulas atemporales, avaladas por el paso del tiempo y sabiendo que muchos hombres antes que nosotros han comprobado que esa mezcla concreta o esa prenda harán que nuestro estilo pueda ser catalogado como de tendencia.

Otro elemento clave para conseguir ese valor intangible que nos da la elegancia es la elección de los colores a combinar, para no destacar en exceso, suele ir asociado a ella y por eso no hay nada como apostar por colores neutros para conseguirla: el beige, el negro, el verde caza, el marrón… Cualquiera de ellos te acercará sin prácticamente esfuerzo a tu objetivo.

Como bien decíamos al principio, no estamos hablando de seguir las tendencias sino de vestir de forma elegante, y con esto en especial queremos decir dos cosas: que tenga algún detalle de tendencia en diseño que la diferencie de una prenda para de estar por casa, y que sea vea buena y material extra confortable.

 

                                                                Ferrán Aparicio

                                                           20 de Agosto de 2025

 

 

 

 

viernes, 15 de agosto de 2025

CONTROL MENTAL

En la vida, enfrentamos desafíos constantemente, desde que nos  levantamos y nos ponemos las zapatillas , hasta que entramos en un sueño profundo donde l realidad es una fantasía. La palabra "mente" puede referirse a varias cosas, pero principalmente alude a la capacidad intelectual del ser humano, el conjunto de procesos psíquicos conscientes e inconscientes, o un propósito o intención. También se puede referir a la capacidad de pensar, procesar información y comprender el mundo

A veces, la vida nos golpea con dureza  y sin embargo, en cada uno de estos momentos, se esconde una oportunidad de crecimiento, un llamado a entrenar nuestra mente para ver lo bueno, incluso cuando parece que no hay nada.

Este es un principio fundamental tanto en el coaching como en la filosofía del desarrollo personal: la mentalidad que adoptemos ante las adversidades puede determinar nuestro éxito o fracaso.

La psicología positiva, una rama de la psicología que se enfoca en el estudio del bienestar y la felicidad, sugiere que el optimismo no solo mejora nuestro estado de ánimo, sino que también nos prepara para enfrentar mejor los desafíos.

Las personas optimistas no solo son más resilientes frente a las adversidades, sino que también tienen mejores resultados en su vida personal y profesional. Ven oportunidades donde otros ven obstáculos.

Lo que se ha demostrado clínicamente es        que el  optimismo es una habilidad que se puede aprender y desarrollar y no solo se trata de ignorar la realidad o de ser ingenuo, sino de elegir ver la oportunidad en cada situación y convertir los problemas en aprendizajes.

Practica la gratitud diaria:, la gratitud es una herramienta poderosa para entrenar tu mente a ver lo positivo, esto no solo cambia tu enfoque mental, sino que también reduce el estrés y mejora tu bienestar general.

Cuando las cosas no van como esperabas, recuerda que cada desafío es una oportunidad para mostrar tu liderazgo y no solo en el trabajo, sino en todas las áreas de tu vida, incluyendo el hecho de  tomar decisiones conscientes, mantener la calma bajo presión y actuar con integridad.

Una mentalidad de crecimiento es aquella que ve el fracaso no como un fin, sino como un paso más hacia el aprendizaje  y si  algo no sale como esperabas, reflexiona sobre lo que puedes mejorar para la próxima vez., pues ésta  mentalidad es esencial para crecer en cualquier ámbito de la vida.

En la vida, no podemos controlar todo lo que nos sucede, pero sí podemos controlar cómo respondemos a ello y solo se trata de entrenar tu mente para ver lo bueno en cada situación es una práctica diaria que requiere esfuerzo y dedicación.  Y si además  el resultado es poderoso: te permitirá enfrentar los desafíos con más fuerza, mejorar tu bienestar y vivir una vida más plena y consciente.

                                                         Ferran Aparicio

                  15 de Agosto de 2025

domingo, 10 de agosto de 2025

DEPRESION CONTROLADA

La depresión controlada no es un término médico oficial, pero se utiliza cada vez más para describir una situación en la que una persona diagnosticada con depresión clínica ha logrado reducir significativamente sus síntomas y llevar una vida funcional gracias a un tratamiento adecuado, sin menos cabo que aunque la enfermedad sigue presente en algún grado, ya no domina la vida del individuo.

Esto no significa que la depresión haya desaparecido por completo, sino que está gestionada a través de herramientas como la terapia psicológica, medicación, hábitos saludables y una red de apoyo.

Las personas que viven con depresión controlada suelen describir su experiencia como un equilibrio constante, pues  pueden tener días buenos y otros más difíciles, pero han desarrollado la capacidad de identificar señales de alerta y aplicar estrategias para no recaer completamente en un episodio depresivo.

Algunos pilares comunes en la gestión de la depresión son: La terapia cognitivo-conductual, psicodinámica u otras formas ayudan a mantener la estabilidad emocional;los antidepresivos o ansiolíticos, prescritos y supervisados por un profesional, pueden ser clave.

El ejercicio, sueño adecuado, alimentación balanceada y evitar el consumo de sustancias contribuyen al bienestar mental y el apoyo de  familiares, amistades o grupos de apoyo son fundamentales en momentos difíciles.

Uno de los desafíos que enfrentan quienes tienen la depresión bajo control es el juicio externo, pues al verse funcionales o productivos, muchas veces se minimiza su experiencia

La depresión controlada no significa que la lucha haya terminado. En muchos casos, es una condición crónica que requiere atención constante, como otras enfermedades como la diabetes o el asma.

Pero no hay que dramatizar, pues muchas personas con depresión controlada logran tener carreras exitosas, relaciones sanas y momentos de felicidad auténtica. La clave está en aceptar que la salud mental es un aspecto más de la vida que necesita cuidado continuo.

Controlar la depresión no es un fracaso ni una debilidad; es una muestra de resiliencia. Requiere fuerza para pedir ayuda, compromiso para seguir un tratamiento y valentía para seguir adelante a pesar del malestar interno.

La depresión controlada es un testimonio del poder de la intervención temprana, del autocuidado y del apoyo profesional. No significa perfección ni ausencia total de dolor, sino capacidad de afrontamiento. Hablar de ella con honestidad ayuda a reducir el estigma y a recordar que vivir con salud mental es un proceso, no un destino.

Tener la depresión bajo control no significa estar siempre bien, solo significa saber qué hacer cuando no lo estás, tienes que tener un equilibrio, una gestión constante, un acto de valentía silencioso.

                                                              Ferrán Aparicio

                                                          10 de Agosto de 2025

 

martes, 5 de agosto de 2025

HABLAME DE AMOR, MARINERO.

Todos  o casi todos los españoles y parte  del extranjero hemos oído la canción háblame del mar marinero, de Marisol, parafraseando una parte dice algo así: “Dicen que el barco navega enamorado del mar

Buscando sirenas va, buscando sirenas nuevas, Que le canten al pasar .Dicen que el barco navega enamorado del mar.

Pero “Amor marinero" es una expresión poética que puede tener varios significados dependiendo del contexto, pero en general evoca una relación sentimental marcada por la vida del mar, el viaje, la distancia y la espera. Aquí tienes algunas formas de interpretarla:

Un "amor marinero" suele simbolizar un amor siendo Intenso pero pasajero, como las estancias de un marinero en puerto; marcado por la distancia, donde uno de los amantes parte al mar, dejando atrás a quien lo espera y libre pero comprometido, como el mar: vasto, cambiante, pero profundamente fiel a su naturaleza.

En el flamenco y la canción española, es frecuente oír letras sobre "el marinero que se fue y no volvió", o "la mujer que llora frente al mar": “Amor marinero, de espuma y de viento, juraste quererme, te fuiste en silencio. Hoy miro las olas y escucho tu acento, amor que navega sin rumbo ni tiempo.”

El amor marinero es más que una metáfora poética: es una forma de sentir, de entregarse, de esperar y, a veces, de renunciar. Inspirado en la vida nómada de quienes habitan el mar, este tipo de amor combina pasión, incertidumbre y una melancolía que lo hace profundamente humano.

Quien ama a un marinero –o quien vive como uno– sabe que el tiempo y la distancia forman parte inevitable de la relación. El mar, como símbolo, representa lo inmenso, lo incontrolable, lo que se escapa de las manos. Amar en este contexto es aceptar que no siempre habrá certezas, que los cuerpos se alejan aunque el corazón se quede. Es un amor con sabor a sal, viento y despedidas en el muelle. Es un sentimiento que no conoce fronteras ni épocas, porque su esencia es universal: querer a alguien que siempre parte, y sin embargo, seguir queriendo.

En definitiva, el amor marinero nos enseña que hay formas de amar tan vastas como el océano. Que el amor no siempre es certeza, ni rutina, ni presencia constante.

                                               Ferrán Aparicio

                                          5 de Agosto de 2025

viernes, 1 de agosto de 2025

KAOS EN ORDEN


En un contexto espiritual o filosófico, "kaos" o  también "caos", en su forma clásica) tiene un significado mucho más profundo que simplemente “desorden”. Aquí te explico sus principales interpretaciones:

 Desde los albores del pensamiento humano, el Caos ha sido una idea poderosa, temida y reverenciada, pero lejos de ser solo desorden o confusión, el Caos representa algo más esencial: el estado primordial del universo, el terreno fértil donde todo comienza y todo puede surgir.

En la mitología griega, Khaos fue el primer estado del cosmos, anterior a los dioses y a la forma. No era un lugar lleno de gritos o violencia, sino un vacío creativo, un espacio sin forma donde las posibilidades eran infinitas.

De ese Caos nacieron la Tierra (Gaia), el Cielo (Urano) y la Oscuridad (Erebo). Así pues, el caos no era el enemigo del orden, sino su madre.

Esta idea resuena también en la filosofía moderna y en la espiritualidad contemporánea.

En muchas corrientes místicas y esotéricas como la Magia del Caos se entiende que el caos es energía sin estructura, poder puro que espera dirección. No hay bien ni mal en él: es neutral, dinámico, fértil.

Es el campo cuántico donde la conciencia puede sembrar nuevas realidades, en términos más personales, atravesar el caos puede ser una experiencia espiritual profunda.

Las crisis, el dolor, la confusión interna... son formas en que el viejo orden se desmorona. Pero en ese derrumbe hay un llamado: la invitación a transformarse.

Muchas tradiciones místicas hablan de la “noche oscura del alma” como un paso necesario antes del despertar espiritual. Sin caos, no hay renacimiento.

Vivir el caos no significa rendirse al descontrol, sino entender su mensaje y propósito en el fondo,  es aceptar que a veces debemos soltar todo lo que creíamos ser, para descubrir lo que realmente somos.

En su forma más elevada, el Caos es el espejo sin forma que nos devuelve la libertad total de crear, destruir y volver a crear.

Por otra parte  del caos nace el orden, una idea que viene desde los presocráticos y puede simbolizar la fuerza creativa primordial, sin considerar que no es algo malo, sino potencial puro, sin forma y se usa como símbolo de liberación espiritual, rebeldía frente a estructuras rígidas y autonomía total del pensamiento.

En resumen, el Caos no es enemigo del espíritu, sino su aliado silencioso, pues es el abismo que, al mirarlo con valor, nos devuelve con alas.

 

                                                       Ferrán Aparicio

                                                   1 de Agosto de 2025