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lunes, 15 de septiembre de 2025

MA

 

“Ma” por definición  es  el arte japonés de habitar los silencios y los espacios, aunque en la vida cotidiana solemos asociar el vacío con carencia.

Un silencio incómodo en una conversación, una pausa prolongada en medio de una canción, un espacio en blanco en un diseño, sin embargo el MA  puede traducirse como espacio, pausa o intervalo. Lo interesante es que “Ma” no se entiende como nada o la nada, sino como un vacío lleno de sentido, un respiro que da forma y valor a lo que lo rodea.

El carácter japonés de “Ma” combina la idea de puerta, con la de sol  y juntos evocan una imagen poética: la luz atravesando una rendija en la puerta.

Ese instante, ese espacio intermedio, es “Ma”: una fracción de tiempo o lugar que no está lleno, pero tampoco está vacío.

El concepto resulta algo abstracto pero si se imaginan dos planos en los que queda una pequeña hendidura o  rendija , ese espacio es el que define el concepto japonés de “ Ma”.

Ma es el silencio en contra del sonido, ese espacio crea ritmo, tensión y emoción que invita en espacios próximos a la calma y a la contemplación

El espacio intermedio como pausal no son vistas como incómodas, sino como oportunidades para pensar y dar profundidad a las palabras, pues el tiempo detenido y los gestos pausados transmiten tanto como la acción.

Mientras que en Occidente tendemos a llenar los vacíos, Japón nos recuerda que en el espacio libre también reside la belleza. Ma es el reconocimiento de que el silencio, la pausa o el intervalo no interrumpen la vida, sino que la enriquecen.

En las interpretaciones modernas de las artes y la cultura tradicionales japonesas, ma es una interpretación artística de un espacio vacío, que a menudo tiene tanta importancia como el resto de la obra y centra al espectador en la intención del espacio negativo en la obra.

El concepto de espacio como una entidad positiva se opone a la ausencia de tal principio en una noción "japonesa" correlacionada del espacio y aunque se usa comúnmente para referirse al espacio negativo literal y visible, ma también puede referirse a la percepción de un espacio, hueco o intervalo, sin requerir necesariamente un elemento físico de composición.

En un mundo que nos impulsa a la prisa y al ruido constante, redescubrir el Ma puede ser una forma de resistencia: un recordatorio de que en los espacios intermedios también hay vida, que no todo debe estar ocupado para tener sentido.

           

                                                              Ferrán Aparicio

                                                      15 de Septiembre de 2025

 

lunes, 10 de agosto de 2015

SILENCIO


He oído decir a  gente por decir algo,  aquello como  que es preciso perderse para escuchar. La verdad es que no estoy muy de acuerdo si bien muchas veces tengo la sensación que aún  perdiéndose o separándose del mundanal ruido, no se obtiene un absoluto silencio.

El silencio como tal tiene muchas formas de expresión desde la típica expresión judicial que dice que el que calla otorga hasta no hay oídos para quien no quiere escuchar, pero lo que sí que está claro, es que es preciso hacer el silencio en la escucha y en la mirada para descubrir las formas del silencio.

El silencio puede manifestarse en muchas variantes y formas desde lo escrito como nota musical que se escucha hasta la reciproca nota que le sigue y que figura como una pausa, hasta el de la comunicación no verbal.

En lo formal la propia respiración nos genera esperas de repuesta en lo que percibimos, mucho más notables son aquellas en la que decimos me quedé helado con lo que oí,…, respirar es un hueco en el que el silencio que se percibe internamente en la expiración.

En ocasiones el silencio se convierte en una pausa cargada de intención, donde desde el suspirar refleja bien un descanso o aritmia de nuestro corazón o simplemente capta la atención de una intención prefijada que puede genera expectativas, sorpresas,…, en definitiva un montón de situaciones y sentimientos.

La multitud de interpretaciones que puede tener o representar el silencio es infinita, pero en general bien responde  a las indecisiones que van cogiendo una forma o una representación y es lo que anuncia su contenido lo que hace del silencio una efectividad mayor.

Lo que parece tan fácil explicar  cómo concepto, es decir el silencio como la ausencia de sonido y que coincide en cierta forma en cuanto que la palabra silencio proviene del latín: “ silere”, callar estar callado, demuestra que lo que calla es la intencionalidad de algo, pues en la escucha del silencio hay una intencionalidad de escuchar la ausencia de cualquier sonido, incluso de nuestra propia respiración.

No es fácil expresar esas dicotomías conceptuales que el concepto de silencio produce en su entendimiento, pero resulta más fácil comprender que atender al silencio es escuchar lo que usualmente se nos escapa por exceso de ruido y se nos pasa desapercibido.

Quizás y sólo quizás, con ruido o con silencio lo importante es centrarnos en lo que nos dicta nuestro intelecto, como en la música compuesta por sonidos y pausas que armoniosamente expresan un sonido que se dirige hacia lo que se quiere expresar y en nuestro caso hacer o escuchar.

Les recomiendo como siempre aprender a escuchar, no sólo en su vida diaria sino también en su vida interior, pues se trata de aprehender y no tapiarse los oídos con unos sonidos prefijados atendiendo simplemente a todos los sonidos que se acallan con la palabra silencio.

                                                                  Ferrán Aparicio
                                                             10 de agosto de 2015