Muchas veces nos vienen recuerdos del pasado es lógico y normal, pues vivimos de los recuerdos y nuestra mente no olvida.
Si nos preguntaran en qué punto del pasado podríamos volver,
tendríamos seria dudas, pues a lo largo de las distintas etapas hemos tenido
gratas y distintas experiencias
Sin embargo yo iría al pasado a recordar mis vivencias
de niño, con mi familia y mis padres, y por supuesto de mis abuelos que son los
que más ilusión tiene por ti y de alguna forma te malcrían , aunque de alguna
forma son una referencia en cuanto a principios y valores , o al menos en mi
caso.
Cuando eres un niño no eres
consciente de los problemas de la vida, eres inocente pero vas a aprehendiendo
conceptos, principios y valores, no valoras, no juzgas y de alguna forma eres
libre de pensamiento.
Esto me ha hecho meditar desde entonces, ya que el sacrificio de las
ideas divertidas o extravagantes como las la generales es algo tan simple como volver a un recuerdo de
su pasado.
La realidad es que aún sin
tener esa pregunta en mente, constantemente tu y yo pasamos nuestro tiempo
viajando en el tiempo. Tal vez, tú eres de las que vives añorando el pasado,
recordando los días de oro, o suplentemente eres de los que solo te empeñas en
vivir el presente cosa que está muy bien y quizás sea la opción más realista y
eficaz, por el otro lado, puede ser que seas la que vives anhelando el futuro,
ansioso por querer ver ya lo que está en tu mañana.
Sea cual sea la respuesta, hoy
más que nunca puedo entender como es importante pausar y hacer a un lado esos
pensamientos para así pasar el tiempo en nuestro presente, lo que hoy tenemos
en nuestras manos. El añorar y anhelar no son sentimientos malos pero creo
firmemente que si nos privan de ver lo que hoy tenemos frente a nosotros.
Estoy seguro, desde la
perspectiva del tiempo ahora que peino canas, que si hubiera sabido lo que venía en el
futuro, hubiera disfrutado al máximo esos momentos con mis padres y abuelos
juntos., pero no tenía consciencia de ello ni edad
Sin embargo, aunque tú y yo no
podemos asomarnos al mañana para ver cuánto va a durar nuestra temporada,
podemos vivir abrazando nuestro presente disfrutando al máximo cada momento,
sea bueno o sea malo; aprendiendo de cada instante y eso hay que ser consciente
desde la tranquilidad del momento.
No se puede desperdiciar
nuestros días soñando con algo que aún no llega o extrañando algo que ya fue, recuerda
que puede ser que hoy estás viviendo el futuro que tanto esperaste y por querer
algo más no lo estás valorando o de la misma manera retroceder y vivir un pasado
que el día de mañana vas a añorar.
No se trata de nunca recordar
el pasado o nunca soñar con el futuro, sino de no estacionarnos en un tiempo
que no nos corresponde, pues siempre hay
algo por lo cual estar agradecido y siempre habrá algo por lo cual valorar
nuestro presente.
Ferrán
Aparicio
10 de diciembre de 2023