Vistas de página en total

viernes, 23 de febrero de 2024

JUSTICIA FINAL

 

La justicia es la apliación de las leyes para decidir lo que está bien y está mal, sin embargo el tema del bien y el mal es inabarcable y depende del punto de vista desde el que se mire para que, además, se convierta en controvertido y complejo.

En ese sentido desde el mundo civil , siempre te dicen los abogados la sentencia estará en función del juez que te toque , y eso no es justicia por definición. Es claro que juzgar es difícil y a los juicios salomónicos me refiero.

La cuestión es quien ha dictado, a lo largo del tiempo, lo que es bueno y lo que es malo.

En un primer momento, fue la filosofía clásica; después, las distintas creencias religiosas; luego, la ley y la ética laica, ya al final fue la costumbre y heredad y las leyes quienes marcan los límites de la justicia quién asume la responsabilidad de definir lo que es bueno o malo.

Todos tenemos una noción más o menos generalizada de ello y casi todo el mundo, posee, el problema radica en que no es posible dar por válida una sola definición porque ambas nociones son mucho más amplias, complejas y fundamentales que cualquier otra relacionada con la conducta.

Cuando hablamos de la bondad y la maldad moral, es decir, de la bondad o maldad en las acciones que el ser humano realiza, no es una cuestión fácil de resolver dependiendo de la educación de cada uno y de consecuente moral que puede ser inmanetista o realista.

El moral inmanentismo es aquella en la cual lo bueno y lo malo es establecido por alguien un sujeto o un grupo en el poder y es impuesto a los demás a través de algún mecanismo de coerción.

La postura realista, en cambio, toma otro camino pues señala que lo que está bien y lo que está mal no depende del querer de algún sujeto, sino que se establece en atención a

En definitiva no hablamos aquí de gustos o preferencias personales, sino de aquello que perfecciona o corrompe al ser humano en atención a su naturaleza.

Es por ello que los criterios para establecer lo bueno y lo malo están inscritos en la naturaleza del propio ser humano, y deben ser conocidos a partir de esta, algo propio de la postura realista es que uno no solo puede saber qué es lo que está bien y lo que está mal, sino también por qué algo está bien o está mal.

En última instancia, lo bueno y lo malo depende del querer de alguien: de alguien con autoridad, o de cada uno. Un camino diferente: una moral realista La postura realista, en cambio, toma otro camino, así se señala que lo que está bien y lo que está mal no depende del querer de algún sujeto, sino que se establece en atención a su naturaleza.

Ferrán Aparicio

1 diciembre de 2024

No hay comentarios:

Publicar un comentario