Yo no acabo de dar crédito a lo que oigo en prensa , noticias y diversos programas de televisión en los que se reclama la atención de los consumidores, pero con la pandemia , la crisis de la invasión rusa y sus consecuentes subidas de precio y en especial de la gasolina y todo componente energético, la reduflaccion ha aparecido en nuestros hogares.
Todos hemos notado que en 2021 volvieron a subir los precios, pues los costes operativos de la industria crecieron, tras la pausa o desaceleración durante los meses de restricciones.
Como consecuencia la desescalada es a veces más lenta en los países productores que en los importadores, y el precio del gas y del petróleo se ha incrementado por diversas razones, especialmente la guerra de Rusia contra Ucrania, aparece la deduflaccion tímidamente cuando aparentemente nos despedíamos del impacto inicial del coronavirus.
Como no podía ser de otra forma esta escalada de precios se ha propagado a todos los niveles y también ha llegado a tiendas y supermercados.
Los medios se refieren a la reduflación como una fórmula cuestionable de encubrir el encarecimiento de los productos, pues para detectar este fenómeno sería necesario recordar el volumen o el peso antes del repunte inflacionario, tarea imposible para el consumidor.
El único secreto si llevamos a comprar una libreta de bolsillo es tomar como referencia el precio unitario por unidad de producto bien sea kilo o litro de producto.
Esta práctica se extiende en períodos de inflación, pues con la disminución de la demanda, se mantiene el precio si bien la cantidad de producto adquirido se reduce en demasía y las estadísticas lo cifran entre un 10 y 15% del comprado con anterioridad.
A mar revuelta, ganancia de pescadores y los refranes siempre conllevan connotaciones reales que vuelven a aparecer cuando todo equilibrio económico se transforma en un dinámico movimiento con falta de estabilidad, pues al caer la demanda, las empresas ven reducidos sus beneficios al tener que reducir los precios para conseguir ventas.
Lo raro es llegar a comprender que la deflación se produce cuando la oferta de bienes y servicios en una economía es superior a la demanda, pues en el caso real que nos ocupa consecuencia de la guerra, y en el caso de Ucrania, máximo proveedor de grandes materias primas, como energía, aceites de girasol, pienso para animales y otra muchas varias, las empresas se ven obligadas a reducir los precios para poder vender la producción y no verse obligadas a acumular stocks.
El mercado siempre gana como la banca y al fin y al cabo solo se trata de comprender que existe una demanda insuficiente o exceso de oferta, pero como siempre les animo a ser conscientes de lo que hacen y este caso a observar lo que compran pues la reduflaccion está en el mercado diario.
Ferran Aparicio
30 de marzo de 2022