Desde hace mucho tiempo circulan por la red unas reflexiones atribuidas a Joseph Fort Newton, Ministro de la Iglesia Bautista, abogado y masón, al cual quizás le conozcamos más por su “Principio del vacío” que por toda sus obra literaria restante, más de treinta libros.
Se trata de una
reflexión que nos recuerda el “carpe
diem” latino traducido por “aprovecha el momento”, en el sentido de que no debemos
malgastarlo. Fue el poeta Horacio quien
escribió “Carpe diem, quam minimum
credula postero” ("aprovecha el día, no confíes en el
mañana")lo que en castellano
podríamos traducir como «vive cada
momento de tu vida como si fuese el último», que no deja de ser un
tópico literario que nos invita a disfrutar del presente, ya que el
pasado no existe y el futuro es incierto y tampoco existe todavía.
Joseph
Newton quiso
hacernos ver con su “Principio del
vacío” la importancia del presente, sin anclajes con el pasado y
sin el miedo al futuro. El presente el único momento del que disponemos para
actuar, para obrar el bien o el mal, o dejarlo pasar sin hacer nada, la
única oportunidad que el hombre tiene para dejar su impronta.
El ser humano siempre ha
tenido la gran manía de guardar cosas pensando en el futuro
Desde hace un tiempo vengo
aplicando el principio de que todo aquello que no utilizo en los últimos tres o
cuatro meses es porque no lo necesito, por lo tanto no guardo nada material.
Es preciso dejar fluir las energías a través
de las cosas. Es desapegarnos de las cosas materiales y tener espacio vacío
para dar entrada a todo aquello espiritual, que proporciona paz, armonía
limpieza y purificación.
Newton se inspiró en algunas
reflexiones sobre la importancia de limpiar y eliminar todo aquello que no
sirve, lo roto, lo dañado, lo sucio y pintar lo que está sin pintar, y la mala
costumbre de acumular cosas viejas.
Tenemos el hábito de juntar
objetos inútiles en este momento, creyendo que un día podremos necesitarlos. En este mismo sentido y
sin darnos cuenta tenemos el hábito de guardar resentimientos, tristezas,
miedos, entre otras cosas cuando por todo lo contrario se trata de crear un
espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a su vida.
La actitud de guardar un
montón de cosas inútiles amarra su vida. No son los objetos guardados que
estancan su vida, sino el significado de la actitud de guardar. Cuando se
guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia. Es creer que mañana
podrá faltar, y usted no tendrá medios de proveer sus necesidades.
Con esa postura, usted está
enviando dos mensajes para su cerebro y para su vida: el hecho de que no confiamos
en el mañana y la postura de creer que
lo nuevo y lo mejor no son para usted, ya que se alegra con guardar cosas
viejas e inútiles.
En definitiva se trata de empezar a limpiar la mente, la casa, el
cuerpo. No dejes nada para después, porque en la espera del
después, tu puedes perder los mejores momentos, las mejores
experiencias, los mejores amigos, los mayores amores, y todas las
bendiciones que el destino tiene para ti, pues el después puede ser tarde.
Ferrán Aparicio
15 de Mayo de 2023
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