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lunes, 1 de agosto de 2022

INDEFENSION COLECTIVA

 

Al hilo de los últimos acontecimientos que han sucedido tanto en  España como en el Mundo y sin tener que nombrar la palabra mágica de la cual todos somos conocedores, me he planteado como lo rápido que una situación puede a acabar con parte de la humanidad como cuando leemos en las novelas épicas que la peste lo hacía y todo había que quemarlo por si algún caso.

Es cierto que más vale prevenir que curar, el problema surge cuando no tenemos la fórmula mágica para solucionar la epidemia que se nos avecina y ahí es donde surge el cuestionamiento del concepto de poder preventivo de la persona y en especial de los especialistas en materia pública.

 El poder preventivo personal no difiere mucho respecto al poder preventivo social, y sólo se trata de analizar el problema y buscar rápidamente una solución, la diferencia fundamental es que el personal puede subsistir cuando sobreviene la incapacidad de hecho de actuación del poder preventivo social o colectivo.

De alguna forma cuando surgen estos problemas es cuando la persona adquiere conciencia de la pérdida de facultades de actuación del sistema público frente a la protección personal indefensa.

En este sentido la mentalidad colectiva tiene que estar abierta a que la protección comienza por uno mismo y la previsión de una circunstancia puede estructurar un sistema de autoprotección, así como evitar perjuicios contra otras personas aún cuando se comparten intereses comunes con estas y que se traducen en una supervivencia y en definitiva una calidad de vida.

Cada persona podrá reaccionar con una enfermedad personal como más le interese, pues el respeto debe existir en cuanto al concepto de su desarrollo. El problema surge cuando hablamos de palabras mayores como lo es de una epidemia.

Es también inminentemente cierto que un uso indebido del poder por parte del apoderado puede causar grandes perjuicios al resto de las personas, lo cual resulta como mínimo ciertamente inmoral, sin embargo y en cualquier caso puede suceder que con la medicina y el sistema medico y clínico general que usado indebidamente, puede convertirse en un veneno mortal, para la sociedad, lo cual no es cuestión baladí.

En cualquier caso cuando surgen problemas como la infección del COVID y todas sus variantes, nos damos cuenta que somos y estamos indefensos por una falta de conciencia del otorgamiento de un poder preventivo a alguien que no es consciente de la trascendencia del tema, pues evitar las necesidades inminentes es cuestión primaria antes de sobrevenir ante una capacidad de hecho repentina como de dotarse de estabilidad de cara a una situación posiblemente permanente, aunque sea solo por unos años.

Ferran Aparicio
1 de Agosto de 2022



 

jueves, 21 de enero de 2021

VULNERABILIDAD , PURA Y DURA

Es bien cierto que sabemos lo que estamos haciendo en este momento y quizás incluso tenemos un plan para mañana, pero lo que también es cierto que la vida corre como un galgo, sin darnos cuenta que somos vulnerables y que no avanzamos hacia el infinito, sin tener garantizado ni cómo ni cuando acabaremos este proceso vital.

Hay momentos como el que estamos viviendo con la pandemia mundial , que paras y reflexionas y te das cuenta que ha pasado un año desde que empezó la pandemia y que seguimos igual o peor que en su inicio , con la tercera ola , sus brotes y cepas y la fuerza del contagio. 

La pura verdad es que dejamos de hacer nuestra vida normal y haciendo una valoración hemos perdido de momento de un año con toda la intensidad que te puede dar la vida.

Las décadas van pasando con todas su connotaciones, los veinte , los treinta , los cuarenta ,…, una gran crisis de medianía de edad , y llegan los cincuenta , colmatados de experiencias y desafíos,.., y siguen los sesenta y aunque cada día tenemos más esperanza de vida, empiezas a verle las orejas al lobo, aun cuando no tienes que enfrentarte a una serie de desafíos físicos y psicológicos, y estando gozando de la plenitud de tu vida.

Pero cuando lo piensas fríamente y haces un ejercicio de valoración te das cuenta como se han ido sucediendo las etapas en tu vida, con todo lo bueno, lo menos bueno, incluso con aquello que te ha hecho mella y llegas a la conclusión que el secreto de asumir tu edad y sólo la tuya, es mirarlo a la cara y ser consciente que ya no tienes dieciocho años y que existen una serie de limitaciones a las que te tendrás que enfrentarte, eso sí con alegría, y siendo consciente del momento en que vives.

Al final a parte de las canas, las arrugas, y alguna que otra dolencia, lo que más valoras es tu propia experiencia, esa que te has ganado a pulso y de una forma voluntaria, y es por ello que centrándote en esta experiencia es donde encuentras la clave imprescindible para dedicarte el máximo tiempo a ti mismo y a lo puramente personal, pues ya no hay más escusas para no hacerlo.

La madurez es un grado que no tiene desperdicio, ya no pierdes el tiempo en cosas superfluas y valoras lo que a ti te interesa y a quien te interesa, pasando de convencionalismos. Ya sabes lo que no quieres, lo que evitas, lo que en el fondo te interesa y lo que ya definitivamente no te interesa.

Los cánones de la belleza ya no te interesan como lo hacía en etapas anteriores, desde el mundo de la moda hasta los cánones de belleza, sin embargo esas canas que te hacen tan interesante, son las que de alguna forma tienes que cuidar, pues es una forma de alimentar la autoestima independientemente de generar tu mejora de salud , lo cual no es cuestión baladí.

Si analizamos la autoestima como principio y valor, te das cuenta que simplemente estamos hablando de amor propio, algo personal e intransferible. Es por ello que una vez asumida tu edad y a pesar del duelo que produce asumirlo, sólo tienes que tener en cuenta tus propias limitaciones y priorizar en aquello que realmente te apetece y te hace feliz, siendo consciente que toda tu vida se ha sustentado en aquello que voluntariamente has conseguido.

Al final solo se trata de ser responsable en estos delicadados momentos y aprovechar para reorganizarte y plantearte o retomar nuevos proyectos o retomar aquellos que dejaste a un lado, siendo consciente de tus propias limitaciones, que es estar en la loteria del contagio del COVID 19.


Ferrán Aparicio
20 de enero de 2021

jueves, 20 de agosto de 2020

ESCEPTICISMO PURO Y DURO


El mundo está lleno de maravillas y aventuras por descubrir. En los últimos meses hemos tenido que adaptarnos a una nueva situación, originada por el coronavirus, que ha obligado a posponer muchos planes y viajes que esperábamos con ilusión, como cada año haciendo planes para nuestra etapa vacacional.

La pandemia por coronavirus ha provocado  que los meses de confinamiento, la situación crítica que se ha vivido en los hospitales, los duelos sin despedidas y la crisis económica den paso a otra crisis sanitaria, y en especial a la situación de escepticismo emocional.

Ese escepticismo se ha producido en la medida que el encierro disminuye, la posibilidad de contagios también genera soledad, perdiendo la rutina habitual ,ya sean actividades del hogar, el trabajo y la escuela, así como actividades físicas y de esparcimiento, con esto hay pérdida o reducción de la interacción social con familia y amigos.

Este impacto, además, puede llevar a síntomas más graves como depresión o sentimientos de desesperanza, tristeza, cambios en el apetito, insomnio o dormir demasiado, ansiedad, estrés agudo o incluso síntomas de estrés postraumático, ira, fastidio y agotamiento emocional intenso.

El coronavirus es un estresante psicológico significativo, además, tiene un gran impacto en todas las facetas de la vida y organización de las personas en prácticamente todos los sectores sociales y económicos del mundo. Además a ese escepticismo emocional se suman una sensación de lentitud física y mental, hastío y aburrimiento, desánimo para realizar actividades comunes e irritabilidad y enojo, lo que denota que nos ha cambiado en nuestra forma de ser y de pensar.

Los especialistas determinan que el estrés, el aislamiento social y la violencia familiar probablemente afecten la salud cerebral y el desarrollo de los niños pequeños y los adolescentes, además, la reducción de la actividad física y la disminución de los estímulos intelectuales aumentan el riesgo de reacciones sin patologías claras, por no hablar de la forma de trabajar vía telemática , eso si aquellos que hayan tenido la suerte de mantener su trabajo y no caer en un ERTE sin fecha de caducidad. 

Solo se trata de reconocer las emociones y aceptarlas, y también es importante que se compartan evitando saturarse de información y buscar fuentes confiables, y aceptarlo con naturalidad independientemente que nos sintamos vulnerables y a la par escépticos por un futuro poco fiable.

Esta pandemia también nos ha dado la oportunidad de replantearnos , mucha gente ha considerado la posibilidad de cambiar de casa y vivir en el campo en plena naturaleza donde el contagio puede ser relativo pero también nos ha dado tiempo eso que ahora tenemos  y nos permite ejercer otras actividades como aprender algún idioma, reforzar conocimientos o habilidades del trabajo y realizar alguna manualidad, así como ejercitarse físicamente.

Al final lo aceptamos todo incluso estar escépticos de una forma pura y dura, pues esos nuevos planteamientos nos pueden ayudar a afrontar las consecuencias del aislamiento que, además de prevenir los contagios, también resta posibles consecuencias.

                                                 Ferrán Aparicio
                                          20 de agosto  de 2020
                                  


lunes, 25 de mayo de 2020

RESILIENCIA PERSISTENTE

Persistir no es lo mismo que perseverar, lógicamente cada palabra tiene su propio significado, pero en un contexto aproximado pueden ir de la mano, lo que esdtá claro en tiempos de pandemia tenemos que persitir en las medidas de seguridad siendo resilientes  ante una situación que debemos de ser perseverantes.

Después de prácticamente dos  meses publicando estos post en relación a la pandemia , que no han sido más que una verbalización de sucesos continuos en el tiempo, me he parado a analizar si vale la pena o no seguir publicando sobrte este tema y las consecuencias sociales y emocionales que esta situación nos produce a todos.

Pertenezco a una familia donde el tesón ha sido uno de los talantes que nos definen por naturaleza y eso o es genético o se hereda. La verdad es que muchos post han tenido gran éxito, precisamente porque la gente coincidía en determinadas ideas con las que yo intentaba expresar algo, sin ningún ánimo de protagonismo.

La historia sucede como pasó, he colaborado con distintos medios de comunicación, pero han ido cerrando; bien por que no eran acordes con el sistema político que nos gobierna, bien porque cualquier idea altruista pierde el compromiso de sus componentes y de ahí surge la idea de iniciar una nueva etapa con mi propio blog, sin ningún ánimo de protagonismo, sino de iniciar un camino individual dentro del mundo global en el que vivimos, en el cada uno intentamos aportar nuestro granito de arena.

Soy de una generación de tablero, es decir los que tenemos formación politécnica; en las que utilizábamos, tintas chinas, reglas de cálculo, mucho tablero y sobre todo mucha ilusión en un esfuerzo que el futuro nos reconociera. Pues no señores, ni lo uno ni lo otro; ha habido épocas buenas y épocas no tan buenas, pero la burbuja inmobiliaria acabó con nuestras ilusiones y entonces decidimos muchos de mi generación ponernos al día en esto de las nuevas tecnologías. Nunca es tarde cuando la dicha es buena, dicen y sólo dicen, pero la persistencia y la perseverancia deben acompañar a una ilusión, que se transforme en pasión y sea el motor de nuestras vidas independientemente del estado de la economía o de las burbujas inmobiliarias, políticas o simplemente sociales, o de la pandemia que nos tiene aterrados y en cierta forma asustados , por que por mucho que lo intentemos todos  somos vulnerables a ser candidatos a su infección.

Los post que más éxitos han tenido o los han leído más gente, han sido los más espontáneos, nada estudiados, ni documentados pero con una gran fuerza de sentimiento y eso se nota en los resultados. Otros pasan sin pena ni gloria desconociendo la razón de su poca publicidad y lectura, tal vez alguna vez descubra si la respuesta está no en la calidad del post o su interés general o de otros factores mediáticos como son hora de publicación, día o ilustración personalizada que los caracteriza.

Lo que está claro es que mientras sigo evolucionando como persona, como si estuviera en un biblioteca hablante, verbalizando, aprehendiendo que también aprendiendo, compartiendo que también es vivir, seguiré fiel a mis conceptos fundamentales donde el secreto se centra en la fuerza del trabajo, la persistencia, la perseverancia y la obsesión por hacer cada día las cosas mejor, eso si desde la humildad y sencillez que me caracteriza y no entrando  como bien dice el dicho español E en cuestiones de reunión, ni  politica,  ni religión.

Ferran Aparicio
25 de  Mayo de 2020

domingo, 20 de marzo de 2016

CARPE DIEM


Mucho se ha hablado y se ha ensalzado el término latino “carpe diem” , que no es más que la sencilla idea de: aprovecha el momento, muy bien materializada en la película Dead Poets Society ,”La Sociedad de los Poetas Muertos” en castellano, un film que tuvo como protagonista a Robín Williams y a Ethan Hawke, entre otros.

Pero más allá de su visión actual no hay que olvidar que el concepto tiene  su proveniencia de las raíces latinas promulgadas por el filósofo y poeta Horacio, donde coetáneamente se traducía como “cosecha el día” como  concepto de no malgastar ni un segundo.

Carpe diem es una expresión de raíces latinas que fue concebida por el poeta romano Horacio. Su traducción literal otorga relevancia a la frase “cosecha el día”, cuyo contenido intenta alentar el aprovechamiento del tiempo para no malgastar ningún segundo.

Investigando un poco más allá de lo que nos ha llegado, la frase completa fue “carpe diem quam minimum credula postero”, que en español puede entenderse como el siguiente consejo: “aprovecha cada día, no te fíes del mañana”. Lo interesante de este término tan popular y genérico que casi todo el mundo ya conoce es la interpretación que se hace de él y es lo que realmente me divierte y asombra.
 
Dicen que cada uno cuenta la feria según le ha ido y en éste sentido con  “carpe diem”, sucede lo mismo en el sentido que cada uno lo enfocamos según nos interesa, vivimos o simplemente sentimos.

Por una parte  algunos lo interpretamos como una exhortación en la que no debemos dejar de pasar el tiempo, cada etapa de la vida tiene lo que naturalmente le corresponde, desde la salud a la enfermedad y en cualquier caso el propio deterioro evolutivo de nuestro cuerpo respecto a acciones  que con el tiempo ya no podremos ejercer.
 
Otros lo aplican como el disfrute permanente de cada placer de la vida sin pensar en el futuro como término abstracto e indefinido, pues es cierto que no sabemos el momento exacto en que tendremos en nuestras manos el boarding pass a la otra vida.

Quizás como siempre en el término medio, siempre suele estar la virtud,  y hay de los que piensan que expresa aquello de que hay que vivir cada día como si fuera el último eso si desde la consciencia  de la vulnerabilidad del ser humano.

Por otra parte están el grupo de la oposición, que piensa que es una auténtica irresponsabilidad el dedicarse sólo a vivir el presente sin pensar en el futuro, sin establecer un seguro para que la vida dentro de unos años sea tranquila y no tengan complicaciones que no han podido controlarse,…, para gustos los colores.

En cualquier  caso para realmente  comprenderla por completo y aprovechar su sentido es necesario utilizar la razón y saber de cómo enfrentar de forma anticipada las consecuencias que su cumplimiento supone.

En conclusión, traigo a colación este tema, pues visto lo visto y viendo y viviendo los cambios que se producen diariamente en nuestra sociedad, hay que recuperar a los clásicos para entender dónde estamos y hacia dónde podemos movernos, pues lo que está claro es que eternos no somos, ni vamos a serlo, por mucho que se alargue nuestra esperanza de vida.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                     20 de marzo de 2016

 

domingo, 30 de agosto de 2015

VULNERABILIDAD O DEBILIDAD


Llevamos ya un tiempo de una etapa nueva, donde no acabamos de dejarnos de sorprender con los cambios de una sociedad, que pasa de lo alto a lo profundo de una forma radical y sin ninguna racionalidad específica, si bien es bien cierto que todos deseamos aquello que decían nuestros mayores  sobre la paz y prosperidad y el maravilloso estado del bienestar social.

Es cierto que todos los cambios producen ciertos miedos y angustias y en especial a los que se hallan acomodados en su zona de confort, donde no existe mayor cambio admisible que hacer un zapping en su televisión, pero también es cierto que en estas ocasiones donde los que más han presumido, más han carecido y encima  nos invitan a pensar sobre el concepto de la debilidad y la vulnerabilidad.

Tanto la debilidad como la vulnerabilidad e independientemente del contexto donde se puedan matizar implican en cierta forma una negatividad y gozan sin embargo de una poder de la abstracción por estar referidas a algo en concreto desde una visión más amplia, sin embargo en cualquier sociedad se nos educa a todo lo contrario a ser fuertes y sobrevivir en ambientes muy competitivos, superando lo que es visible en nosotros mismos.

Pero pensar en frio sobre la vulnerabilidad es  pensar en un sentimiento de fortaleza, pues en estos tiempos de cambio, ratifica la idea de enfrentarnos a una nueva mentalidad a pesar de no tener la certeza de a dónde vamos o adonde nos dirigimos, si bien implique tener la certeza de que lo  vamos a conseguir, que al menos es superar una debilidad.

Sin embargo la vulnerabilidad lleva implícita dos grandes oportunidades una que refleja la reflexión del propio individuo ante el cambio y otra referida al conjunto de la sociedad como ente pensante en común dentro de una evolución , algo así como la inteligencia social que nos define en cada era.

Es bien cierto que la propia vulnerabilidad nos demuestra nuestra imperfección y nos permite aprehender, como seres humanos que no divinos que somos, pero también es cierto que una sociedad no puede permitir la generalización de la debilidad como estatus de moda, pues todos somos capaces de aprehender y al final de todo en el tiempo nos pone en nuestro sitio, individualmente y socialmente o al menos eso dicen, por decir un algo.

La vulnerabilidad como sentimiento genera incomodidad en cuanto nos permite enfrentarnos con retos  donde podemos mejorar nuestra situación, disminuyendo nuestra debilidad y aumentando nuestra autoconfianza, lo cual ya por sí mismo no es cuestión baladí.

Como siempre desde la comodidad la mejora no es posible pues apalanca, pero sentirnos vulnerables, es como asumir una debilidad evidente que nos hace vernos y ser visibles asumiendo los riesgos que la situación entraña, eso sí sabiendo distinguir entre vulnerabilidad y debilidad.

                                                                Ferrán Aparicio

                                                      30 de agosto de 2015