Un medio de expresion donde lo cotidiano se expresa intentando aprender a darle tiempo al tiempo, a esperar ese momento , mi momento, nuestro momento, porque todo llega cuando tiene que llegar.
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lunes, 31 de agosto de 2020
idealist@s: PERDER, TAMBIÉN ES VIVIR
domingo, 30 de agosto de 2020
PERDER, TAMBIÉN ES VIVIR
viernes, 28 de agosto de 2020
idealist@s: RECICLAJE
RECICLAJE
jueves, 27 de agosto de 2020
idealist@s: ESCEPTICISMO PURO Y DURO
jueves, 20 de agosto de 2020
ESCEPTICISMO PURO Y DURO
sábado, 15 de agosto de 2020
ESTRUCTURA DEL TIEMPO
Cuantas veces estamos bien y
en un segundo empezamos a estar mal , desde un dolor de muelas, a una llamada
telefónica, sin habérnoslo planteado de otra forma hoy estamos aquí y tomando
un vuelo incluso yendo con el sol, en el mismo día podemos estar al otro lado
del atlántico sin que el tiempo hubiera pasado, como si pudiéramos controlar el
tiempo marcha atrás, lo cual es irreal y nos lleva a pensar que no podemos
controlar nuestro destino y no ser susceptibles de sus consecuencias.
No es que esté pesimista ,
ni mucho menos, es que cuando a tu alrededor , ves que sin una molestia le
declaran un cáncer a una persona, o lo que pensábamos que era un simple dolor
puntual de estómago acaba en un cáncer de páncreas , por decir un algo, es entonces
cuando te das cuenta del concepto de lo relativo que es todo en esta
vida. Nos obsesionamos con tener el poder, el control de todo y no nos damos
cuenta que no hay nada que podamos controlar que las cosas suceden unas veces
por una causa y otras casualmente, pero en cualquiera de los casos , nos marcan
la vida.
Está claro que todos hemos oído
aquello de que hay que vivir el momento, el presente, pero muchas veces no
podemos. No queremos o no somos conscientes de que debemos mantener ese
concepto de relatividad ingente como si fuera nuestro reloj , en que cada
minuto pasado es un minuto regalado y por ello es nuestro precioso legado el
poder acumular esos minutos de felicidad que en definitiva no es más que
nuestra experiencia acumulada en el tiempo relativo.
Lo que sucede es que esa
experiencia es individual y absolutamente intransferible, por lo que siente uno
y por mucho que lo quiera contar y compartir es inexpresable al cien por cien y
cuando nos la llevamos, queriendo o sin querer, queda en el olvido.
Después todo y hablando en
alto, voy a hacer una prueba, hoy y sólo
hoy voy a intentar ser positivo en todas mis acciones, voy a sentir el tic-tac
del tiempo, voy a centrarme en el presente, de cada minuto de cada segundo,
como si fuera el último, prestando atención al intelecto de las gentes, a la
belleza del paisaje, al crecimiento de cada planta, a la evolución de cada
trabajo, al sabor de cada cosa, al color que tiene cada objeto y otras tantas y
tantas percepciones que estoy seguro de
que cuando acaba el día , cuando vuelva a pensar en ello y haga un balance,
podré darme cuenta de lo positivo que hay en todo lo que me rodea, y valoraré
desde la consciencia mis propias circunstancias todo lo vivido, en lugar de
vivir amargado en una rutina que me
puede hacer vivir asosegado delante de un árbol que me impide tener la visión
del bosque maravilloso que es la vida y está justo detrás de lo que veo.
Ferrán
Aparicio
15 de Agosto de 2020
miércoles, 12 de agosto de 2020
idealist@s: EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES
lunes, 10 de agosto de 2020
EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES
Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, o simplemente con otra batería de medidas urgentes o una huelga general, esta es una realidad como respuesta a la vulnerabilidad que estamos siendo sometidos.
Reconocer que
el principal problema de España es la mediocridad de los dirigentes es una realidad
contemplada por los grandes periodistas, desde el New York Times a la BBC, y
hay que admitirlo al margen que lo que digan los demás, está de más, al menos
para tratar de corregirlo, aceptando que nos hemos convertido en un país
mediocre.
Es bien cierto que ningún país alcanza semejante condición
de la noche a la mañana, sino como en una escena de teatro la trama del
guionista nos va llevando hasta el desenlace, sabiendo que es la situación
actual es el resultado de una cadena que
comienza en la educación y termina en la clase dirigente que va manipulando a
su libre albedrío.
Hemos creado una cultura ,
donde todo resulta válido , donde nos pasamos los principios y valores por el
forro, donde la educación primaria no existe, donde los sentimientos básicos ni
se consideran y en la que los mediocres son los protagonistas de nuestras
vidas, los que se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los único
que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan.
Estamos tan acostumbrados a nuestra
mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las
cosas y sus excepciones nos sirven para negar la evidencia.
Mediocre es un país donde
sus habitantes se dedican a mirar el móvil y pasan de conversar con la persona
que tiene enfrente independientemente del lazo que les una. Mediocre es un país
que en toda la democracia no hadado un presidente que hablara un inglés
correctamente o simplemente tuviera unos conocimientos mínimos sobre protocolo
o política internacional y necesite rodearte de 20 asesores, por decir un
número.
Mediocre es un país, que en después de instaurar una democracia y con un rodaje de cuarenta años instaura y camina hacia un sectarismo rancio, consiguiendo dividir y crispar a su población con aquello del insulto naturalizado.Mediocre es un país que ha reformado el sistema educativo tres veces en tres décadas, dependiendo del color de su mirada y en aras a llevar a la población al huerto de sus votos.
Lo que si es bien cierto, es que si me pillara con veinte años
menos me exiliaría a otro paraíso con más
calidad humana y menos política manipuladora y en definitiva menos mediocre ,
por aquello de que sólo se vive una vez.
Ferrán Aparicio
10
de Agosto de 2020
miércoles, 5 de agosto de 2020
idealist@s: ANNUS HORRIBILIS
ANNUS HORRIBILIS
Annus horribilis es una expresión latina, traducible como "año terrible". Esta expresión es utilizada cuando al finalizar el año las cosas no han salido como se esperaban.
Sin embargo, annus mirabilis ; es un término tradicional, mientras annus horribilis; es de relativamente reciente acuñación. Según la Wikipedia , Annus mirabilis es una locución latina, que significa «año de los milagros» o «de las maravillas». Históricamente se ha aplicado a diferentes años, aunque su uso parece provenir del título de un poema de John Dryden (Annus Mirabilis, 1667, sobre los terribles acontecimientos del año anterior en Londres, especialmente el gran incendio y la gran plaga.
Quizás y solo quizás, desde la última pandemia denominada como española , si bien han habido crisis económicas y sociales, fenómeno que forma parte del ciclo de la vida misma, no teníamos consciencia de las desoladoras consecuencias de una pandemia , que van desde los 50.000 muertos habidos en este momento en España , como la perdida de tres millones de empleos y una pérdida económica en el PIB , pudiendo calificar a este año 2020, como annus horribilis.
La pandemia nos ha cambiado el mundo, si bien no totalmente si parcialmente , desde cómo nos hemos sentido vulnerables, hasta valorar nuestra salud como parte de nuestra tranquilidad y bienestar. En este sentido ha sido un fenómeno plural y particular ha cambiado a las sociedades y nos ha cambiado a nosotros mismos.
El estado de alarma y su consecuente confinamiento, nos ha hecho ser espectadores desde la barrera de cosas cotidianas, desde el ocio a la actividad física, salir a correr, ir al gimnasio, quedar con los amigos a jugar un partido, tocar un instrumento o incluso la lectura son también conductas habituales que están profundamente incorporadas en nosotros.
En cierta forma nos han modificado los hábitos de conducta, que en cierta forma no valorábamos, porque un hábito es una disposición a actuar de cierta manera, que normalmente adquirimos repitiendo acciones que nos resultan gratificantes.
Por otro, para que un hábito sea bueno, es decir, flexible y mejore nuestra conducta, tiene que estar dirigido a un fin; más aún, un hábito bueno nos ayudará a alcanzar fines cada vez más complejos, que al principio parecían inalcanzables.
Si bien los científicos y expertos en neurología, afirman que el cerebro cambia con cada una de nuestras acciones; los efectos de la pandemia han podido ir más allá, atravesando nuestra segunda naturaleza que no son ni más ni menos, lo que Ortega y Gasset denominaba como las creencias.
La pandemia nos está cambiando, independientemente de que recordaremos 2020 como un “Annus horribilis”, aceptaremos el cambio consciente de hábitos que teníamos bien asentados, con el impacto cerebral que eso conlleva y el cambio de nuestras creencias acerca del mundo, alterando nuestra forma de abordar la realidad.
Ferrán Aparicio
5 de Agosto de 2020