Todos conocemos la palabra perdón sin menos cabo que sepamos o no perdonar. Perdon puede tener varios significados en función del ámbito circunstancial en el que se desarrolle.
Perdón es básicamente la acción de perdonar, pero también
es la remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o alguna deuda u
obligación pendiente
El concepto de perdón es
importante en el terreno religioso. En
definitiva perdón es la acción de perdonar, un verbo que hace referencia a solicitar u otorgar a alguien la remisión de
una obligación o una Acción de perdonar.
Pero
también es importante la consciencia que se tiene en el acto de perdonar ,
pues lo que está claro es que antes del momento del perdón, la persona que lo
solicita debe estar arrepentida, mientras que el perjudicado por la falta tiene
que estar dispuesto a dejar el problema atrás.
El perdón, por lo tanto, es
la remisión de una obligación pendiente, de una ofensa recibida o de una pena merecida por la falta. Al
perdonar se expresa la indulgencia,
tolerancia o comprensión ante el error ajeno.
Las religiones otorgan una gran
importancia al perdón. Entre los mandatos religiosos suele encontrarse la
necesidad de dar a los demás una segunda oportunidad, de disculparse por las
propias ofensas y de solicitar el perdón divino por los pecados.
Dependiendo de diversos
factores culturales, el perdón puede cobrar un peso considerable, convertirse
en un regalo que solamente un grupo selecto de personas deban obtener.
El odio y el resentimiento que crecen en una persona que no perdona a otra puede ser igualmente frustrante
y dañino para ambas partes.
Muchas veces, el rencor y el
deseo de venganza nos
ciegan y magnifican los errores ajenos. Si bien es aconsejable evitar dicha
carga, es cierto que no todos los fallos son merecedores de nuestro perdón, y
esto vuelve el análisis más complejo.
Desde un punto de vista
superficial, se pueden distinguir las acciones voluntarias y las involuntarias;
dentro de ambos grupos, a su vez, según las consecuencias de cada una es
posible clasificarlas de acuerdo al tipo de daño que provoquen a los demás. De esta manera, resulta
entendible que la pérdida de un libro ajeno no pueda compararse con un intento
de asesinato.
Quien pide perdón busca
subsanar una falta que cometió y seguir adelante y lo que está calro es que perdonar,
incluso las heridas más profundas, nos otorga paz, nos quita un peso considerable de las espaldas, y nos permite
seguir adelante, dejar atrás las experiencias nefastas y reconstruirnos, para
volvernos más fuertes.
Ferrán
Aparicio
30 de Junio de 2023
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